New Hampshire está a punto de convertirse en el primer estado de los Estados Unidos en hacer que la ivermectina esté disponible como medicamento sin receta y autorizarla como tratamiento protegido para el COVID-19, en virtud de un proyecto de ley presentado ante el Comité de Salud, Servicios Humanos y Asuntos de la Tercera Edad de la Cámara de Representantes.
Mientras que proyectos de ley similares propuestos en otros tres estados han sido mal recibidos, la principal patrocinadora del proyecto de ley de New Hampshire dijo a The Epoch Times que espera que una versión ligeramente modificada obtenga los votos suficientes del comité de mayoría republicana para enviarla para su aprobación a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
La Cámara ya ha mostrado su apoyo a otros proyectos de ley relacionados con el COVID-19, entre los que se incluyen las prohibiciones estatales contra las órdenes impuestas por el gobierno y el sector privado relacionadas con el virus.
«No me cabe la menor duda de que se salvarían vidas si la ivermectina de consumo humano estuviera disponible para los pacientes de COVID», dijo a The Epoch Times la representante republicana estatal Leah Cushman, también enfermera titulada, sobre su propuesta de ley HB3005.
«Peligroso», dice un médico
Pero el Dr. David Levine, del Centro Médico Dartmouth-Hitchcock, dijo que recetar Ivermectina es «peligroso y totalmente fuera de la norma de atención médica en todo el mundo».
«Nunca querría que me recetaran este medicamento a mí o a mi familia y emprendería acciones legales contra cualquiera que se lo recomendara a mis seres queridos», escribió Levine en su testimonio escrito sobre el proyecto de ley.
El Dr. William Palmer, director de la sección de New Hampshire del Colegio Americano de Médicos, que también presentó un testimonio escrito sobre el proyecto de ley, dijo que le preocupaba que, si se aprobaba, tendría el potencial de saturar el sistema sanitario del estado con casos de «efectos secundarios inducidos por la ivermectina».
El Dr. Paul Marik, médico de cuidados neurocríticos que ha publicado más de 600 artículos revisados por expertos en su campo, testificó que la Ivermectina, «es uno de los medicamentos más seguros sobre la faz de este planeta».
Según Marik, la ivermectina de consumo humano está aprobada para el tratamiento de los virus en 79 países.
Citando los datos de la propia Organización Mundial de la Salud, Marik señaló que se han distribuido 3700 millones de dosis a los seres humanos desde su descubrimiento en 1987 como medicamento antiparasitario.
«Así que, de alguna manera, los japoneses, los indios y los brasileños pueden tolerarlo con seguridad, pero es tóxico en los estadounidenses. Hay que estar bromeando», dijo Marik.
Marik, que es cofundador del grupo de defensa de los médicos Front Line COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC), renunció recientemente de su puesto en la Facultad de Medicina de Virginia Oriental por sus batallas legales con el hospital por tratar a los pacientes de COVID-19 con Ivermectina y otros medicamentos alternativos.
Se enfrentaba a medidas disciplinarias por parte de las juntas de licencias médicas por promover tratamientos alternativos para otras enfermedades.
«Un éxito», dice otro
Marik citó en su testimonio varios estudios que, según él, prueban definitivamente que la ivermectina tiene propiedades tanto virucidas como antiinflamatorias y que ya se ha utilizado con éxito para tratar enfermedades mortales como el virus del Zika, transmitido por los mosquitos, y otros virus similares al virus del SARS-CoV-2 que causa el COVID-19.
La revista New England Journal of Medicine publicó recientemente un estudio titulado «Revisión de la evidencia emergente que demuestra la eficacia de la ivermectina en la profilaxis y el tratamiento del COVID-19».
«[La ivermectina] mata el virus, así que cualquier suposición de que no lo hace es propaganda falsa», dijo Marik.
Cushman dijo a The Epoch Times que en un esfuerzo por apaciguar algunas de las preocupaciones expresadas sobre el proyecto de ley que ha presentado enmiendas a la misma incluyen avisos para cualquier farmacia para consumo humano que se considera un uso «fuera de lo indicado» para el tratamiento de COVID y también para crear un sistema estatal de seguimiento de cualquier reacción adversa experimentada por cualquier persona que tome ivermectina de consumo humano.
En la actualidad, la ivermectina, que ha sido promocionada por una serie de estudios científicos tanto en Estados Unidos como en el extranjero como un tratamiento eficaz del COVID-19, está disponible como tratamiento antiparasitario para animales.
Para obtener ivermectina de calidad farmacéutica, los estadounidenses tienen que pedirla a una farmacia online de otro país o conseguir una receta de un médico.
Causa controversia en otros lugares
A varios médicos estadounidenses que han recetado ivermectina a pacientes de COVID-19 se les ha retirado o suspendido la licencia.
En Florida y Arizona, dos pacientes de COVID-19 murieron después de que sus familias perdieran los juicios para obligar a los hospitales a tratar a sus seres queridos con Ivermectina.
Un proyecto de ley similar a la propuesta de New Hampshire se presentó recientemente en Indiana ante el Comité de Salud, de mayoría republicana, pero el proyecto de ley suscitó una gran cantidad de críticas por parte de los funcionarios médicos del estado, que lo calificaron de peligroso.
«Este proyecto de ley sentaría un peligroso precedente al hacer que el gobierno sustituya su propio consejo médico por el de un profesional de la salud capacitado», declaró el vicepresidente de la Asociación de Farmacéuticos de Indiana, Darren Covington, en un testimonio escrito contra el proyecto de ley.
El médico de Wisconsin Pierre Kory, uno de los pocos que testificó a favor del proyecto de ley de Indiana, estima que un tratamiento que incluya la ivermectina podría reducir las muertes por COVID-19 en aproximadamente un 75%.
En octubre, el senador republicano de Arizona, Kelly Townsed, presentó un proyecto de ley que prohibiría a los farmacéuticos negarse a dispensar Ivermectina para uso «no aprobado» durante las emergencias de salud pública.
Anteriormente, en Pensilvania, la representante republicana Dawn Keefer presentó un proyecto de ley que permitiría a los médicos recetar Ivermectina y sulfato de hidroxicloroquina para el tratamiento del COVID-19.
Ninguno de los dos proyectos de ley ha salido aún del comité.
En Alaska, los legisladores han debatido la idea de un proyecto de ley que promueva la ivermectina como tratamiento para el COVID, pero hasta ahora no se ha presentado ningún proyecto de ley sobre el tema en el estado.
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