En un nuevo informe que mide la dinámica de poder de los principales actores de la región asiática, Estados Unidos ocupa el primer lugar, pero se enfrenta a desafíos reales de una China cada vez más influyente.
El Instituto Lowy, con sede en Australia, lanzó su primera edición del Índice de Poder Asiático, en el que midió 25 países y territorios con ocho indicadores de poder: recursos económicos; capacidad militar; resiliencia -la capacidad de disuadir amenazas reales o potenciales a la estabilidad del Estado-; proyecciones de tendencias futuras para los recursos económicos, militares y demográficos futuros en 2030; influencia diplomática; relaciones económicas; redes de defensa -la capacidad de aliarse con otros países para aumentar la capacidad militar-; e influencia cultural.
Estados Unidos ocupó el primer lugar en la mayoría de las categorías, pero quedó por detrás de China en influencia diplomática, relaciones económicas y tendencias futuras.
Influencia Económica
Hervé Lemahieu, investigador del Instituto Lowy y director del Asia Power Index Project, explicó que el uso de la “diplomacia económica” por parte de China para comprar influencia tuvo éxito en la región. En particular, la iniciativa china One Belt, One Road (Un cinturón, Una Ruta) -en virtud del cual el régimen chino se asoció e invirtió activamente en proyectos de infraestructura en otros países- aprovechó la posición de China como prestamista y fuente clave de asistencia extranjera en Asia.
Sin embargo, la iniciativa china One Belt, One Road tiene sus riesgos: un informe reciente concluyó que muchos países socios podrían quebrar como resultado del incumplimiento de los préstamos de China.
Para esos países, a medida que se vuelvan cada vez más dependientes de China, los costos de aplicar políticas económicas independientes de Beijing -un factor clave en el indicador de “resiliencia”- serían cada vez mayores. Esto puede disuadirlos de mantener tales vínculos comerciales con el régimen chino en el futuro. “El riesgo es mutuo”, señaló Lemahieu.
“Beijing está jugando un gran partido en la región. Si los países no cumplen con las iniciativas de One Belt, One Road, eso también es un peligro para la estabilidad económica de China”.
Mientras tanto, Estados Unidos “fue excluido de la ecuación, en parte por sus propias acciones”, opinó Lemahieu, citando como ejemplo la retirada de Estados Unidos del pacto comercial de la Asociación Transpacífica (TPP por sus siglas en inglés). El presidente Donald Trump expresó en una reunión reciente con legisladores que reconsideraría unirse al TPP.
En última instancia, refirió Lemahieu, Estados Unidos “necesita un proyecto o una señal de liderazgo tan comprometido con la región como One Belt, One Road”, como dirigir más inversión extranjera en Asia y buscar acuerdos de libre comercio y otras iniciativas de “orden basado en reglas” que tuvieron éxito en el pasado.
También instó a Estados Unidos a diversificar las relaciones comerciales en Asia, ya que el comercio con China representa el 46 por ciento del comercio de Estados Unidos en la región. El siguiente socio comercial más importante de Estados Unidos en Asia, Japón, representa apenas 14 por ciento, según el índice.
Relaciones Diplomáticas
A muchos países les preocupa que Estados Unidos se retire de la región; Japón, por ejemplo, depende en gran medida de su alianza militar con Estados Unidos para la disuasión nuclear, pero le preocupa la posibilidad de que tras las conversaciones de desnuclearización entre Estados Unidos y Corea del Norte, el país retire sus tropas de la península coreana, destacó Lemahieu.
La semana pasada, Trump aseguró que no ofrecería retirar o reducir las tropas estadounidenses durante las conversaciones con el líder norcoreano Kim Jong Un.
Preparándose para la posibilidad de que Estados Unidos no sea la primera potencia en Asia en el futuro, Australia, un importante aliado de Estados Unidos, comenzó a fortalecer las relaciones con sus vecinos de Asia y el Pacífico, como Singapur, Japón e Indonesia.
Mientras tanto, la política “Act East” de la India defendida por el primer ministro Narendra Modi -que busca trabajar con los principales actores de Asia para crear un contrapeso estratégico a China- no brindó muchos resultados, comentó Lemahieu. La lucrativa atracción económica de China sigue siendo una prioridad para los países de la región.
Sin embargo, Lemahieu agregó que, en última instancia, las alianzas de defensa de Estados Unidos en Asia hacen que el país sea muy superior en capacidades militares, un problema importante para China.
China solo tiene un aliado de defensa, Corea del Norte, a menudo poco fiable, mientras que muy pocos países asiáticos optaron por alinearse con las políticas de seguridad de China, debido en gran medida a las posiciones agresivas del gigante asiático en disputas geográficas. “China todavía está bastante rodeada de relaciones tensas con sus vecinos”, remarcó Lemahieu.
Otras Categorías
En términos de influencia cultural, Estados Unidos también va muy por delante. Es el destino preferido de los estudiantes universitarios en Asia, atrayendo alrededor de medio millón de estudiantes cada año.
Y mientras que China invirtió fuertemente en la presencia de sus medios de comunicación estatales en el extranjero, los medios de comunicación estadounidenses siguen siendo mucho más influyentes. “Es importante para formar la opinión pública”, recalcó Lemahieu.
Para que Estados Unidos continúe liderando la economía mundial, Lemahieu explicó que el país debe seguir invirtiendo en investigación y desarrollo tecnológico (I+D), para poder mantener su ventaja tecnológica. “Eso es lo que Estados Unidos necesita para competir”.
El régimen chino fue ambicioso en sus intentos de alcanzar a Estados Unidos, empleando a 1,6 millones de investigadores en I+D tecnológica, según el índice.
Por favor comparte este artículo en tus redes sociales, de esta manera ayudarás a La Gran Época a continuar ejerciendo un periodismo independiente. ¡Gracias por tu apoyo!
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.