TAIPEI—El nuevo presidente de Taiwán se posesionó en su cargo y pidió a China que ponga fin a sus intimidaciones militares y políticas, en un discurso que probablemente no disuadirá al régimen comunista de su ambición de hacerse con el control de la isla.
En su discurso de investidura de 30 minutos, pronunciado el 20 de mayo, Lai Ching-te, del Partido Democrático Progresista (PDP), dijo que la República de China (ROC), que es el nombre oficial de Taiwán, es un «país soberano e independiente». Añadió que la República Popular China (RPC), que es el nombre oficial de China, y la ROC «no están subordinadas la una a la otra».
«También quiero hacer un llamamiento a China para que cese sus intimidaciones políticas y militares contra Taiwán, y comparta con Taiwán la responsabilidad global de mantener la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán, así como en toda la región, y garantizar que el mundo esté libre del temor a la guerra», declaró Lai.
El Sr. Lai dijo que su administración pretende «afianzar aún más la democracia de Taiwán» y «mantener la paz en el Indo-Pacífico».
«Siempre creí que si el líder de un país pone el bienestar de la gente por encima de todo, entonces la paz en el estrecho de Taiwán, los beneficios mutuos y la coexistencia próspera serían objetivos comunes», añadió. «Espero que China afronte la realidad de la existencia de la República de China».
Lai ganó las elecciones presidenciales de enero por un margen de unos siete puntos porcentuales sobre Hou Yu-ih, candidata del Partido Kuomintang (KMT), que quedó en segundo lugar. Su victoria dio al DPP un tercer mandato consecutivo sin precedentes, tras ocho años con Tsai Ing-wen al frente.
La victoria del DPP se considera un revés para el PCCh, que tradicionalmente favorece a los candidatos políticos del KMT por su visión amistosa del vecino comunista. En cambio, el régimen chino tachó al Sr. Lai de «alborotador» y «separatista».
El PCCh suele colgar la etiqueta de «separatista» a cualquier taiwanés que defienda la soberanía de la isla y rechace la reivindicación territorial del régimen comunista sobre ella. El régimen comunista chino está preparando a su ejército para apoderarse de Taiwán, a pesar de que la isla es una nación independiente de facto con su propio ejército, constitución y moneda.
Lai recordó a los taiwaneses que no deben hacerse ilusiones sobre China.
«Mientras China se niegue a renunciar al uso de la fuerza contra Taiwán, todos los taiwaneses debemos comprender que, aunque aceptemos la totalidad de la postura china y renunciemos a nuestra soberanía, la ambición china de adjudicarse Taiwán no desaparecerá sin más», afirmó.
Fortalecer la resistencia democrática
En cuanto a los asuntos internacionales, Lai afirmó que trabajará con «otras naciones democráticas para formar una comunidad democrática», colaborando en cuestiones como la lucha contra la desinformación y el fortalecimiento de la resistencia democrática.
Los esfuerzos de China por influir en las elecciones de Taiwán están bien documentados, con tácticas que incluyen la promoción de la desinformación a través de plataformas de medios sociales y el uso de incentivos financieros para influir en los votantes taiwaneses.
Un informe desclasificado de los servicios de inteligencia estadounidenses demuestra que China interfirió en las elecciones estadounidenses de mitad de mandato de 2022, y existe una creciente preocupación de que el PCCh intente influir en el resultado de las elecciones de noviembre.
Antes de su discurso, el Sr. Lai aceptó las felicitaciones de unos 200 políticos y delegados extranjeros en la Oficina Presidencial de Taiwán el lunes. Entre los dignatarios visitantes figuraban los de las naciones que actualmente mantienen lazos diplomáticos con Taiwán, así como los de Japón, Australia, Canadá, Estados Unidos y varias naciones europeas.
El ex vicesecretario de Estado Richard Armitage y el exasesor económico de la Casa Blanca Brian Deese formaban parte de una delegación bipartidista estadounidense que se reunió con Lai el lunes. El exsecretario de Estado Mike Pompeo también viajó a Taiwán para felicitar a Lai.
El Secretario de Estado Antony Blinken emitió un comunicado felicitando al Sr. Lai, mientras aplaudía a la Sra. Tsai por «fortalecer los lazos entre Estados Unidos y Taiwán en los últimos ocho años».
«Esperamos trabajar con el Presidente Lai y con todo el espectro político de Taiwán para promover nuestros intereses y valores comunes, profundizar nuestra larga relación no oficial y mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán», declaró Blinken.
El senador demócrata Ben Cardin, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que esperaba «trabajar con la Administración Lai para seguir fortaleciendo la relación entre Estados Unidos y Taiwán mediante la expansión de nuestros lazos económicos, de seguridad y entre los pueblos», según un comunicado.
La Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), una coalición mundial de legisladores, emitió un comunicado en X (antes Twitter) para felicitar a Lai por su toma de posesión.
«Sectores industriales de confianza»
El Sr. Lai también habló sobre la importancia de las industrias tecnológicas de Taiwán para el mundo.
«Taiwán ya domina la fabricación avanzada de semiconductores, y nos situamos en el centro de la revolución de la IA», afirmó. «Somos un actor clave en la cadena de suministro de las democracias globales».
Taiwán produce alrededor del 90 por ciento de los semiconductores más avanzados del mundo, que son diminutos chips que alimentan desde ordenadores y teléfonos inteligentes hasta sistemas de misiles. Por ello, la ambición china de apoderarse de Taiwán también está impulsada en parte por el objetivo de poder controlar el sector de semiconductores de la isla.
Bajo su administración, Lai afirmó que su objetivo es desarrollar «cinco sectores industriales de confianza»: semiconductores, IA, militar, seguridad y vigilancia, y comunicaciones de próxima generación.
Antes de la toma de posesión del lunes, China ya estaba tomando medidas para presionar a Lai.
China navegó con siete buques de guerra en aguas cercanas a la isla y seis aviones militares chinos cruzaron la zona de identificación de defensa aérea de la isla en las 24 horas anteriores a las 6 de la mañana, hora local, del 20 de mayo, según el Ministerio de Defensa de Taiwán.
A principios de este mes, la Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán informó que en los últimos meses aumentó el número de ciberataques diarios procedentes de China, según la Agencia Central de Noticias, gestionada por el gobierno de la isla. En los últimos meses se produjeron 2.5 millones de ciberataques diarios, frente al millón de enero, según la agencia, y los ataques se dirigieron principalmente contra sitios web gubernamentales de Taiwán.
La semana pasada, China sancionó a cinco comentaristas políticos taiwaneses, una medida que suscitó la reprobación del Club de Corresponsales Extranjeros de Taiwán (TFCC).
«Las sanciones representan una afrenta a la libertad de expresión y al derecho de los periodistas a trabajar sin intimidaciones ni represalias», declaró el TFCC en un comunicado. «Instamos a las autoridades chinas a defender los principios de la libertad de expresión y a abstenerse de acciones que socavan la independencia y la integridad periodísticas».
El lunes, el Ministerio de Comercio chino anunció sanciones contra tres empresas estadounidenses —Boeing’s Defense, Space & Security unit, General Atomics Aeronautical Systems y General Dynamics Land Systems— por la venta de armas a Taiwán.
La senadora Marsha Blackburn (republicana de Tennessee) también felicitó por X a Lai y a Hsiao Bi-Khim, nueva vicepresidenta de Taiwán. Hsiao fue anteriormente la máxima representante de Taiwán en Estados Unidos durante la administración Tsai.
«En medio de las continuas amenazas de la China comunista, debemos seguir apoyando a Taiwán como nación libre e independiente», escribió Blackburn.
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