WASHINGTON—La primera semana del juicio de Oath Keepers terminó el 7 de octubre en el Palacio de Justicia de EE. UU. E. Barrett Prettyman con breves testimonios de dos agentes especiales del FBI.
Ambos agentes dijeron que la oficina los asignó para investigar a los miembros de Oath Keepers antes y después de las elecciones presidenciales de 2020. Analizaron los posteos en las redes sociales, los mensajes de texto y otras comunicaciones de los acusados Stewart Rhodes, Thomas Caldwell, Kelly Meggs, Jessica Watkins y otros.
El agente especial Ryan McCamley testificó que escuchó el discurso de Rhodes en la Marcha de Jericó vestido de civil. Según él, desde noviembre de 2020, la agencia se ha dado cuenta de los riesgos de violencia entre los partidarios de Donald Trump y otros manifestantes.
Los dos agentes confirmaron a los fiscales que Rhodes envió mensajes de texto y habló de negarse a aceptar unas elecciones presidenciales posiblemente robadas y de cómo él y su equipo planeaban anular las elecciones si el expresidente Donald Trump no invocaba la Ley de Insurrección.
En una carta (pdf) dirigida a Trump el 14 de diciembre de 2020, Rhodes dijo: “Si no actúa mientras aún está en el cargo, nosotros, el pueblo, tendremos que librar una sangrienta guerra civil y una revolución». Los abogados del gobierno han señalado repetidamente la carta a lo largo del juicio como prueba de la intención de Rhodes de derrocar al gobierno.
“Es hora de tomarse en serio el entrenamiento. Y la fuerza sobre la fuerza es el camino a seguir”, escribió Rhodes en un mensaje el 25 de diciembre de 2020 al grupo “OLD Leadership CHAT” en Signal.
“Pero él [Trump] necesita saber que si él no lo hace, nosotros lo haremos. Y si tenemos que hacerlo nosotros mismos, sin él como comandante en jefe, será exponencialmente más difícil y moriremos muchos más. Y mientras luchamos, nuestra nación será vulnerable a la invasión”, escribió Rhodes en el mismo chat grupal el 29 de diciembre de 2020. “Será horrible”.
Durante la primera semana del juicio, los abogados del gobierno mostraron capturas de pantalla de mensajes de texto de la aplicación Signal, mensajes de Facebook, llamadas grabadas y vídeos en los que Rhodes y su organización supuestamente conspiraban contra la transición de poder al presidente electo Joe Biden.
Los fiscales también pidieron a varios testigos que escribieran en un gran calendario físico en la sala las fechas de varios mítines de Trump, incluyendo las protestas del 12 de diciembre de 2020, el 6 de enero de 2021 y otros eventos, en un intento de facilitar a los jurados la comprensión del orden cronológico de los acontecimientos.
Sin embargo, los abogados defensores dijeron que los Oath Keepers estaban preocupados por un posible ataque del grupo extremista Antifa el 6 de enero. Los Oath Keepers actúan como una extensión de las fuerzas del orden, dijeron, tratando de reducir los conflictos. Aunque los Oath Keepers tenían municiones en Virginia, no las usaron y no actuaron incluso después de que quedó claro que Trump no invocaría la Ley de Insurrección.
El gobierno de EE. UU. acusó a Rhodes, Caldwell, Meggs y a otros de múltiples delitos, como conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, ayuda e instigación, conspiración para impedir que un funcionario desempeñe sus funciones, destrucción de la propiedad del gobierno, desorden civil y manipulación de documentos.
La segunda semana comenzará el 11 de octubre.
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