Se han precintado viviendas y un gran número de viajeros están varados en una prefectura de la región china de Xinjiang, fronteriza con Kazajstán, donde se han detectado dos nuevos casos de COVID-19, según los residentes.
La Comisión de Salud de Xinjiang informó el 3 de octubre de dos nuevos casos de infecciones asintomáticas en la ciudad de Khorgos, en la prefectura Kazakh de Ili. Ese mismo día, la ciudad, con una población de 85,000 habitantes, informó de la localización de contactos de 192 personas, todas ellas fueron puestas en cuarentena.
Los habitantes de la zona informaron al periódico en idioma chino Epoch Times sobre la situación actual en la región afectada, que se encuentra en la frontera entre China y Kazajstán.
«Este lugar está bajo un cierre total y ninguna persona de fuera puede entrar», dijo el 4 de octubre una residente con el sobrenombre de Li en la ciudad de Khorgos.
«Un gran número de viajeros están varados aquí y no se les permite salir. Han sido alojados en hoteles y vigilados por personal designado por el gobierno», dijo.
Li dijo que también se le exigió la cuarentena en casa, y que su puerta había sido sellada.
«Todos estamos aislados en casa… Estamos muy preocupados por estar encerrados en casa», dijo.
Li dijo que estaba muy preocupada. «Fueron una madre y una hija las que fueron diagnosticadas. El funcionario no dijo cómo se infectaron. Tenemos miedo».
Li reveló que en estos momentos todos los supermercados y tiendas están cerrados, y que todos los productos del supermercado se han agotado.
«Hay voluntarios de la comunidad que reparten alimentos racionados [a los residentes de la comunidad]», dijo.
The Epoch Times obtuvo un video de residentes locales haciendo compras de pánico y vaciando los supermercados locales.
Cierre del transporte
Los medios de comunicación de China continental informaron de que el 3 de octubre se cancelaron un gran número de vuelos con origen y destino en Urumqi Diwopu, Korla, Aksu, Yining y otros aeropuertos de Xinjiang. En el aeropuerto de Yining, una ciudad mediana de la prefectura, se cancelaron 13 vuelos nacionales de entrada y 11 de salida.
Con una población de más de medio millón de habitantes, la ciudad de Yining también puso en marcha controles de tráfico, y la estación de ferrocarril también suspendió el transporte de pasajeros.
Un propietario de una vivienda en Yining dijo que la ciudad siempre ha tenido las más estrictas medidas de control COVID-19, incluso antes del informe de los casos recientes.
Ahora todas las comunidades residenciales han sido cerradas y los residentes no pueden ni siquiera bajar las escaleras, dijo la mujer.
«Les conté a mis invitados, que son de Beijing, sobre los nuevos casos y el cierre, así que se fueron cuando aún podían. De lo contrario, no se les permitirá salir. Los huéspedes de otras casas de familia están varados», dijo.
Solo se les permite bajar en tandas, cuando necesitan comprar comida, dijo. Los autobuses y los coches privados están prohibidos en las calles, solo los taxis pueden seguir operando, y hay puestos de control por todas partes, añadió.
Debido a la falta de transparencia, se sospecha que el régimen comunista en el poder encubre la situación real de COVID-19 y el número real de contagios sigue siendo desconocido.
Con información de Hong Ning y Gu Xiaohua.
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