Los ataques contra feligreses estadounidenses en 2023 van camino de convertirse en los peores de los últimos seis años, según un grupo sin ánimo de lucro de Washington.
«Los actos criminales contra las iglesias han ido en constante aumento durante los últimos años, y el primer trimestre de 2023 continuó la tendencia al alza», informó el Family Research Council (FRC- Consejo de Investigación Familiar) el 10 de abril en un suplemento a su informe temático titulado Hostilidad a las Iglesias.
El asesinato de seis personas en el tiroteo de la Escuela Covenant el 27 de marzo en Tennessee, y el vandalismo en las propiedades de las iglesias, indican un repunte en los ataques contra los cristianos desde 2018, cuando el consejo comenzó a rastrear tales eventos.
Para el Domingo de Pascua, el 9 de abril, los creyentes fueron testigos de tres veces más actos de hostilidad que en el mismo período de tiempo en 2022, informó el Consejo de Investigación Familiar.
Algunos ataques a las propiedades eclesiásticas incluyen agresiones al personal, como el asalto a la entrada de la iglesia católica de Santa Luisa en Bellevue, Washington, el 28 de junio de 2022.
Un hombre de 31 años, que se identificó como transexual, pintó con spray a un empleado de la iglesia y causó daños por valor de más de 30,000 dólares antes de que la policía lo detuviera.
Al año siguiente, el Departamento de Justicia de la administración Biden fue acusado de parcialidad en la gestión por un acuerdo de culpabilidad que no prevé penas de cárcel para Maeve Nota, de 31 años, quien destruyó una estatua de la Virgen María de fabricación italiana, rompió ventanas y pintó con spray al administrador Jonathan Taasan.
Por el contrario, el activista provida, Mike Houck se enfrentó a 11 años de cárcel por violar la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas (FACE), tras una protesta en la que empujó a un empleado pro-aborto.
Un jurado de Pensilvania absolvió a Houck el 30 de enero de 2023.
Menos respeto por el cristianismo
El número de ataques a creyentes cristianos recopilado por la experta en política del Consejo de Investigación Familiar, Arielle Del Turco, cuenta la historia.
«Parece haber un aumento en la frecuencia en el curso de la presentación de informes», escribió Del Turco. «El informe del Consejo de Investigación Familiar identificó 137 actos de hostilidad contra las iglesias entre enero y septiembre de 2022.
«En comparación, hubo 96 incidentes en los 12 meses de 2021. El Consejo de Investigación Familiar también identificó 54 incidentes contra iglesias en 2020, 83 en 2019 y 50 en 2018».
La pregunta para muchos fieles es «¿Por qué?».
«El creciente secularismo en Estados Unidos significa que menos personas están familiarizadas con el cristianismo y, por tanto, son menos respetuosas», declaró Del Turko a The Epoch Times.
«Los actos criminales de vandalismo y destrucción de propiedades eclesiásticas son sintomáticos de un colapso de la reverencia y el respeto sociales por los lugares de culto y la religión, en este caso, las iglesias y el cristianismo», dice Del Turko en su informe.
«Algunas personas parecen sentirse cada vez más cómodas arremetiendo contra los edificios de las iglesias, lo que apunta a un problema social más amplio de marginación de las creencias cristianas fundamentales, incluidas las que tocan cuestiones políticas candentes relacionadas con la dignidad humana y la sexualidad», añade Del Turko.
Agencias del gobierno contra los cristianos
El informe del Consejo de Investigación Familiar da contexto a las reacciones dentro las comunidades creyentes, que temen que, además de los asesinatos aleatorios cometidos por los tiradores en las escuelas, los organismos del gobierno federal tengan a los cristianos en el punto de mira.
El senador Josh Hawley de Missouri está entre ellos. Hawley interrogó al fiscal general Merrick Garland el 1 de marzo para averiguar cuántos agentes del FBI habían desarrollado recursos dentro de las iglesias católicas de misa latina en un esfuerzo por ahuyentar a los terroristas domésticos.
Un memorando filtrado del FBI citó a los «católicos tradicionalistas radicales» como vínculo con grupos con «adhesión a la ideología antisemita, antiinmigrante, anti-LGBT y supremacista blanca», según la prensa.
Garland negó que el FBI lo hubiera hecho, pero Hawley le acusó de mentir.
«Esto es un síntoma de una agenda muy triste y oscura de la izquierda», dijo Patti Price, fundadora de Our Voices for Freedom, un grupo de defensa conservador en Frederick, Maryland.
«Es un prejuicio muy fundamental y sistémico contra la mayoría de los estadounidenses y contra quienes reconocen los derechos individuales dotados por nuestro Creador».
«Es el comienzo de un reino jacobino de terror de quienes buscan el poder comunista, mientras exigen diversidad, pero toleran cero diversidad de pensamiento y conciencia», dijo Price.
El informe es preocupante, según Dede Laugesen, directora ejecutiva de Save the Persecuted Christians (Salvemos a los cristianos perseguidos).
Se pierde la confianza
«Violentos trans-extremistas y grupos ocultos como Jane’s Revenge, han puesto como objetivo a los cristianos en todo Estados Unidos.
«Tanto si se trata de vandalismo y violencia destructiva contra la propiedad como de algo peor —el tiroteo masivo de estudiantes cristianos y sus profesores— todo ello es un signo preocupante de que la guerra civil de moral fría de Estados Unidos se está calentando», declaró Laugesen a The Epoch Times.
«Los ánimos están caldeados y la confianza está rota a ambos lados de la división».
«Aún más preocupante es el apoyo del gobierno federal y de sus agencias a quienes se manifiestan en contra de las personas con creencias y principios tradicionales enfrentadas al trato desigual, la censura y la abierta «marginación» de los cristianos, los padres preocupados y otros que, como dijo el presidente Obama, «se aferran» a ‘las armas o la religión'», añadió Laugesen.
«Nosotros sabemos que no controlándose, la destrucción y el vandalismo de propiedades asociadas a grupos marginados —y los cristianos en Estados Unidos siendo deshumanizados, desestimados, censurados y expulsados de la plaza pública— esto acabará desembocando en el tipo de persecución violenta que se ha visto en otros lugares y que históricamente ha provocado la muerte de millones de personas», afirmó a continuación.
«La violencia en ambos bandos está mal. Tratar a un lado de la línea divisoria con impunidad y alabanza mientras se castiga al otro es extremadamente peligroso».
«El tiroteo de Nashville debería ser calificado de delito de odio y perseguido como tal por el Departamento de Justicia y las autoridades estatales».
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