Un número creciente de estadounidenses tiene una opinión negativa del régimen chino, mientras la pandemia causa daños en Estados Unidos, según una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew.
Dos tercios de los encuestados en marzo dijeron que tenían una opinión negativa de Beijing, el porcentaje más alto registrado desde que el centro de investigación comenzó a hacer la pregunta en 2005.
Alrededor de nueve de cada diez estadounidenses dijeron que veían el poder y la influencia del régimen como una amenaza, incluyendo el 62 por ciento que lo consideraban una amenaza «importante», según la encuesta. A los encuestados se les preguntó si consideraban que China no representaba ninguna amenaza, una amenaza menor o una amenaza mayor.
Los resultados, basados en una encuesta a 1000 adultos estadounidenses realizada entre el 3 y el 29 de marzo, reflejan un marcado cambio de actitud hacia el régimen desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo y adoptó una postura más dura con Beijing en cuestiones como el comercio y los derechos humanos.
La encuesta se llevó a cabo mientras el brote de virus del PCCh (Partido Comunista Chino) empeoraba en todo el territorio de Estados Unidos y los funcionarios pedían que se responsabilizara al régimen chino por su encubrimiento inicial del brote en China, lo cual causó la propagación del virus en todo el mundo.
Alrededor del 70 por ciento de los encuestados dijeron que no confiaban en que el líder chino Xi Jinping hiciera lo correcto en lo que se refiere a los asuntos mundiales, otra cifra alta desde que el centro de investigación hizo la pregunta por primera vez.
El impacto de China en el medio ambiente mundial y sus ciberataques fueron las dos principales preocupaciones de los encuestados, ya que el 91 por ciento y el 87 por ciento, respectivamente, consideraron esos asuntos como un problema «algo grave» o «muy grave». Las políticas de derechos humanos del régimen también fueron motivo de preocupación para el 82 por ciento de los encuestados, y el 57 por ciento lo calificó de problema «muy grave».
Las impresiones negativas del régimen trascienden las líneas de los partidos, aunque en general, una mayor proporción de republicanos tenían opiniones desfavorables sobre Beijing, en comparación con los demócratas.
En otra encuesta reciente, los estadounidenses informaron de la desconfianza bipartidista hacia Beijing.
Una encuesta de Harris Poll realizada entre el 14 de marzo y el 5 de abril mostró que el 77 por ciento de los estadounidenses culpan al PCCh por la propagación del virus.
Esta creencia tuvo eco en todo el espectro político, ya que el 67 por ciento de los demócratas, el 75 por ciento de los independientes y el 90 por ciento de los republicanos creen que el régimen chino fue responsable de la pandemia.
Mientras tanto, el gobierno de Trump ha intensificado los llamados a la transparencia de Beijing, y ha lanzado una investigación sobre los orígenes del brote, incluyendo si vino de un laboratorio en el epicentro del virus de China, Wuhan.
También se han presentado una serie de demandas, incluida una del estado de Missouri, en los tribunales de Estados Unidos contra el régimen que exige una indemnización por las pérdidas económicas sufridas como consecuencia de la pandemia.
Emel Akan contribuyó a este informe.
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