El sindicato, que representa a los oficiales de policía en la ciudad de Nueva York, advirtió el lunes que «la ciudad se vendrá abajo» si los oficiales continúan siguiendo la actual política de imponer el distanciamiento social.
Refiriéndose al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), Patrick Lynch, presidente de la Asociación de Beneficencia de la Policía de la ciudad de Nueva York, el sindicato de policía más grande de la ciudad, describió la situación actual como algo «insostenible».
«El NYPD necesita sacar a los policías del asunto de la aplicación de distanciamiento social por completo», dijo Lynch en un comunicado.
.@NYCPBA calls for end of @NYPDnews policing of social distancing: «As the weather heats up & the pandemic continues to unravel our social fabric, police officers should be allowed to focus on our core public safety mission. If we don’t, the city will fall apart before our eyes.” pic.twitter.com/YPYZUh4TG2
— NYC PBA (@NYCPBA) May 4, 2020
Acusó al liderazgo de la ciudad de Nueva York de proporcionar a la policía de Nueva York «nada más que pautas vagas y mensajes mixtos, dejando a los policías en las esquinas de las calles para valerse por sí mismos».
«Nadie tiene derecho a interferir en una acción policial», continuó Lynch. «Pero ahora que ha llegado la inevitable reacción, una vez más nos arrojan debajo del autobús».
Dijo que los subterráneos de la ciudad están «en caos», mientras que las «enfermeras heroicas» de la ciudad de Nueva York están siendo robadas en su camino a los hospitales.
Alrededor de 1000 oficiales de policía fueron enviados por la ciudad el sábado para asegurar que se sigan las medidas de distanciamiento social.
«A medida que el clima se calienta y la pandemia continúa deshaciendo nuestro tejido social, los oficiales de policía deberían poder concentrarse en la misión central de la seguridad pública», agregó Lynch. «Si no lo hacemos, la ciudad se vendrá abajo ante nuestros ojos».
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, lanzó el lunes un plan de cuatro fases para reabrir el estado, diciendo que reabrir Nueva York será más difícil que cerrarlo. Advirtió sobre un rebote de COVID-19 si las restricciones se levantan demasiado rápido o fuera de un proceso inteligente.
Cuomo dijo en un tuit que se publicó el lunes: “Reabrir nuestro estado es mucho más complicado que cerrarlo. Si abres demasiado rápido, puedes tener una reacción violenta inmediatamente”.
Citando la experiencia de algunos otros países que levantaron las restricciones solo para ver un resurgimiento, dijo: «Debemos ser inteligentes».
La primera fase del plan de Cuomo para la reapertura abriría la construcción, la fabricación, las partes de la cadena de suministro que se dedican a la venta al por mayor y la venta minorista con recogida en la acera.
«Son los más esenciales, con el menor riesgo», dijo.
La segunda fase reactivaría los servicios profesionales, incluyendo finanzas y seguros, venta minorista, soporte administrativo y bienes raíces.
La fase tres permitiría que los servicios de comida y alojamiento (restaurantes y hoteles) vuelvan a estar en línea.
Y las artes y el entretenimiento se reiniciarían en la fase cuatro, al igual que la recreación y la educación.
Las regiones se clasificarían en una escala de riesgo de resurgimiento, con partes del estado menos pobladas designadas como de menor riesgo, mientras que los lugares concurridos, como la ciudad de Nueva York, fueron calificados como de «mayor riesgo».
“La reapertura es más difícil que el cierre. El cierre fue relativamente simple”, dijo en una sesión informativa el lunes.
La orden de permanencia en el hogar del estado de Nueva York, vigente desde mediados de marzo, expirará el 15 de mayo. Cuomo dijo anteriormente que algunas regiones fuera del área de la ciudad de Nueva York, con un número relativamente bajo de casos, podrían comenzar a levantar las restricciones después de esa fecha.
No especificó qué regiones abrirían primero, pero en su sesión informativa mostró una diapositiva con las partes más rurales del norte y el centro del estado etiquetadas como «regiones de menor riesgo», en contraste con las «regiones de mayor riesgo», que incluyen la densamente poblada ciudad de Nueva York.
Tom Ozimek contribuyó a este informe.
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