Los diseños territoriales de Beijing sobre Taiwán presentan un paralelo con la beligerancia rusa hacia Ucrania. Y a medida que los regímenes autocráticos de China y Rusia se vuelvan más unificados, proteger la soberanía de Taiwán requerirá el mismo tipo de unidad que las naciones occidentales han adoptado frente a la agresión del presidente ruso, Vladimir Putin.
Eso es según dos legisladores Michael Guest (R-Miss.) y Carlos Giménez (R-Fla.) que hablaron en el programa “Capitol Report” de NTD el 2 de marzo. NTD es un medio asociado de The Epoch Times.
“A medida que comencemos a ver que Rusia y China se alinean más, los países que se oponen a la naturaleza agresiva de ambas naciones tendrán que unirse, tal como vemos en Europa”, dijo Guest. “Vamos a tener que tener esos mismos aliados en el Lejano Oriente, y estar preparados, si vemos que China hace algún movimiento hacia Taiwán”.
Dado el creciente peligro para la independencia de facto de Taiwán, Guest dijo que no es demasiado pronto para que el presidente Joe Biden considere suministrar más armas a Taiwán de forma preventiva. Tratar de hacerlo “después del hecho”, cuando una nación o territorio está bajo invasión u ocupación, es mucho más difícil, argumentó.
“Así que creo que el presidente debería adoptar una postura agresiva, y debería reafirmar nuevamente nuestro compromiso con Taiwán y comenzar de inmediato a suministrarles las armas que necesitan, para que puedan defenderse de cualquier posible ataque de China”, dijo.
Estados Unidos es el mayor proveedor de armas de Taiwán y está obligado por ley federal a proporcionar a la isla los medios para defenderse.
En medio de la crisis de Ucrania, el gobierno de Biden envió a exaltos funcionarios de defensa a la isla el 1 de marzo, en un esfuerzo por demostrar que Estados Unidos “se mantiene firme en sus compromisos”.
Mientras tanto, Giménez advirtió contra dejar que la conflagración de Ucrania distraiga la amenaza que representa el régimen comunista en Beijing.
La amenaza para Estados Unidos y el mundo “ahora y en el futuro” es el régimen chino, dijo. Una de las razones de esta evaluación es el vasto poder económico que Beijing puede utilizar en nombre de su ejército. Giménez comparó el poderío económico de Beijing con el de Rusia. China es la segunda economía más grande del mundo después de Estados Unidos, y su economía es unas 10 veces más grande que la de Rusia.
“China ahora está comenzando a ser una potencia económica mucho mayor. También están acelerando su expansión militar. Ellos quieren ser la potencia militar dominante sobre Estados Unidos para 2050 y quieren ser la potencia económica dominante en el mundo”, advirtió.
Giménez advirtió enfáticamente contra confundir la naturaleza del régimen en Beijing. A pesar de todas las reformas de mercado emprendidas bajo los predecesores del líder Xi Jinping, el carácter comunista del sistema político y económico de China es inconfundible, dijo.
“Ellos podrían estar disfrazados de una nación capitalista, pero no lo son”, dijo Giménez.
“No quiero que mis hijos o mis nietos vivan bajo la bota del Partido Comunista Chino, así que haré todo lo que esté a mi alcance para que eso nunca suceda”, agregó.
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