La reciente ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk desbarató la narrativa bélica del presidente ruso Vladimir Putin, suscitando dudas entre las élites rusas sobre la trayectoria del conflicto, según altos cargos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido.
El director de la CIA, Bill Burns, y el jefe del MI6, Richard Moore, en una rara aparición conjunta en el Festival de Fin de Semana del Financial Times, celebrado en Londres el 7 de septiembre, describieron la ofensiva de Kursk como un acontecimiento crucial que ha llevado a los dirigentes rusos a reconsiderar sus hipótesis sobre la guerra, que ya lleva más de dos años y medio.
La ofensiva ucraniana, lanzada a principios de agosto, se adentró en la región rusa de Kursk, se apoderó de territorio clave y capturó prisioneros de guerra.
“Es típicamente audaz y osado por parte de los ucranianos tratar de cambiar el juego”, dijo Moore, mientras que Burns se refirió a la operación como un “logro táctico significativo” que ha “planteado preguntas a través de la élite rusa sobre hacia dónde se dirige todo esto”.
La narrativa de Putin de una victoria inevitable y aplastante se encuentra ahora bajo un mayor escrutinio. Burns dijo que el presidente ruso afirmó que es sólo cuestión de tiempo antes de que las fuerzas de Kiev sean derrotadas y sus partidarios occidentales estén agotados.
“Lo que han hecho estos acontecimientos (la reciente ofensiva de Kursk) es hacer mella en esa narrativa, y plantea preguntas en la élite rusa sobre ¿para qué sirve todo esto?”, dijo Burns.
A pesar de los avances militares de Kiev, Burns y Moore advirtieron del peligro de considerar la operación como un cambio decisivo en el conflicto. Moore señaló que, aunque las acciones de Ucrania en Kursk han cambiado la dinámica de la guerra, la durabilidad de estas ganancias territoriales sigue siendo incierta.
Las fuerzas rusas han respondido retomando algunas posiciones perdidas en el óblast de Kursk en medio de continuos combates, en particular las zonas al noreste de Zhuravli y cerca de Korenevo, según una actualización del 6 de septiembre del Instituto para el Estudio de la Guerra. Sin embargo, los combates persisten mientras las fuerzas ucranianas siguen desafiando el control ruso en la región.
Putin trata de restar importancia a la incursión de Kursk, afirmando en un foro económico en Vladivostok el 5 de septiembre que la ofensiva ucraniana ha tenido un impacto mínimo en la estrategia militar más amplia de Rusia. Dijo que, gracias al traslado de unidades ucranianas bien preparadas por Kiev a territorio ruso, Rusia pudo acelerar sus operaciones ofensivas en la región del Donbás, que sigue siendo un foco clave para Moscú.
Putin también dijo que la incursión no logra dividir a la sociedad rusa, afirmando en cambio que había reforzado la unidad nacional y provocado un aumento de los alistamientos militares.
De hecho, las fuerzas rusas han intensificado las operaciones en todo el este de Ucrania en los últimos días, según una evaluación del Instituto para el Estudio de la Guerra, aunque el think tank dijo que la afirmación de Putin de que la ofensiva de Kursk no ha tenido ningún impacto es “demostrablemente falsa”.
“La incursión ucraniana en el óblast de Kursk ha tenido impactos en todo el teatro de operaciones y es probable que estos impactos sigan afectando a las capacidades ofensivas y defensivas rusas más allá de la ofensiva de Pokrovsk”, escribió el instituto en su evaluación.
El ejército ruso ha concentrado parte de sus esfuerzos en la estratégica ciudad de Pokrovsk, situada a lo largo de rutas de suministro críticas en el este de Ucrania. La ofensiva forma parte de un intento más amplio de ampliar el control ruso sobre la región occidental de Donetsk, con el objetivo de cortar el paso a los refuerzos ucranianos y asegurarse más territorio, según el think tank.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, las presiones operativas causadas por la incursión ucraniana en Kursk han obligado a Rusia a estirar al máximo sus recursos, socavando la ofensiva de Pokrovsk a pesar de las afirmaciones de Putin.
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