Un agente de policía mexicano involucrado en la operación que capturó al hijo del famoso narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán el mes pasado, fue asesinado a plena luz del día esta semana.
El oficial, nombrado como Eduardo N., fue asesinado en Culiacán en Sinaloa el 6 de noviembre, unas tres semanas después de que la policía capturó a Ovidio Guzmán López, pero pronto lo dejó ir después de que miembros del cartel se apresuraron al área y comenzaron a disparar.
Las cámaras de vigilancia capturaron el asesinato de Eduardo.
El oficial estacionó su auto blanco cerca de un centro comercial. Pocos segundos después, un vehículo rojo se detuvo junto al auto y hombres armados saltaron, disparando al oficial.
Los miembros del cartel dispararon 155 balas contra el oficial de policía antes de regresar al vehículo rojo, que se alejó rápidamente, informó Excelsior.
El oficial era parte de la Policía Preventiva del Estado de Sinaloa y fue asignado para proteger al subsecretario de Seguridad Pública, Carlos Alberto Hernández Leyva.
Eduardo fue parte de las fuerzas de seguridad antidrogas que patrullaban la región cuando Guzmán López fue capturado el 17 de octubre y no participó directamente en el intento fallido de arrestar al hijo de El Chapo, Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de seguridad pública en Sinaloa, dijo El Heraldo de México.
La operación llevó a los oficiales a detener a Guzmán López, pero después de un intenso tiroteo entre la policía y los miembros del cartel, el presunto miembro de alto rango del cartel fue liberado.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha defendido reiteradamente la postura de su administración hacia los carteles, diciendo que los esfuerzos para enfrentar la violencia con la violencia llevada a cabo por administraciones anteriores no han funcionado.
El presidente Donald Trump presionó a Obrador para que realizara un gran esfuerzo contra los carteles después de que nueve ciudadanos estadounidenses fueron asesinados por hombres armados del cartel esta semana, pero Obrador dijo que la situación no afectaría su estrategia.
“Fue lamentable, doloroso porque los niños murieron, pero ¿queremos resolver el problema de la misma manera (como las administraciones anteriores)? ¿Declarando la guerra?”, preguntó en su conferencia de prensa diaria el miércoles, según Fox News. “Eso, en el caso de nuestro país, demostró que no funciona. Eso fue un fracaso. Causó más violencia».
Obrador agregó: “Lo malo no puede ser confrontado con lo malo. Lo malo necesita ser confrontado haciendo lo bueno. Creemos que lo más importante es la vida, proteger la vida de todos; la vida de los militares, la vida de los presuntos delincuentes y la vida de los civiles».
Sobre la decisión de liberar a Guzmán López, el presidente afirmó: «Si hubiéramos actuado como lo pidieron, nos hubieran rogado, habría habido más de 200 muertos».
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