La variante ómicron del nuevo coronavirus es ahora la fuente principal de las nuevas infecciones por COVID-19 en Estados Unidos, representando aproximadamente el 73 por ciento de las nuevas infecciones en todo el país, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Las autoridades federales citaron el lunes las cifras de los CDC correspondientes a la semana que terminó el 18 de diciembre, las que muestran que en solo esta semana se produjo un aumento de casi seis veces en la proporción de infecciones de ómicron.
La variante fue detectada por los médicos de África por primera vez hace menos de un mes, y el 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud la designó como «variante preocupante». Desde entonces ómicron se notificó en unos 90 países.
La Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo que las nuevas cifras reflejan el tipo de crecimiento observado en otros países.
«Estas cifras son contundentes, pero no son sorprendentes», dijo Walensky.
Todavía se desconoce mucho sobre la variante ómicron, como por ejemplo si causa una enfermedad más grave o no.
Hasta ahora se han confirmado oficialmente pocas muertes a nivel mundial relacionadas con esta variante de COVID-19. Las autoridades dijeron el lunes que un hombre no vacunado en Texas murió tras contraer ómicron, pero no está claro si se han registrado otras muertes relacionadas en el país.
Mientras tanto, el director de salud de la ciudad de Nueva York dijo que, si bien los casos de ómicron están aumentando rápidamente, a nivel de hospitalizaciones no está ocurriendo lo mismo en este momento.
Funcionarios del ministerio de Salud de Sudáfrica dijeron la semana pasada que sus tasas de hospitalización debido a ómicron son aproximadamente una décima parte de la tasa de hospitalización registrada durante el brote epidémico de la variante delta a principios de este año.
La administración de Biden, mientras tanto, modificó su mensaje en los últimos días para advertir a los no vacunados que la Casa Blanca cree que experimentarán un invierno de «enfermedades graves y muerte”.
«Si está vacunado y tiene su vacuna de refuerzo, está protegido de enfermedades graves y de la muerte», dijo el presidente Joe Biden durante una rueda de prensa el 16 de diciembre.
El coordinador de la respuesta a COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, se hizo eco de sus declaraciones al día siguiente.
«Estamos decididos a no dejar que ómicron perturbe el trabajo y la escuela de los vacunados. Ellos han hecho lo correcto y saldremos adelante», dijo Zients. «Para los que no están vacunados, a ustedes les espera un invierno de enfermedades graves y muerte, sus familias y los hospitales ustedes pronto podrían saturarlos».
Los funcionarios de los CDC dijeron que aún no tienen estimaciones de cuántas hospitalizaciones o muertes se deben a la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad COVID-19.
Aunque sigue habiendo muchas nuevas infecciones causadas por la variante delta, «preveo que con el tiempo, delta será desplazada por ómicron», dijo Walensky.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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