La Organización Mundial de la Salud (OMS) está utilizando especulaciones no científicas sobre la viruela del mono para «justificar nuevas violaciones a los derechos humanos» con el lanzamiento de nuevas vacunas experimentales, afirma World Council for Health (WCH), una iniciativa independiente sin ánimo de lucro.
No existe ninguna base científica racional para vacunar a la gente contra la viruela con el fin de prevenir la propagación de la viruela del mono, según el WCH en una declaración publicada el viernes. La organización dijo que las viejas fotos de los archivos de los CDC y de Getty Images, utilizadas para hacer circular una idea sobre la enfermedad, «no son representativas de los actuales casos internacionales de viruela del mono».
El WCH hizo referencia en el comunicado a un artículo de Alliance for Natural Health (ANH) International, una organización sin ánimo de lucro con sede en el Reino Unido fundada en 2002 por Robert Verkerk.
«Tanto si la viruela del mono cobra impulso como si disminuye, su momento es ideal para justificar un mayor apoyo a la gobernanza sanitaria global y centralizada orquestada por la OMS a través del Reglamento Sanitario Internacional y el ‘tratado sobre pandemias’ de la OMS», dijo Verkerk en el artículo del 25 de mayo.
Verkerk afirma que las definiciones de los casos de viruela del mono «están perfectamente configuradas para enmascarar» los síntomas de las lesiones causadas por la vacuna contra el COVID-19, como el aumento de la prevalencia del herpes zóster tras la inyección.
Las descripciones originales de la OMS de las pústulas de la viruela, según un documento de 1973, difieren de las imágenes que circulan por los medios de comunicación en la actualidad, lo que supone una incoherencia, afirma Verkerk.
Aunque la viruela alcanzó su punto álgido en torno a la década de 1950, quedó prácticamente erradicada en 1980 a nivel mundial.
Sin embargo, la OMS se está preparando para un despliegue mundial de vacunas contra la viruela de nueva generación que probablemente será justificado por «las autoridades sanitarias a pesar de la falta de pruebas de seguridad», especialmente cuando interactúa con «vacunas genéticas» como la del COVID, dijo Verkerk.
La viruela del mono requiere un diagnóstico clínico y una prueba PCR tendrá serias limitaciones y podría «conducir a muchos casos falsos positivos», señaló la declaración del WCH. La definición actual de un caso sospechoso de viruela del mono incluye también las afecciones del COVID-19, el resfriado común y el herpes zóster.
«La mayor amenaza para la salud mundial es el esfuerzo continuo de la OMS y sus socios privados por vacunar a todos los hombres, mujeres y niños con nuevas vacunas e inyecciones experimentales que no han sido probadas adecuadamente», del comunicado del WCH.
Según los datos de los CDC, en Estados Unidos se han registrado 12 casos de viruela del mono hasta el 27 de mayo.
Las personas que puedan presentar síntomas de la enfermedad deben ponerse en contacto con su proveedor de atención médica, incluidas aquellas que hayan viajado a países de África central u occidental y a partes de Europa donde se han registrado casos de viruela del mono, así como los hombres que tengan regularmente contacto íntimo con otros hombres.
Según los CDC, en la actualidad no existe un tratamiento específico aprobado para las infecciones por el virus de la viruela del mono, y el pronóstico de las personas infectadas depende de múltiples factores como «el estado de vacunación previo, el estado de salud inicial, las enfermedades concurrentes y las comorbilidades».
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