Una ONG cubana solicitó a organismos internacionales en Cuba que acudan como observadores en las próximas protestas en la isla–principalmente la prevista para el 20 de noviembre en diferentes partes del país.
Corriente Martiana, una organización cubana que promueve los derechos humanos, realizó dos peticiones a la coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Cuba, y a la Representación de la Unión Europea en La Habana con el fin de buscar protección para la denominada «Marcha cívica por el Cambio» programada para el 20 de noviembre
«Las peticiones son: Colocar buzones en las afueras de sedes de organismos de ONU y sedes diplomáticas [de la UE] para poder depositar en ellos comunicaciones de violaciones de derechos humanos de carácter urgente cuando suspenden servicios de Internet en Cuba», dijo el portavoz de Corriente Martiana, Moisés Rodríguez Valdés a The Epoch Times, a través de declaraciones vía correo electrónico.
«La segunda petición es que los funcionarios del Sistema de Naciones Unidas y de representación de UE; así como de embajadas, actúen como observadores en las posibles manifestaciones futuras en Cuba, incluida la que está convocada para el 20 de noviembre del corriente año», añadió.
En la petición enviada a la UE en Cuba el 28 de septiembre, la oenegé señala que la observación de los funcionarios del organismo «podría actuar como un moderador de excesos que pudieran intentar cometerse por personas de los bandos en dichas manifestaciones, tanto quienes se manifiesten como quienes traten de impedirlo».
Rodríguez dijo que la idea surgió a raíz de que la ONG carece de la capacidad de responder de forma concreta y certera a casos individuales de violaciones de derechos humanos.
«Pensamos en la prevención, en hacer valer aquello de que ‘en política es válido el uso de la fuerza’ aunque [este] no sea el caso de fuerza sino de presencia para tratar de evitar que se desvirtúe la realidad como tratan de hacer estos canallas con lo ocurrido el 11 de julio», refiriéndose a las manifestaciones masivas donde miles de cubanos salieron a las calles ese día a pedir el fin de la dictadura.
«Todos los funcionarios de las Naciones Unidas incluyen en su labor la defensa de los derechos humanos por ser este uno de los pilares fundamentales del sistema de Naciones Unidas: La Paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos», y que bajo estos pilares se hace explícito que los funcionario en cada país deban llevar a cabo dichos principios, y por lo tanto, «deben defender los derechos humanos».
Y en el marco de las protestas, Rodríguez señaló que en este caso los diplomáticos no estarían cometiendo injerencia extranjera en asuntos internos «pues solo observarían sin tomar partido».
«Proteger los derechos humanos es algo que no tiene fronteras».
Hasta el momento, la delegación de la ONU en Cuba explicó a la ONG que en la sede de la ONU en La Habana se pueden depositar comunicaciones de violaciones de derechos humanos, y que luego ellos reenvían a los procedimientos especiales de ONU.
La delegación de la UE aún no ha dado respuesta.
«El haber divulgado las peticiones hace que, independientemente de que nos respondan o no a nosotros, se cree un ambiente o una expectativa que quizás lleve a tratar de no cometer excesos los que siempre se pasan cuando se trata de represión», añadió.
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