La oenegé Prisoners Defenders (PD) emitió este martes un informe reportando cerca de 1000 prisioneros políticos en Cuba durante el 2021.
La organización de defensa jurídica registró 955 prisioneros políticos en Cuba en el 2021. Prisoners Defenders ya tenía registrado 138 prisioneros desde el inicio de 2021, sumándose 817 nuevos casos durante el año.
Sin embargo, el informe aclara que «esto nos es más que una fracción, entre el 40% y el 50% de las cifras reales, cuya verificación total es simplemente inalcanzable por organización alguna», debido a las restricciones por parte del régimen comunista de Cuba.
En el caso de los prisioneros políticos en Cuba a partir de las protestas pacíficas e históricas del 11 de julio pasado, la organización halló un registro total de 842 prisioneros políticos, de los cuales 700 analizados por el organismo forman parte de los registros de represión por motivo de las protestas pacíficas 11 de julio y las previstas del 15 de noviembre.
El informe destaca que de los 842, 26 son menores de edad procesados–con 14, 15, 16 y 17 años de edad durante su detención— de los cuales 50 por ciento incluidos 13 menores de edad son acusados de sedición.
«Así es como el estado de Cuba sobrevive, destrozando la sociedad y sus cimientos: la juventud», dice Prisoners Defenders, en el informe del 4 de enero.
La organización también señala que 387 de los prisioneros ya han sido sentenciados, 137 de ellos tienen penas de más de 10 años, y 107 son prisioneras políticas mujeres.
PD además tiene el registro de otros 11,000 civiles jóvenes que no pertenecen a organizaciones opositoras, de los cuales 8400 están convictos y 2538 tienen condenas “pre-delictivas”, lo cual significa que no hay delito, pero según el régimen serían personas «proclives a cometer delitos en el futuro«.
La organización señaló que recibió muchas cartas desde prisión, donde los prisioneros cuentan los tratos a los que son sometidos–como la llamada «shakira»–en donde los prisioneros son esposados de pies y manos, y luego golpeados–torturas físicas y psicológicas contra menores de edad, «racismo institucionalizado», golpizas a los prisioneros hasta sangrarlos, entre otros.
El pasado 28 de diciembre, el Directorio Democrático Cubano solicitó a la Organización de Naciones Unidas una “acción urgente” para liberar a los manifestantes detenidos tras las protestas del pasado 11 de julio en Cuba como parte de “la ola represiva desatada por el régimen castrista”.
Orlando Gutiérrez, director de la organización con sede en Miami, dijo que esta medida, según la ONU, es aplicable a “los casos en que hay suficientes argumentos confiables de que una persona está siendo privada de su libertad sin evidencia creíble de delito”.
Agregó que tal detención de opositores en la isla constituye además “una seria amenaza a la salud de esa persona, a su integridad física o psicológica o hasta de su vida».
Con información de EFE.
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