Expertos y grupos de trabajo de la ONU especializados en derechos humanos aplaudieron que la Suprema Corte de Justicia de México haya declarado inconstitucional la Ley de Seguridad Interior, lo que ven como «un paso importante para revertir la militarización de la seguridad pública».
«El creciente papel de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen, más la ausencia de mecanismos efectivos de control y rendición de cuentas, ha dado lugar al aumento de violaciones de derechos humanos en México, lo que está bien documentado», dijeron mediante un comunicado.
Recordaron que desde que México empezó a reforzar la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad y combate de la delincuencia se planteó la preocupación por el impacto que podía tener en los derechos fundamentales de los mexicanos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la inconstitucionalidad de la citada norma el pasado día 15 por considerarla no sólo contraria a la Constitución, sino también de tratados internacionales refrendados por México.
Diversos órganos de derechos humanos de la ONU se han pronunciado en el pasado sobre la necesidad de reducir la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, de separar las funciones policiales y militares y de crear mecanismos de control civil.
Asimismo se ha recomendado a México garantizar que los miembros de las Fuerzas Armadas que hayan cometido violaciones de los derechos humanos responden por sus actos ante la Justicia.
La ONU y sus expertos ofrecieron su asistencia al Gobierno mexicano para ayudarlo a mejorar el marco legislativo e institucional del país en favor de los derechos humanos.
A continuación
¿Por qué el comunismo no es tan odiado como el fascismo?
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
