La Asamblea General de la ONU adoptó el 18 de septiembre una resolución no vinculante en la que exige a Israel que se retire de los territorios palestinos en un plazo de 12 meses.
La resolución se adoptó por mayoría de dos tercios durante una sesión de emergencia, con 124 delegados a favor, 14 en contra y 43 abstenciones. Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, estuvo entre los que se opusieron.
La votación respondía a una opinión consultiva emitida en julio por la Corte Internacional de Justicia, máxima corte de las Naciones Unidas, que afirmaba que la presencia de Israel en los territorios palestinos es ilegal y debe terminar. La opinión de la corte tampoco es jurídicamente vinculante.
La resolución presentada por la Autoridad Palestina, observador no miembro de la Asamblea General de la ONU, exige a Israel que retire sus fuerzas y evacue a los colonos israelíes de Gaza y Cisjordania «sin demora».
La resolución también insta a los países a sancionar a los responsables de apoyar la presencia de Israel en los territorios y a dejar de exportar armas a Israel si se sospecha que se utilizan allí.
La resolución pide además que Israel pague reparaciones a los palestinos e insta a los países a actuar para impedir el comercio o las inversiones que mantengan la presencia de Israel en los territorios.
La votación es un punto de inflexión «en nuestra lucha por la libertad y la justicia», declaró el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour. «Envía un mensaje claro de que la ocupación israelí debe terminar cuanto antes y que el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación debe hacerse realidad».
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, dijo que la adopción por la Asamblea General de la ONU de una resolución que pide sanciones y un embargo de armas es «una decisión vergonzosa que respalda el terrorismo diplomático de la Autoridad Palestina».
«En lugar de conmemorar el aniversario de la masacre del 7 de octubre condenando a Hamás y pidiendo la liberación de los 101 rehenes restantes, la Asamblea General sigue bailando al son de la música de la Autoridad Palestina, que respalda a los asesinos de Hamás», dijo Danon.
El representante de Estados Unidos dijo que la resolución era parcial e «interpreta selectivamente la esencia» de la Corte Internacional de Justicia.
Al instar a los miembros a votar en contra de la medida, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Estados Unidos se opone desde hace tiempo a las medidas unilaterales que socavan la solución de dos Estados entre Israel y los palestinos. Esto incluye el avance de los asentamientos israelíes en Cisjordania y la resolución presentada para su votación el miércoles, dijo.
Dijo que la resolución no reconoce a Hamás como organización terrorista que sigue controlando Gaza ni reconoce el derecho de Israel a defenderse de actos terroristas.
La delegada estadounidense afirmó que la resolución «no hace nada para poner fin al actual conflicto con Hamás en Gaza; nada para que los rehenes vuelvan a casa con sus familias; y nada para aumentar la asistencia vital a los civiles palestinos en Gaza».
Thomas-Greenfield afirmó que el final del conflicto dependerá de la negociación directa entre Israel y los palestinos, no de más comités de la ONU. Dijo que la adopción de la resolución «no va a revigorizar el proceso de paz, y mucho menos a crear un camino hacia una solución de dos Estados».
El delegado de Siria afirmó que la adopción de la resolución es una expresión de solidaridad con el pueblo palestino y un rechazo global a la ocupación israelí. El delegado de Bélgica afirmó que grupos terroristas como Hamás «se alimentan de la opresión y la desesperanza» y que la adopción de la resolución devolvería la esperanza a la población palestina.
La resolución se adoptó cuando está cerca la fecha del primer aniversario del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. El conflicto comenzó tras los ataques contra Israel lanzados por Hamás y otros militantes desde Gaza el 7 de octubre de 2023. En los ataques, un grupo coordinado de terroristas con base en Gaza cometió asesinatos sumarios, toma de rehenes y otros crímenes de guerra, según Human Rights Watch. Más de 1200 personas murieron en el ataque, entre ellas niños, miembros del ejército y ciudadanos extranjeros.
El Ministerio de Sanidad palestino, dirigido por Hamás, declaró que más de 41,000 palestinos murieron en el conflicto actual. El ministerio no distingue entre terroristas y civiles, pero dijo que entre los muertos hay muchas mujeres y niños.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió el miércoles con otros mediadores en Egipto.
Con información de The Associated Press.
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