Arabia Saudita y otros miembros del grupo productor de petróleo OPEP+ anunciaron el 2 de abril que recortarán su producción en cerca de 1.15 millones de barriles diarios (bpd), una medida que se espera provoque una alza inmediata de los precios.
Según su agencia estatal de noticias, Arabia Saudita recortará voluntariamente su producción de petróleo en 500,000 bpd desde mayo hasta finales de 2023. El responsable de energía del reino del Medio Oriente describió la decisión como una «medida de precaución» destinada a «apoyar la estabilidad del mercado del petróleo».
Rusia, que ya ha estado reduciendo la producción de petróleo en 500,000 bpd desde marzo, en respuesta a los topes de precios de los países occidentales diseñados para restringir la capacidad del Kremlin para financiar su campaña militar en Ucrania, también confirmó que extenderá el recorte original de tres meses por otros seis meses.
«Como medida responsable y preventiva, Rusia ampliará su reducción voluntaria de la producción de petróleo en 500,000 barriles diarios hasta finales de 2023 a partir del nivel medio de producción de febrero, establecido de conformidad con fuentes independientes», declaró el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, según la agencia estatal TASS.
Otros miembros de la OPEP+ también siguieron su ejemplo. Irak anunció un recorte de 211,000 bpd, seguido de Emiratos Árabes Unidos (144,000 bpd), Kuwait (128,000 bpd), Kazajstán (78,000 bpd), Argelia (48,000 bpd) y Omán (40,000 bpd).
Los recortes de producción colaborativa se surgieron después de que los precios del petróleo cayeran en marzo a su nivel más bajo en 15 meses, a 70 dólares el barril, en gran parte por el temor a que la actual crisis bancaria mundial provocara —como ocurrió con la crisis financiera de 2008-2009— una fuerte caída de la demanda mundial de petróleo.
El West Texas Intermediate, referencia estadounidense del crudo, cayó a mediados de marzo por debajo de los USD 70 el barril tras las quiebras del Silicon Valley Bank, con sede en California, y del Signature Bank, de Nueva York. El crudo Brent, de referencia internacional, también cayó a su punto más bajo desde diciembre de 2021, a USD 71.46 por barril.
Ambos índices de referencia subieron esta semana a medida que disminuía la preocupación por un posible colapso bancario mundial.
La decisión de la OPEP también se basa en lo acordado entre sus miembros y aliados el pasado mes de octubre en una reunión en Viena, que incluía recortes de la producción en 2 millones de bpd desde noviembre hasta finales de año.
El gobierno de Joe Biden, que ha abogado por un mayor suministro de petróleo al mercado mundial desde que Rusia inició una ofensiva militar a gran escala contra Ucrania, se mostró molesto por el plan del cártel petrolero.
«El presidente está decepcionado por la miope decisión de la OPEP+ de recortar las cuotas de producción mientras la economía mundial se enfrenta al continuo impacto negativo de la invasión de Ucrania por parte de Putin», declaró la Casa Blanca. «En un momento en que mantener un suministro mundial de energía es de suma importancia, esta decisión tendrá el impacto más negativo en los países de ingresos bajos y medios que ya están tambaleándose por los elevados precios de la energía».
La demanda mundial de petróleo en 2023 es de unos 100.9 millones de bpd, según las últimas perspectivas energéticas a corto plazo de la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Con el anuncio del 2 de abril, el volumen total de recortes de la OPEP+ representa más del 3% de la demanda mundial.
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