Una recopilación de Gallup de datos de encuestas realizadas a lo largo de 20 años muestra que las diferencias han aumentado considerablemente en lo que respecta a las opiniones de los estadounidenses sobre el poder del gobierno federal y la cuestión del cambio climático.
En 2003, demócratas y republicanos tenían opiniones casi iguales sobre el poder del gobierno federal, y alrededor del 50% decía que tenía demasiado poder.
Hoy, hay más de 40 puntos de diferencia, con un 73% de republicanos que dicen que el gobierno federal tiene demasiado poder, mientras que sólo un 31% de demócratas dicen lo mismo. Ambas cifras son inferiores a los resultados de la encuesta de 2013, después de que el expresidente Barack Obama asumiera su segundo mandato.
Esto se produce cuando otra encuesta reciente de Gallup reveló que la mayoría de los estadounidenses consideran que la ética de la Administración Biden es deficiente.
Aproximadamente cuatro de cada diez dijeron que las normas éticas de los altos funcionarios de la Administración Biden eran excelentes (8%) o buenas (34%), mientras que la mayoría (55%) dijo que no eran buenas (18%) o malas (37%). Se trata de una puntuación globalmente inferior a la de la ética cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo por primera vez, y similar a los índices de aprobación del trabajo, en los que el presidente Biden ronda el 40 por ciento.
«Es notable que Biden y Trump sean los únicos presidentes cuya ética en el gobierno ha recibido más críticas negativas que positivas», dice el informe.
Aquí, de nuevo, el voto varió ampliamente según el partido: Sólo el 6% de los republicanos dijeron que los funcionarios eran éticos, mientras que el 84% de los demócratas votaron lo mismo.
Las respuestas también fueron partidistas en años anteriores, pero nunca tan marcadas. Durante los años de Clinton, el 33% de los republicanos dijeron que los funcionarios eran éticos, mientras que el 83% de los demócratas lo hicieron. Esta situación se invirtió en los años de Bush, cuando el 86% de los republicanos dijeron que los funcionarios eran éticos, mientras que el 27% de los demócratas lo hicieron. La diferencia aumentó durante el gobierno de Obama: sólo el 19% de los republicanos dijo que los funcionarios eran éticos, mientras que el 81% de los demócratas respondió lo mismo.
Incluso en los años de Trump, la aprobación de la ética de los funcionarios no había bajado del 6 por ciento por el partido contrario: El 11 por ciento de los demócratas dijeron que los funcionarios eran éticos, mientras que el 74 por ciento de los republicanos votaron lo mismo.
«Las calificaciones partidistas constantes en diferentes medidas son un sello distintivo de la polarización política, ya que el propio partido del presidente tiende a calificarlo positivamente en todos los aspectos, mientras que los miembros del partido contrario lo califican negativamente», escribe Gallup.
Gran brecha partidista en medio ambiente
La política relacionada con el medio ambiente también se enfrenta a un gran desacuerdo partidista.
Gallup seleccionó 24 temas en la encuesta, y «la protección del medio ambiente tiene prioridad sobre el desarrollo energético» reflejó la mayor brecha con 55 puntos: El 81% de los votantes de tendencia demócrata respondieron a favor, mientras que sólo el 26% de los votantes de tendencia republicana dijeron lo mismo.
En una línea similar, «la actividad humana es la principal causa del calentamiento global» tuvo la mayor tasa de respuesta de los votantes de tendencia demócrata, con un 88%, mientras que los votantes de tendencia republicana respondieron con una brecha de 52 puntos, con un 37%. «Preocuparse mucho o bastante por el calentamiento global» mostró resultados similares, con un 87-35.
«El gobierno debería garantizar que todo el mundo tenga asistencia sanitaria» empató como la más polarizadora, con un 85% de los votantes de tendencia demócrata respondiendo a favor, mientras que sólo 30 votantes de tendencia republicana dijeron lo mismo.
«Las leyes sobre armas deberían ser más estrictas» también registró diferencias similares, con un 84-32 a favor de los votantes de tendencia demócrata.
En algunas cuestiones morales, Gallup descubrió que había mucho menos desacuerdo, como la aceptabilidad moral de tener hijos fuera del matrimonio (82-61), el divorcio (88-69), si los médicos deberían poder poner fin a la vida de una persona «por medios indoloros» (82-63), y las relaciones sexuales fuera del matrimonio (82-63), con los votantes de tendencia demócrata mostrando más apoyo que los votantes de tendencia republicana.
Polarización
Otros datos de encuestas muestran que los estadounidenses tienen opiniones similares sobre el Congreso y la Corte Suprema.
Una encuesta de julio de ABC News/Ipsos mostró que la mayoría de los estadounidenses, el 53%, creía que las recientes sentencias del alto tribunal se habían dictado «en función de sus opiniones políticas partidistas», en lugar de «en función de la ley», el 33%.
La polarización de los dos partidos no es nueva, aunque, en los últimos años, se ha hecho mucho más pronunciada. Un análisis de Pew Research de 2022 descubrió que republicanos y demócratas están hoy más separados en cuestiones que en cualquier otro momento del último medio siglo.
En el Congreso del 92, en 1971-1972, había 160 moderados, frente a unas dos docenas en la actualidad, señala Pew. Y desde los años 70, los partidos han tendido sistemáticamente hacia la izquierda y la derecha, y el centro prácticamente ha desaparecido.
«Los demócratas, en promedio, se han vuelto algo más liberales, mientras que los republicanos, en promedio, se han vuelto mucho más conservadores», escribe.
Según los datos de Gallup, los demócratas se han movido más a la izquierda que los republicanos a la derecha.
La tendencia también ha sido geográfica y demográfica; según el análisis, casi la mitad de los republicanos de la Cámara de Representantes proceden de estados del Sur, y casi la mitad de los demócratas de la Cámara de Representantes son minorías raciales.
«Con el tiempo, sin embargo, los demócratas del Sur se hicieron menos numerosos y más liberales, hasta el punto de que hoy sólo representan el 22% de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes», dice el informe.
Sin embargo, la mayoría de los proyectos de ley suelen aprobarse con apoyo bipartidista. A pesar de la polarización, ésta es la norma, ya que de otro modo sería imposible aprobar legislación siguiendo únicamente las líneas de los partidos sin una Cámara y un Senado desequilibrados.
El 117º Congreso aprobó el 59.3% de los proyectos de ley con apoyo bipartidista, según los datos de Quórum.
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