La opinión pública japonesa sobre el Partido Comunista Chino (PCCh) sigue deteriorándose a medida que se intensifican las tensiones causadas por la nueva Ley de Guardacostas de China.
Según los resultados de una encuesta de opinión pública publicada por la Oficina del Gabinete japonés en febrero, el 81.8 por ciento de los encuestados pensaba que la relación actual entre Japón y China «no era buena» y el 77.3 por ciento no se sentía bien con China, reportó Kyodo News.
«El resultado es un reflejo del juicio de cada ciudadano [japonés] basado en la situación actual de China, y este será difícil mejorar [las relaciones] hasta que China cambie su forma de pensar», dijo un funcionario anónimo del ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, según el medio de prensa japonés.
La opinión generalizada es que los varios obstáculos principales a los que se enfrentan los dos países son el enfrentamiento por las islas Diaoyutai, también conocidas entre los japoneses como islas Senkaku, hecho que se agravó con la recién aprobada Ley de Guardacostas del PCCh —que permite explícitamente a su guardia costera disparar contra buques extranjeros— y la gestión de Hong Kong por parte del PCCh.
Desde la guerra comercial del presidente Donald Trump contra el PCCh, y especialmente cuando el gobierno de Trump comenzó el año pasado a implementar su estrategia del Indo-Pacífico para contraatacar al PCCh, el PCCh trató de hacer todo lo posible para atraer a Japón a su lado, a través de la diplomacia económica y política.
Estaba previsto que el líder chino Xi Jinping realizara una visita de Estado a Japón hace un año, pero debido al brote de la pandemia del virus del PCCh, tanto China como Japón acordaron posponerla. La visita de Xi a Japón se considera un importante avance potencial.
Sin embargo, la prolongada presión de los buques guardacostas chinos en las disputadas aguas del Diaoyutai, así como el largo historial de abusos de los derechos humanos por parte del PCCh, intensificaron la aversión del pueblo japonés hacia el régimen. El gobierno japonés ha mostrado poco entusiasmo por la visita de Xi Jinping a Japón, citando la pandemia y las islas Diaoyutai como razones para retrasar la visita una y otra vez.
Según el reporte de Kyodo News, Xi Jinping habló con el presidente del Comité Internacional Olímpico, Thomas Bach, en enero, y expresó su voluntad de que los Juegos Olímpicos de Tokio fueran un éxito, lo cual se consideró como un gesto amistoso destinado a mejorar las relaciones con Japón.
Sin embargo, en el gobierno japonés se opina que será «difícil» que Xi Jinping visite Japón, incluso en 2022, cuando se cumpla el 50 aniversario de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Japón y China, reportó el medio japonés.
Fortalecimiento de la cooperación en materia de seguridad entre EE. UU. y Japón es clave para enfrentar al PCCh: Exfuncionario de Defensa
Después de que el régimen chino aprobó su Ley de Guardacostas el 22 de enero de este año, las tensiones entre China y Japón por las islas Diaoyutai han ido en aumento.
La nueva Ley de Guardacostas entró en vigor el 1 de febrero.
El 26 de febrero, el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, insinuó en una rueda de prensa que si los guardacostas del PCCh intentaban forzar un desembarco en las islas Senkaku, las Fuerzas de Autodefensa de Japón también podrían utilizar las armas para reprimir los «disparos dañinos» de la otra parte.
Para hacer frente a las crecientes tensiones entre Japón y China tras la aplicación de la Ley de Guardacostas del PCCh, el gobierno japonés intentó sustituir la Guardia Costera de Japón que actualmente patrulla las islas Senkaku, por sus Fuerzas de Autodefensa.
Sin embargo hay una serie de cuestiones legales relativas a su aplicación.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, trató de minimizar y defender la Ley de Guardacostas del PCCh, en una conferencia de prensa durante la sesión anual de este año de la Asamblea Popular Nacional de China, diciendo que la Ley de Guardacostas no se dirige a ninguna nación en concreto, y está «de acuerdo con el derecho y la práctica internacionales».
«China y Japón siempre pueden entablar el diálogo y la comunicación para mejorar el entendimiento y construir la confianza», dijo Wang el 6 de marzo.
Wang también mencionó que, dado que tanto China como Japón serán sedes de las Olimpiadas una después de la otra, los dos países deben apoyarse mutuamente y desarrollar buenas relaciones.
«Espero que la sociedad japonesa pueda realmente construir una comprensión objetiva y racional de China y establecer realmente una base sólida en la opinión pública que conduzca a la estabilidad de las relaciones chino-japonesas», dijo Wang.
Durante una entrevista con Kyodo News, Akihisa Nagashima, exviceministro de Defensa japonés, dijo que la participación de Estados Unidos en la eliminación de las tensiones en torno a las islas Senkaku era esencial.
Subrayó que el fortalecimiento de la cooperación en materia de seguridad entre Japón y Estados Unidos era clave para enfrentarse al PCCh.
Nagashima cree que el entrenamiento conjunto con la Guardia Costera y la Marina de Estados Unidos debe llevarse a cabo continuamente para fortalecer la cooperación y la disuasión.
«El artículo V del Tratado de Seguridad entre Japón y Estados Unidos establece que las islas Senkaku están sujetas a las obligaciones de defensa de Estados Unidos. Si Estados Unidos hace caso omiso ante la crisis de las islas Senkaku, eso podría llevar al colapso de la alianza entre Japón y Estados Unidos», dijo.
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