Oposición cubana denuncia que el referendo comunista fue un fraude

Por Ivan Pentchoukov - La Gran Época
26 de febrero de 2019 10:31 PM Actualizado: 26 de febrero de 2019 11:13 PM

Los activistas por la libertad de Cuba manifestaron su rechazo a los resultados del referéndum nacional –que fue orquestado por el régimen comunista– y condenaron la nueva Constitución.

Los activistas calificaron el referéndum de fraude, incluso antes de que se anunciaran los resultados oficiales. El régimen comunista hizo casi imposible hacer campaña contra el referéndum, reprimiendo violentamente a quienes se oponían a la nueva Constitución, según Rosa María Paya, una líder activista que promueve el derecho a la autodeterminación del pueblo cubano.

«El proceso fue retorcido e ilegítimo. El texto en sí es una violación. Y todo el referéndum carecía de las condiciones mínimas (…) para ser creíble», señaló.

Los cubanos votaron el 24 de febrero para decidir el destino de la primera nueva Constitución desde 1976 para la empobrecida nación. En medio de informes de fraude electoral generalizado, el presidente de la comisión electoral nacional del régimen dijo que casi el 87 por ciento de los votantes ratificaron la Constitución, el 9 por ciento se opuso a la ratificación y el 4,5 por ciento anuló o votó en blanco.

El referéndum mismo se vio empañado por el fraude, dijo Paya en una entrevista con La Gran Época. Su grupo, Cuba Decide, documentó más de 100 arrestos el día del referéndum. Nueve personas siguen desaparecidas después de haber sido secuestradas por las fuerzas especiales del régimen cubano, agregó.

Los resultados preliminares mostraron que el 84,4 por ciento de los 8,7 millones de votantes potenciales participaron en el referéndum, dijo Alina Balseiro Gutiérrez, presidente de la comisión electoral, en una conferencia de prensa en La Habana el 25 de febrero. En comparación, en 1976, cuando se ratificó la Constitución anterior, el 99,02 por ciento de los votantes en una participación del 98 por ciento votaron a favor, mientras que solo 54.000 se opusieron.

José Daniel Ferrer, un activista de derechos humanos que opera desde Cuba, dijo a La Gran Época que la policía impidió salir de sus hogares a más de 500 personas de su organización que habían planeado observar el conteo de los votos. Al menos 78 miembros de su organización fueron arrestados el día del referéndum, algunos violentamente, para impedirles observar el recuento de votos en las urnas.

Los observadores de Ferrer informaron que los funcionarios de los centros de votación marcaban las boletas con un «sí» y las depositaban en las urnas, y exigían que solo se usaran lápices para emitir las boletas, de modo que se pudieran cambiar los votos. A algunos activistas de derechos humanos simplemente no se les permitió votar, añadió Ferrer.

La disidente y bloguera más conocida de Cuba, Yoani Sánchez, que dirige un periódico digital desde un barrio conocido por su apoyo al gobierno, escribió que se enfrentó a insultos y gritos para presenciar el recuento en su precinto de 400 votos por el «sí», 25 por el «no» y 4 votos en blanco.

«Estamos completamente seguros, porque tenemos muchos testimonios de observadores, que los resultados que el régimen ha ofrecido son falsos. Las abstenciones y los votos por el ‘no’ fueron mucho más altos», dijo Ferrer. «El referéndum fue un gran fraude realizado bajo intimidación, bajo muchas acciones que sin duda podemos describir como terrorismo de Estado».

La nueva Constitución ofrece escasas reformas económicas y sociales al tiempo que reafirma el comunismo como la guía eterna del pueblo cubano y el socialismo como un sistema irrevocable. El régimen orquestó un proceso de aprobación pública de varios meses de duración, en el que se celebraron debates en todo el país. El documento propuesto para el referéndum era prácticamente idéntico al proyecto presentado antes de los debates.

«La nueva Constitución afirma principalmente el papel del Partido Comunista como el único partido político legal, y decreta que el sistema socialista es ‘irrevocable’, bloqueando la posibilidad de la reforma económica que se necesita desesperadamente», dijo Pompeo. «Este documento tampoco garantiza al pueblo cubano sus libertades fundamentales.»

De manera inusitada, el régimen comunista utilizó su control total de los medios de comunicación para llevar a cabo una masiva campaña de promoción por el «sí», mientras que a los activistas se les dejaron las tácticas de puerta a puerta y las redes sociales. Los hashtags que apoyaban los votos de «sí» y «no» compitieron en Twitter.

«Nadie debe dejarse engañar por este ejercicio, que no hace más que perpetuar el pretexto de la dictadura monopartidista del régimen», dijo por su parte el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado. «Todo el proceso ha estado marcado por un teatro político cuidadosamente manejado y la represión del debate público».

«Condenamos enérgicamente estos intentos de silenciar las protestas pacíficas, que demuestran que los líderes de Cuba temen al pueblo cubano», agregó.

Unos 120 activistas, ante la represión de sus intentos de hacer campaña contra la nueva Constitución, se declararon en huelga de hambre, según Pompeo.

De acuerdo con Ferrer, los cubanos se inspiraron inicialmente en los cambios en Venezuela, donde la Asamblea Nacional electa declaró ilegítima a la presidencia del dictador socialista Nicolás Maduro. Juan Guaidó fue declarado presidente encargado, y Estados Unidos y otras 50 naciones reconocieron su legitimidad. Pero los cubanos están cada vez más preocupados y desanimados, ya que Maduro sigue negándose a dimitir, a pesar de la presión internacional.

«Si no se toman medidas más radicales, la dictadura se fortalecerá y, junto con el régimen de La Habana, continuarán con sus crímenes y atentarán contra la libertad en otras naciones del continente», dijo Ferrer.

Trump ha dicho que los días del socialismo y el comunismo en Sudamérica y en todo el mundo están contados, y ha sugerido que los cambios en Venezuela se extenderán a Cuba y Nicaragua. El vicepresidente Mike Pence reafirmó el apoyo de Washington a Guaidó en una reunión del Grupo de Lima en Colombia el 25 de febrero.

Ferrer y Paya pidieron a Estados Unidos que declarara ilegítima la Constitución y al régimen comunista. Ambos dicen que comunismo es sinónimo de opresión y miseria.

«No es necesario convencer al pueblo cubano de que este sistema fracasó y fracasó a lo grande», dijo Paya. «No satisfizo las necesidades humanas básicas, no respetó los derechos humanos más básicos y no creó un ambiente donde cada cubano pueda buscar la felicidad».

Ferrer dijo: «Es sinónimo de represión, presos políticos, hambre, miseria generalizada, atraso, crisis en todos los sectores».

Ferrer, quien ha defendido la libertad en Cuba desde 2003, dijo que su grupo continuará luchando.

«Seguir luchando, seguir informando a la población, seguir atrayendo a los ciudadanos a nuestra lucha y capacitarlos en métodos de lucha no violenta», dijo Ferrer. «Seguiremos denunciando el fraude y exigiendo un verdadero referéndum en el que el pueblo decida sobre su futuro».

Con información de Reuters.

Sigue a Ivan en Twitter: @ivanpentchoukov

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