Casi 200 diputados municipales de la oposición rusa llamaron este miércoles a rechazar los cambios constitucionales propuestos por el líder Vladimir Putin, que le permitirían presentarse a la reelección en 2024, algo que prohíbe la actual Carta Magna.
«Llamamos a los ciudadanos rusos a mostrar públicamente su desacuerdo con la usurpación del poder. El deber de cada ciudadano responsable ahora es rechazar los cambios a la Constitución por parte de Putin», señalan en una carta pública.
La oposición extraparlamentaria se opuso desde un principio tanto a la reforma constitucional, aduciendo que permitirá a Putin perpetuarse en el Kremlin hasta 2036, como al método elegido para su aprobación, un plebiscito, que no permite hacer campaña a favor del no.
De hecho, esta misma semana, justo después de que Putin convocara la consulta para el 1 de julio, la Comisión Electoral Central prohibió la propaganda tanto a favor como en contra de la reforma constitucional.
«Hay que pronunciarse abiertamente contra esos cambios, contra el monopolio del poder de Putin. De nosotros, de los ciudadanos libres y responsables depende el futuro de Rusia. No tenemos miedo. Declaramos abiertamente nuestro rotundo desacuerdo con Putin y le denegamos nuestra confianza», señala.
En su opinión, el objetivo de las enmiendas constitucionales es garantizar «el poder vitalicio» para Putin y su círculo más cercano.
«En esencia, nos encontramos con un intento de golpe constitucional. Putin espera que la sociedad apoye su ambición de poder», añade la misiva, que considera «anticonstitucional» la consulta elegida.
Putin convocó este lunes el plebiscito después de que las autoridades sanitarias rusas afirmaran que era «absolutamente segura» la situación epidemiológica para los rusos el 1 de julio, aunque el país sigue siendo el tercero del mundo en casos del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, con 432,277 y más de 5000 decesos.
Según una reciente encuesta del Centro Levada, dos tercios de los rusos tienen intención de acudir a las urnas, mientras un 44 % apoya la reforma, un 32 % la rechaza y el resto son indecisos.
«¿Aprueba usted los cambios a la Constitución de la Federación Rusa?», será la pregunta que se hará a los votantes, según el decreto presidencial.
Los votantes deben responder sí o no a un solo proyecto de ley de reforma constitucional, aunque se trata de casi 200 enmiendas.
La más importante es la propuesta para que Putin pueda permanecer en el Kremlin después del 2024, ya que la actual Constitución le obliga a dejar el cargo después de dos mandatos consecutivos (2012-2018 y 2018-2024).
Según el Kremlin, «más de la mitad» de los rusos que acudan a las urnas deben adoptar la ley para que entre en vigor.
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