OTTAWA. Algunos residentes de Ottawa realizaron una protesta en contra del Convoy de la Libertad el 13 de febrero. Detuvieron 20 vehículos pertenecientes a los manifestantes del convoy de camiones en una carretera y dijeron que quieren que los manifestantes, que han paralizado el centro de la ciudad por dos semanas, se vayan.
Las protestas de los camioneros son parte de un movimiento más amplio contra los mandatos y restricciones de COVID-19 de los gobiernos.
Según la Canadian Broadcasting Corporation (CBC), la contraprotesta comenzó el 12 de febrero con una manifestación de cientos de personas que marcharon por el suburbio de Glebe en Ottawa.
La acción se reanudó a las 9 a.m. del 13 de febrero cuando un grupo de 20 personas bloquearon una intersección importante intentando detener a más vehículos que se dirigían a las oficinas gubernamentales en el centro de la ciudad.
Al mediodía, había unas 200 personas involucradas en el bloqueo a unos ocho kilómetros de Parliament Hill, informó la CBC.
Tres horas después, un reportero de The Epoch Times estimó que la multitud había crecido a más de 1000 personas rodeando la fila de vehículos.
Los conductores y pasajeros de los vehículos de protesta que están a favor de los camioneros mantuvieron la calma durante el enfrentamiento. Hubo abundantes mensajes con diferentes tonos de parte de los contramanifestantes.
La gente pasó junto a los vehículos, empujando letreros y pancartas hacia los pasajeros para asegurarse de que pudieran leer los mensajes.
Incluyeron: «No al odio en nuestras calles», «Por favor [improperio] fuera», «Maduren», «La inacción contra los matones es igual a la tolerancia», «Ya es suficiente, terminen el asedio», «Pueblos: llamen a sus idiotas a casa” “Libertad de los matones de los convoyes”, “No se puede enmascarar la ignorancia”, “Creer en la ciencia”, “Sin bocinazos, sin odio”, “Trabajo de ocupación ilegal”, “Convoy tonto” y “Váyanse a casa terroristas”.
Había un sentimiento tangible de ira en el aire cuando los contramanifestantes se desahogaron con los conductores y sus pasajeros.
En una ocasión, una mujer menuda golpeó a un residente de Ottawa, que estaba a favor de la protesta, con una pancarta. El hombre corpulento reaccionó tirando el letrero al suelo y, momentáneamente, se puso muy tenso. El hombre finalmente fue escoltado fuera del área por la policía.
La ira de los contramanifestantes casi se convirtió en una acción seria cuando se permitió que varios autos escaparan de la situación, gracias a un acuerdo con los que lideraban la contraprotesta.
A una mujer, en un automóvil adornado con una calcomanía de Freedom Convoy en el capó, una luz naranja parpadeante en el techo y una bandera nacional que se ha convertido en sinónimo del movimiento que ha provocado una perturbación masiva en el centro de Ottawa, se le permitió alejarse porque ella tenía una “situación de cuidado de niños”.
Algunos contramanifestantes se opusieron porque dijeron que la protesta de los camioneros les había causado dolor durante las últimas dos semanas.
La situación se volvió muy tensa y, cuando la policía intervino para mantener la paz, se convirtió en el blanco de las burlas de quienes decían que las autoridades no habían hecho nada para mantener la ley y el orden durante el bloqueo de los camioneros.
Cuando los agentes apartaron a una persona de la parte delantera de un vehículo, la reacción de la multitud casi provoca disturbios.
Finalmente, se permitió que salieran tres vehículos, pero todos los conductores fueron abucheados. Los organizadores dijeron que habían acordado retirar las banderas y cualquier símbolo que respaldara a los camioneros, pero uno se fue con un pequeño emblema que aún ondeaba, muy probablemente debido a su prisa por tratar de salir del área.
Los líderes de la contraprotesta con megáfonos dijeron que habían salido victoriosos. Muchos de los que estaban en la multitud no estuvieron de acuerdo y les hicieron saber en voz alta que consideraban una traición sus acciones.
El movimiento Freedom Convoy fue iniciado por camioneros que se oponían al requisito del gobierno federal de que todos los camioneros que cruzan la frontera entre Canadá y EE.UU. deben vacunarse contra el COVID-19. Las protestas crecieron en escala a medida que muchas personas, que se oponían a los mandatos y restricciones por el COVID-19, se unieron al movimiento.
Los convoyes de protesta convergieron en la ciudad el 29 de enero, y muchos manifestantes dijeron que permanecerán estacionados frente al Parlamento hasta que el gobierno federal levante sus mandatos de COVID-19.
Hasta ahora, el primer ministro Justin Trudeau se ha negado a reunirse o enviar representantes para hablar con los manifestantes. Los organizadores de la protesta han dicho que están dispuestos a hablar con los representantes del gobierno.
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