El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este jueves el «empeoramiento de la libertad religiosa» en Cuba, bajo las cifras de un informe presentado en Madrid que arroja que el 68% de los cubanos «conoce a alguien que profesa una religión y ha sido acosado, reprimido, amenazado u obstaculizado» en su vida diaria.
La segunda edición del estudio sobre Libertad Religiosa, realizado por el OCDH está basada en «más de 1300 entrevistas en la isla» a personas creyentes y practicantes, pero también a ateos y agnósticos, según explicó Leonardo Fernández Otaño, cubano doctorando de la Universidad española de Alcalá, en la presentación del informe.
«La opinión predominante es que entre los fundamentales motivos por los que un creyente puede sufrir acoso, amenazas o discriminación están tener una postura política basada en su fe (el 59%) y hablar públicamente sobre su fe (el 45% de los encuestados)», refleja el informe.
Yaxys Sires, asesor principal del OCDH en Madrid, fue el encargado de compartir los datos del informe y detalló algunas acciones concretas que, según denunciaron, sufren estas personas en la isla.
Entre ellas, apuntó a que al 64% se les “niega el permiso» para llevar a cabo «eventos en espacios públicos”, al 63% se les impide o «condiciona» el permiso «para construir o reparar templos” y se les «niega o condiciona el permiso para realizar procesiones”.
«Hasta ese punto se llega, lo que en cualquier país sería un permiso administrativo, allí se pone problemas para reparar un templo», se quejó Sires, al tiempo que defendió la labor de los religiosos quienes «buscan aliviar la grave situación que tienen sus conciudadanos».
Monitoreo y vigilancia
La ingeniera de sistemas Sumaya Dávila, gerente de programas en la división latinoamericana del Instituto Republicano Internacional en Estados Unidos, compartió por su lado que el 65% de los encuestados afirma que «existe un nivel significativo de monitoreo y vigilancia» a los grupos religiosos.
Dentro de ese 65%, «el 37% afirma que esta vigilancia es frecuente» y el «68% de los creyentes encuestados considera que la Oficina de Asuntos Religiosos viola o reprime los derechos de los religiosos».
Dávila se refirió también a la confianza en las instituciones, otra de las cuestiones consultadas en el informe, y apuntó a que «a pesar de la pésima calificación general de varias instituciones, las religiosas se destacan como las más confiables, según los encuestados».
Por detrás de las religiosas (con la confianza del 42% de los encuestados), están «a distancia» los grupos «independientes de defensa de los Derechos Humanos» (19%), los medios de comunicación independientes (16%) y las del Gobierno (13%).
«Las del régimen reciben las más bajas de las calificaciones» entre ellas, «la policía, los tribunales o el ejército con menos del 2 por ciento».
El margen de error de la encuesta es del 2.62 por ciento, se llevó a cabo en las 15 provincias del país, cubriendo 83 municipios, el pasado febrero, mediante 1394 entrevistas personales con entrada de datos asistida por teléfonos móviles y tabletas, informó la organización.
El OCDH recordó que estos datos llegan «en la misma semana en que el líder cubano, Miguel Díaz-Canel, se entrevistó con el papa Francisco en el Vaticano», quien estuvo acompañado «precisamente» por la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos, Caridad Diego.
Por ello, al final del acto Fernandez Otaño pidió «que la Santa Sede no siga lavando la imagen del régimen cubano».
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