Opositores y periodistas nicaragüenses denunciaron este sábado que continúan las detenciones, amenazas y asedios contra disidentes en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde hace dos años y medio, y responsabilizaron de los mismos al régimen del sandinista Daniel Ortega.
La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco denunció la detención del excarcelado Kaled Maradiaga, quien fue aprehendido por policías en su casa de habitación y, según sus familiares, sin razón alguna.
Maradiaga, que fue excarcelado por el régimen en el marco de una mesa de negociación con la que se buscaba una salida a la crisis, se dedica a vender sorbetes halando un carrito de helados en las calles de la ciudad de Nagarote (noroeste), de donde es originario, según sus familiares, que exigieron su liberación inmediata.
La Policía Nacional aún no ha ofrecido una versión sobre esa nueva detención contra un disidente.
«No caer en la trampa»
Por su lado, la opositora Coalición Nacional denunció que decenas de agentes antidisturbios se apostaron este sábado a las afueras de un hotel, en Managua, donde celebraron una asamblea departamental de sus estructuras, con miras a las elecciones generales previstas para noviembre de 2021.
Según esa coalición, que se ha presentado como la gran fuerza política que enfrentará a Ortega en las próximas elecciones, el régimen ordena a la policía que hostigue y acose sus reuniones, con el fin de intimidar y que sus bases no acudan a sus encuentros.
«Este dictador Ortega nos está empujando a una guerra, pero no debemos caer en esa trampa», dijo durante la reunión uno de sus dirigentes, Luis Fley, que perteneció a la «Contra» que combatió con las armas al primer régimen sandinista (1979-1990) en medio de una guerra civil.
El periodista y político opositor Miguel Mora dijo a sus bases que desde el poder «nos van a seguir tirando piedras», por lo que llamó a la unidad a todas las fuerzas opositoras para derrotar a la «dictadura».
«Este país necesita una Comisión de la Verdad, una Fiscalía independiente y una nueva ciudadanía que no crea en caudillos», dijo, por su lado el académico y opositor Félix Maradiaga, para quien la actual crisis se trata de una «lucha de la luz contra la oscuridad».
Marcan casa de periodista
En tanto, la periodista exiliada Maryórit Guevara, directora de la plataforma digital La Lupa, denunció que desconocidos marcaron su casa, ubicada en un municipio vecino de Managua, con la palabra «OJO PLOMO», que utilizan los sandinistas con doble sentido, el de «patria libre o morir» y el de dar muerte.
En su denuncia, Guevara resaltó que esa palabra es «utilizada por grupos oficialistas como una amenaza de muerte contra ciudadanos, activistas y periodistas críticos a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo».
Recordó que en medio de la crisis que inició en abril de 2018 fue «amenazada de muerte por las hordas orteguistas, que incluso divulgaron la dirección de mi vivienda, haciendo un llamamiento a atacarme, por ello una vez más responsabilizo a la dictadura de Daniel Ortega de cualquier daño que pueda ser víctima mi familia, y quienes actualmente habitan la vivienda».
La ONG Fundación Violeta Barrios de Chamorro se solidarizó con la periodista que se encuentra exiliada en España.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 328 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 684 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 200.
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