El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, dijo este domingo que cree que la orden de vacunación contra el COVID-19 del presidente Joe Biden, anunciada la semana pasada, «fortalece la resistencia» que algunas personas puedan tener a vacunarse.
Biden emitió el 9 de septiembre varias órdenes ejecutivas para exigir que todos los empleados federales y la mayoría de los trabajadores sanitarios se vacunen contra el COVID-19. Un plan de la Casa Blanca también estableció que Biden ordenaría a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional que obligue a las empresas con 100 o más empleados a vacunarse contra el COVID-19 y a exigir la realización de test de infección de COVID-19 semanales o bien a ser multados.
Hutchinson, un republicano, dijo en el programa Meet the Press de la NBC que cree que las órdenes de vacunación del presidente perjudicarán los esfuerzos nacionales para vacunar a los estadounidenses, en lugar de apoyarlos. Los requisitos federales son «contraproducentes», dijo.
«Nosotros consideramos el hecho de que históricamente hemos tenido requisitos de vacunación en las escuelas», dijo el gobernador. «Pero esos siempre han sido a nivel estatal, nunca a nivel nacional».
«Por eso esto es un supuesto sin precedentes de autoridad, una orden federal realmente perturba y divide al país. Divide nuestra asociación entre el gobierno federal y los estados y aumenta la división en términos de vacunación cuando deberíamos estar todos juntos tratando de aumentar la aceptación de la vacuna», añadió Hutchinson.
Se espera que la orden afecte a unos 80 millones de empleados del sector privado. La Casa Blanca dijo la semana pasada que se multará a quienes no cumplan las normas.
Hutchinson dijo el domingo que cree que la decisión de imponer las vacunas a los empleados debe ser decidida por las empresas en modo individual.
«No conozco a ningún gobernador de ningún estado que haya dicho que queremos obligar a las empresas a exigir la vacunación», dijo. «Apoyo a que las empresas puedan exigir la vacunación, pero es una decisión independiente, para su lugar de trabajo».
Las vacunas anti COVID-19 ya han sido exigidas por varios organismos federales, como el Departamento de Asuntos de los Veteranos y el Pentágono.
Un día después de que Biden anunciara su orden de vacunación, al menos 19 gobernadores y dos fiscales generales —incluido Hutchinson— emitieron declaraciones en las que expresan su desacuerdo con la medida de la administración Biden y varios prometieron impugnarla.
«Apoyo plenamente los esfuerzos continuos para aumentar las tasas de vacunación en toda nuestra nación, pero las órdenes del gobierno federal a las empresas privadas no son la respuesta correcta», dijo Hutchinson, presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores, en una declaración.
«He sido coherente con la libertad de las empresas para exigir a sus empleados que se vacunen y me he opuesto a que el gobierno diga que las empresas no pueden ejercer esa libertad. El mismo principio debería proteger al sector privado de las extralimitaciones del gobierno que les obliga a vacunar a todos sus empleados».
Biden dijo anteriormente que la orden de vacunación se trata de “protegerse a sí mismo y a los que le rodean: la gente con la que uno trabaja, la gente que le importa, la gente a la que quiere».
The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca para pedir comentarios.
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