Una investigación sobre la muerte de Jeffrey Epstein bajo custodia federal no descubrió indicios de criminalidad, informó un organismo de control el 27 de junio.
En un informe de 128 páginas (pdf), la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de EE.UU. señala que la muerte de Epstein se debió a la conducta indebida del personal penitenciario, pero no se descubrió ningún delito.
El organismo de control descubrió que el personal de la instalación violó numerosas políticas, incluida la de no asignar a Epstein un nuevo compañero de celda después de que su compañero de celda fuera trasladado y no realizar las rondas durante la mañana en que fue hallado muerto.
Epstein, arrestado el 6 de julio de 2019 por cargos federales de tráfico sexual, fue encontrado ahorcado en su celda en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York aproximadamente a las 6:30 a.m. del 10 de agosto de 2019.
El FBI investigó previamente la muerte y no encontró pruebas de criminalidad.
«No descubrimos pruebas que contradigan la determinación del FBI con respecto a la ausencia de criminalidad en relación con la forma en que murió Epstein», dijo la oficina del inspector general.
«No encontramos, por ejemplo, pruebas de que hubiera nadie en la zona del SHU donde se alojó Epstein durante el periodo de tiempo pertinente, aparte de los reclusos que estaban recluidos en sus celdas asignadas», dijo el organismo de control. Epstein estuvo recluido en la Unidad de Reclusión Especial (SHU) de la prisión.
La oficina está dirigida por Michael Horowitz, designado por Obama.
Incumplimiento de la política
Aunque no se identificó ningún delito, los funcionarios dijeron que la muerte de Epstein se debió a un incumplimiento de la política básica de la Oficina.
La política de la Oficina de Prisiones exige que el personal de la Unidad de Reclusión Especial, donde estaba recluido Epstein, controle a los reclusos al menos dos veces por hora y que los tenientes realicen rondas al menos una vez por turno. Estas políticas se aplican para asegurarse de que los reclusos están bien.
No se realizaron rondas ni inspecciones después de las 22.40 horas del 9 de agosto, y no se llevó a cabo ningún recuento de reclusos después de la mañana del 9 de agosto, hasta las 6:30 horas del 10 de agosto, cuando los funcionarios empezaron a dar el desayuno a los reclusos y encontraron a Epstein colgado en su celda, según el organismo de control.
Los oficiales tampoco asignaron a Epstein un nuevo compañero de celda tras el traslado de éste el 9 de agosto.
«La combinación de negligencia, conducta indebida y fallos manifiestos en el trabajo documentados en este informe contribuyeron a crear un entorno en el que posiblemente uno de los reclusos más conocidos de la BOP tuvo la oportunidad de quitarse la vida, lo que dio lugar a que se plantearan preguntas importantes sobre las circunstancias de su muerte, cómo se pudo permitir que ocurriera y, lo que es más importante, privar a sus numerosas víctimas, muchas de las cuales eran menores de edad en el momento de los presuntos delitos, de su posibilidad de buscar justicia a través del proceso de justicia penal», señaló el organismo de control.
Varios funcionarios falsificaron registros y fueron acusados, aunque los cargos finalmente fueron desestimados después de que los oficiales admitieran su culpabilidad.
Aparente Intento de Suicidio
Epstein se sometió a exámenes de salud mental en múltiples ocasiones tras ser encarcelado, incluida una evaluación de suicidio tres días después de ser detenido. Epstein no presentaba riesgo de suicidio, evaluaron los funcionarios de la prisión.
Pero el 23 de julio de 2019, los funcionarios encontraron a Epstein con un paño alrededor del cuello. El compañero de celda de Epstein dijo a los oficiales que Epstein había intentado suicidarse. El compañero de celda dijo que estaba dormido hasta que Epstein cayó sobre él. En un principio, Epstein afirmó que el compañero de celda había intentado matarlo y que le había dicho que a los funcionarios no les importaría si el compañero de celda le hacía daño, pero posteriormente dijo que no sabía lo que había ocurrido y se negó a hablar de ello.
Los funcionarios pusieron a Epstein bajo vigilancia por suicidio, señalando que no estaban seguros de si Epstein se había puesto la tela alrededor del cuello o si lo había hecho otra persona. Epstein fue retirado al día siguiente de la vigilancia de suicidio, y mantenido bajo observación psicológica hasta el 30 de julio de 2019. Epstein recibió un nuevo compañero de celda. Ese compañero de celda fue trasladado el 9 de agosto, y no se designó un sustituto. Ese mismo día, los agentes permitieron a Epstein hacer una llamada telefónica que no fue grabada ni vigilada. Epstein dijo que iba a llamar a su madre, pero en realidad llamó a otra persona, según las autoridades.
No hay pruebas que apoyen la teoría del homicidio
El médico forense jefe de Nueva York determinó que Epstein se suicidó. Su hermano dijo que Epstein no se suicidó, y un patólogo que observó la autopsia dijo que la evidencia apuntaba a un homicidio.
Ningún miembro del personal ni los reclusos tenían información creíble sobre si la causa de la muerte no fuera un suicidio, según el informe del inspector general. Tres de los reclusos podían ver la celda de Epstein y dijeron que no vieron a nadie entrar en las horas previas a su muerte.
El inspector general no pudo recuperar imágenes de ninguna otra cámara—las otras habrían funcionado mal—y en esas imágenes no se veía la celda de Epstein. Según el informe, en las imágenes no se veía a nadie acercándose a la celda.
El personal de la oficina del inspector general entrevistó a 54 testigos, entre ellos funcionarios, reclusos y un familiar de Epstein.
El inspector general hizo ocho recomendaciones a la Oficina, entre ellas la de mejorar el proceso de asignación de compañeros de celda y establecer procedimientos para garantizar que los reclusos con alto riesgo de suicidio tengan compañeros de celda.
Un portavoz de la oficina dijo a The Epoch Times por correo electrónico que recibió el informe y ya implementó algunas de las prácticas recomendadas.
«Estas mejoras incluyen una revisión diligente de las grabaciones de vídeo de las celdas restrictivas para garantizar que las rondas de los empleados se realicen con prontitud y precisión. Además, se ha asignado a los tenientes la responsabilidad de realizar recuentos periódicos en los alojamientos restrictivos, mientras que ahora los empleados deben presentar informes sobre los internos recluidos solos. Además, es obligatorio notificar al jefe de la prisión para que realice una revisión exhaustiva cada vez que un individuo sea puesto en vigilancia por suicidio», dijo el portavoz.
La oficina cerró temporalmente la prisión en agosto de 2021, a raíz de lo ocurrido.
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