El Consejo Internacional de Juristas (CIJ), con sede en Londres, y la Asociación de Abogados de toda India (AIBA) presentaron conjuntamente una denuncia contra China ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH), solicitando una compensación no especificada por el papel de Beijing en la causa de la pandemia.
La denuncia, con fecha del 4 de abril, fue redactada por el Presidente de la CIJ y el Presidente de AIBA, el Dr. Adish C. Aggarwala. En ella se afirmaba que China había cometido «graves delitos contra la humanidad en todo el mundo» debido a su inacción y negligencia ante el brote de virus del PCCh.
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino permitieron que el virus se propagara por toda China y provocara una pandemia mundial.
La denuncia pide que el CDH «asegure y ordene» a Beijing que «compense adecuadamente a la comunidad internacional, a los países asociados y en particular a India».
Aggarwala dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que la CIJ también tiene la intención de presentar una demanda en la India y Londres contra China, para hacerla responsable de la propagación del virus.
«La inacción e irresponsabilidad del gobierno chino al enfrentar el brote temprano del nuevo coronavirus condujo directamente a la pandemia mundial en el escenario presente», decía la demanda.
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Aggarwala señaló el caso de Li Wenliang, un médico denunciante que fue silenciado por Beijing después de que publicara en las redes sociales chinas en diciembre sobre una nueva forma de neumonía que se estaba propagando en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei en el centro de China.
Cuando China anunció sus «primeros pasos para realizar una cuarentena en Wuhan» el 23 de enero, «un número significativo de ciudadanos chinos ya habían viajado al extranjero como portadores asintomáticos e inconscientes», decía la denuncia. El alcalde de Wuhan dijo que cinco millones de personas abandonaron la ciudad antes del cierre.
Más de 40.000 familias que vivían en el complejo residencial de Baibuting también asistieron a un banquete anual el 18 de enero. El banquete fue organizado por las autoridades locales a pesar de la advertencia del personal del comité vecinal sobre el temor de la propagación de la neumonía.
Menos de una semana después, el 24 de enero, comenzaron las festividades del Año Nuevo Lunar chino, época en que cientos de millones de chinos viajan por toda China y el extranjero para celebrar con sus familias.
La queja añadió: «El gobierno chino (…) no contuvo ni frenó suficientemente los viajes de las personas infectadas para no contagiar al mundo».
También dijo que Beijing «deliberadamente engañó a la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su declaración sobre el mortal virus del COVID-19».
El 27 de enero, la OMS admitió en un informe que había evaluado erróneamente el riesgo del virus. En una nota de pie de página, explicó que había declarado «incorrectamente» el riesgo global como «moderado» en sus informes anteriores del 23 al 25 de enero.
Añadió que el riesgo era de hecho «muy alto en China, alto en la región y alto a nivel mundial».
La denuncia alegaba que la respuesta de Beijing al virus ha violado varias cartas y directrices emitidas por las Naciones Unidas.
«La falta de transparencia en la difusión de información relativa a la propagación de este virus y las continuas declaraciones engañosas han dado lugar a la violación de los derechos humanos de toda la comunidad mundial, lo que justifica una interferencia inmediata y la adopción de medidas rápidas contra China, según lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos», dijo Aggarwala en un comunicado enviado a los medios de comunicación de India.
La denuncia también alegó que el virus fue desarrollado por el Instituto de Virología de Wuhan —un laboratorio «P4» que maneja los tipos más peligrosos de patógenos— para cumplir con el deseo de Beijing de «tomar el control de la economía mundial».
Actualmente no hay pruebas concluyentes de que el virus esté hecho por el hombre, ni de que el laboratorio de Wuhan haya estado involucrado. El laboratorio también ha negado las acusaciones, pero en la denuncia se citó un informe de febrero del periódico indio Economic Times, en el que se detallaba cómo los científicos chinos del Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá, que están siendo investigados por las autoridades canadienses, habían viajado al laboratorio P4 de Wuhan en 2017 a 2018. En el informe se afirmaba que los investigadores desarrollaron y liberaron posteriormente el virus.
En la denuncia se mencionaba a China, al Instituto de Virología de Wuhan y al ejército de China, el Ejército Popular de Liberación, como los demandados.
El laboratorio P4 es parte de la Academia China de Ciencias, que tiene estrechos lazos con el ejército chino en sus programas de investigación.
En Estados Unidos también se ha demandado al régimen chino en varios juicios, con el fin de hacerlo responsable por los daños que ha causado a los estadounidenses.
El bufete de abogados de Florida, The Berman Law Group, en asociación con el bufete de cabildeo Lucas Compton, con sede en Washington, presentaron una demanda colectiva contra el régimen chino el 12 de marzo, alegando que el encubrimiento inicial de Beijing dio lugar a la pandemia mundial.
La demanda sostiene que el régimen chino «sabía que el COVID-19 era peligroso y capaz de causar una pandemia, pero actuó lentamente, proverbialmente metió la cabeza en la arena, y/o lo encubrió por su propio interés económico».
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