Una vez concluido el ataque de represalia de Israel contra Irán, Medio Oriente parece alejarse (por ahora) del borde de una guerra más amplia.
Cumpliendo con la presión del presidente Joe Biden para evitar golpear las instalaciones nucleares de Irán o las instalaciones de producción de energía, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se centraron en sitios militares como la defensa aérea, la producción de misiles y aviones no tripulados, y los sitios de lanzamiento a principios del 26 de octubre.
El ataque se produjo en represalia por el lanzamiento por Irán de casi 200 misiles balísticos contra Israel el 1 de octubre. Israel declaró que la mayoría de ellos fueron derribados, pero más tarde aparecieron informes de daños en bases aéreas.
El presidente israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el ataque como “preciso y potente” y afirmó que cumplió todos los objetivos de Israel.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní dijo el 28 de octubre que Irán “utilizará todas las herramientas disponibles para dar una respuesta definitiva y eficaz al régimen sionista [Israel]”. No dijo cómo respondería Irán en concreto.
El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que su gobierno determinará la mejor manera de responder y demostrar el poder de Irán a Israel, afirmando que el ataque no debe “ni minimizarse ni exagerarse”.
La agencia estatal de noticias iraní informó que los daños habían sido limitados y señaló que el transporte aéreo se reanudó a partir de las 9:00 a.m. del 26 de octubre.
Una nueva cuenta en lengua hebrea en las redes sociales X para Jamenei fue suspendida un día después de su creación cuando publicó: “El régimen sionista cometió un error” al decidir tomar represalias.
Los mercados energéticos respondieron positivamente en las primeras operaciones del 28 de octubre. Los precios del petróleo cayeron casi 4 dólares por barril, mientras que los índices bursátiles de la región del Golfo subieron.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió que se detuviera la escalada que ha hecho temer por una guerra más amplia en Medio Oriente derivada del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, que lleva cerca de un año, y de la incursión de Israel en el sur del Líbano para impedir que el grupo terrorista Hezbolá envíe cohetes al norte de Israel.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que Irán ya no puede utilizar a sus aliados Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano contra Israel. Los dos grupos “ya no son una herramienta eficaz” de Teherán, dijo en un discurso.
Gallant afirmó que Hamás ya no funcionaba como red militar en Gaza y que el alto mando de Hezbolá y la mayor parte de su capacidad de misiles habían sido eliminados.
Israel indicó que no irá más lejos si Irán detiene el fuego, pero amenazó con una escalada si Irán lanza una tercera andanada de misiles.
El presidente iraní Masoud Pezeshkian dijo que Irán no buscaba la guerra pero que daría una “respuesta apropiada”.
Los analistas dicen que Teherán puede optar por abstenerse de tomar represalias directas por la fuerza por ahora, porque hacerlo podría revelar sus debilidades e invitar a una respuesta israelí más potente.
“Irán restará importancia al impacto de los ataques, que de hecho son bastante graves”, dijo Sanam Vakil, directora del programa para Medio Oriente y el Norte de África del grupo de expertos Chatham House, con sede en Londres.
Según ella, Irán está “encajonado” por limitaciones militares y económicas y por la incertidumbre causada por las elecciones en Estados Unidos y su impacto en la política estadounidense en la región.
El ataque del 26 de octubre contra instalaciones situadas a 1000 millas de Israel se produjo en oleadas, según The Times of Israel. La primera oleada tuvo como objetivo la defensa aérea de Irán, que al parecer incluía instalaciones en Siria.
Las siguientes oleadas alcanzaron centros de fabricación de drones y misiles balísticos, los utilizados en los ataques de Irán contra Israel el 14 de abril y el 1 de octubre, así como bases de lanzamiento. Los objetivos estaban en Teherán y sus alrededores y en dos provincias occidentales iraníes, Juzestán e Ilam.
Las fotos de satélite revelaron que dos bases militares secretas, en Parchin y Khojir, a las afueras de Teherán, resultaron dañadas, según Associated Press. Las plantas fabricaban misiles y mezclaban combustible sólido para motores de cohetes. Los analistas afirmaron que el ataque le dificultará a Irán la posibilidad de lanzar un futuro ataque con misiles contra Israel.
Según el Organismo Internacional de la Energía Atómica, la base de Parchin albergó anteriormente pruebas de explosivos de gran potencia que podrían utilizarse para activar armas nucleares. Irán negó tener un programa de armas nucleares.
Se registraron explosiones en Teherán y sus alrededores hacia las 2:15 a.m. Según el ejército iraní y las agencias de noticias estatales, murieron cuatro soldados y un civil.
En el frente diplomático, se produjeron algunos movimientos en las negociaciones para un alto el fuego temporal en Gaza.
El jefe de la agencia de inteligencia israelí, la Mossad, viajó a Doha, Qatar, el 27 de octubre para mantener conversaciones con el director de la CIA, William Burns, y el primer ministro qatarí, declaró la oficina de Netanyahu.
El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, propuso el 27 de octubre un alto el fuego de dos días para el intercambio de cuatro rehenes israelíes a cambio de algunos prisioneros palestinos. Sin embargo, Hamás rechazó la propuesta.
Según los diplomáticos, es poco probable que Israel dé un paso definitivo hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses.
La región está en guerra desde los ataques terroristas de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que dejaron 1200 muertos, miles de heridos y más de 250 secuestrados.
Con información de Associated Press y Reuters
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
