Alrededor de un centenar de haredis (los ‘temerosos de Dios’) se manifestaron la mañana de este miércoles frente a la oficina de reclutamiento militar en Jerusalén en protesta contra el reclutamiento de judíos ortodoxos dictaminada por el Supremo.
Los religiosos corearon las consignas repetidas en este tipo de protestas, como «a la cárcel y al ejército» o «moriremos y no alistaremos». La Policía cortó avenidas, hizo despliegue de un cañón de agua y algunos agentes aparecieron montados a caballo.
El pasado 25 de junio, la Corte Suprema de Israel dictaminó por unanimidad que el Estado debía también alistar a este grupo religioso y, desde entonces, solo una nimia minoría de los miles que han recibido la citación se ha presentado en las oficinas.
Los propios líderes espirituales ortodoxos han llamado a ignorar las órdenes de reclutamiento del Ejército. El pasado 11 de julio, el rabino Dov Lando cargó contra el sistema judicial israelí después de que eliminara la exención militar de los ortodoxos, asegurando que la Justicia había “declarado la guerra al mundo de la Torá”.
A comienzos del pasado abril, expiró una norma temporal que permitía mantener la exención para los haredim y sectores de la sociedad civil, así como del Ejército, han reclamado acabar con los privilegios de este grupo, que representa alrededor del 13% de la población israelí.
Tras meses de polémica sobre si la medida continuaría en vigor, el Supremo israelí decidió que “no existe base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento” y que si estos no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos. Ahora, los 67,000 hombres haredim elegibles (el equivalente a cinco divisiones militares) se enfrentan a su entrada gradual en las Fuerzas Armadas.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.