El líder conservador canadiense, Erin O’Toole, pidió a Ottawa que impulse el traslado de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 fuera de China debido al «genocidio de Beijing contra los musulmanes uigures» y el «estado policial de Hong Kong», que viola tanto los derechos humanos como los principios de la Olimpíadas.
En una rueda de prensa celebrada el martes, O’Toole dijo que llegó el momento de que Canadá se posicione a favor de los derechos humanos y la dignidad, y pida al Comité Olímpico Internacional (COI) que traslade los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 fuera de China.
«El primer principio de la Carta Olímpica establece que el movimiento olímpico pretende ‘crear un modo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo de los buenos ejemplos, la responsabilidad social y el respeto a los principios éticos fundamentales universales», dijo O’Toole, pero «en estos momentos se está produciendo un genocidio en China».
«Cerca de un millón de uigures fueron reubicados a la fuerza en centros de detención para su reeducación [en Xinjiang]. Las personas que lograron escapar denuncian una horrible violencia coordinada que utiliza la tortura física, mental y sexual», dijo O’Toole.
«Las mujeres relatan violaciones masivas y abusos sexuales. Las mujeres son sometidas a esterilización forzada».
El Partido Comunista Chino (PCCh) también estableció un estado policial en Hong Kong que secuestró a dos canadienses —Michael Kovrig y Michael Spavor— y los mantiene como rehenes sin causa ni garantías procesales durante dos años, añadió el líder conservador.
O’Toole subrayó que Canadá no debería enviar a sus atletas a China en este momento.
«Creo que los canadienses estarían de acuerdo en que se violaría los principios éticos fundamentales al participar en unos Juegos Olímpicos organizados por un país que está cometiendo un genocidio contra parte de su propia población», añadió.
El líder de la oposición dijo que Canadá debería adoptar una postura y mostrar liderazgo, e instó al primer ministro Justin Trudeau a «buscar activamente la reubicación de los Juegos Olímpicos de 2022».
«Pero no tenemos que hacerlo solos. Debemos trabajar con nuestros aliados más cercanos y coordinar un esfuerzo para reubicar los Juegos para 2022», dijo a continuación.
El representante estadounidense Michael Waltz (R-Fla.) presentó el lunes una resolución en la que pide a Estados Unidos que boicotee los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 si no se trasladan fuera de China.
El PCCh ha «llevado a cabo una serie de actos atroces en el último año que deberían descalificarles para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022», dijo Waltz a través de una declaración. Luego señaló las atrocidades del régimen contra los uigures en Xinjiang, que Estados Unidos calificó de genocidio, su represión en Hong Kong y su encubrimiento del brote del virus del PCCh, lo que permitió la propagación a nivel mundial. Teniendo en cuenta estos factores, sería «inmoral, poco ético y erróneo» que China organizara los Juegos Olímpicos, afirma la resolución.
«Premiar el mal comportamiento de los autócratas solo los envalentona. No hay peor momento para recompensar a [el líder chino] Xi por su absoluta imprudencia e inhumanidad», escribió Waltz en un artículo de opinión en The Washington Examiner.
El británico Ed Davey, líder de los demócratas liberales, emitió una declaración el 9 de febrero que «el mundo entero debe enfrentarse ahora a Beijing y utilizar todas las herramientas disponibles para detenerlo».
«Sin duda oiremos a los equipos, los patrocinadores y los órganos de gobierno decir que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos deben estar separados de la política y que solo se concentran en el deporte. Pero ante el genocidio, eso no es suficiente», dijo Davey. «Nuestros mejores y más brillantes atletas no deberían verse obligados a formar parte de un ejercicio de propaganda para el Partido Comunista Chino mientras éste intenta eliminar al pueblo uigur de la faz del planeta».
El PCCh negó que se hayan cometido atrocidades en la provincia de Xinjiang y dijo que está llevando a cabo un programa de empleo voluntario y de formación lingüística.
Trudeau, por su parte, dijo que el genocidio es un término «sumamente cargado» que debe aplicarse con cautela y en estricta conformidad con los criterios reconocidos internacionalmente.
«No hay duda de que se han producido tremendos abusos de los derechos humanos en Xinjiang», dijo durante una conferencia de prensa el martes. El uso de la palabra debe estar «debidamente justificado y demostrado para no debilitar la aplicación de ‘genocidio’ en situaciones del pasado».
Si el término se aplica a China es «algo que deberíamos estudiar en el caso de los uigures», dijo, y añadió que el Comité Olímpico Canadiense, el Comité Paralímpico Canadiense y el Comité Olímpico Internacional «están estudiando muy de cerca» las peticiones de reubicación de los juegos.
El COI, en una declaración anterior enviada a The Epoch Times, dijo que al elegir a Beijing como sede de los Juegos Olímpicos, su comisión de evaluación había «considerado los puntos de vista de ONG independientes con respecto a una serie de cuestiones, incluidos los derechos humanos» y planteó las preocupaciones a las autoridades gubernamentales.
«Nosotros recibimos garantías de que se respetarán los principios de la Carta Olímpica en el contexto de los Juegos», añadió, y dijo que seguiría debatiendo «cuestiones relacionadas con los Juegos» con los organizadores.
El 3 de febrero, una coalición de 180 grupos de derechos civiles que representan a tibetanos, uigures, mongoles interiores y residentes de Hong Kong, entre otros, publicó una carta abierta a los gobiernos de todo el mundo en la que se pidió el boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing del próximo año.
«El COI se negó a escuchar en 2008, defendiendo su decisión con la afirmación de que serían un catalizador para mejorar los derechos humanos», dice la carta. «Tal y como predijeron los expertos en derechos humanos, esta decisión resultó ser enormemente errónea; no solo hizo que el historial de derechos humanos de China no mejorara, sino que las violaciones aumentaron sustancialmente sin reprensión».
Con información de Cathy He, The Canadian Press y The Associated Press contribuyeron a este informe.
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