El presidente del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), dijo que «más del 50%» de un nuevo formulario relativo a las acusaciones sobre los negocios familiares del presidente Joe Biden y posibles sobornos fue tachado.
El formulario FD-1023 es un tipo de documento utilizado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para registrar las denuncias sobre posibles actividades delictivas procedentes de fuentes humanas confidenciales del FBI.
Las pruebas reveladas a través de un FD-1023 anterior presentado por un informante de confianza del FBI alegan que el presidente Biden aceptó al menos USD 5 millones como soborno de un ciudadano extranjero. Sin embargo, acusaciones más recientes elevaron esa cifra al menos a USD 10 millones, en parte mediante el uso de empresas fantasma.
Los republicanos están investigando el asunto ante la preocupación de que Biden pudiera haber utilizado su influencia como vicepresidente para ayudar a los negocios de su familia, principalmente los de su hijo Hunter Biden.
El 20 de junio, Comer anunció que iría a la instalación de información confidencial compartimentada (SCIF) de la Cámara de Representantes —una parte del complejo de la Cámara reservada para la protección de documentos y materiales clasificados, a pesar de que el formulario FD-1023 supuestamente no estaba clasificado— para ver otro formulario FD-1023 relacionado con las acusaciones contra Biden y su familia.
«¿Tiene alguna pregunta sobre los documentos que ha visto hoy?», le preguntó un periodista a Comer al salir del SCIF.
«Bueno, yo diría que más del 50% de los documentos estaban tachados», respondió Comer. «Así que realmente no habría nada de qué hablar. Más del 50% tachado. Todo lo que sé es que mencionaba a Hunter Biden y Burisma. También había algún tipo de investigación con respecto al fraude que estaba teniendo lugar, pero había tanto tachado, que realmente no se podía decir nada de la 1023».
Comer expresó su preocupación por el hecho de que las fuerzas de seguridad federales siguieran ocultando información a los republicanos, señalando que el anterior formulario FD-1023 hacía referencia a otros formularios fechados en 2018. Pero el documento que vio hoy estaba fechado en 2017, lo que significaba que otros FD-1023 relacionados con las acusaciones permanecen ocultos.
«Así que la única pregunta que hice fue: ‘¿Dónde está el de 2018? Entonces ellos me preguntaron: ‘¿De qué está hablando?».
El FBI le dijo a Comer que no había formularios del 2018, pero le señalaron que investigarían el asunto, informó la prensa.
El representante declaró que si bien él y el demócrata de mayor rango en el panel, Jamie Raskin (D-Md.), recibieron una sesión informativa sobre el primer documento, «No recibimos una sesión informativa hoy (…) y los dos documentos estaban tan fuertemente tachados, por lo que realmente no tenía nada que decir. Responderé a algunas preguntas, pero no hay nada que decir por qué estaban muy tachados».
Los formularios FD-1023 han estado a la vanguardia de una continua disputa entre Comer y el director del FBI, Christopher Wray.
Inicialmente, Wray se negó a permitir que el Congreso viera el documento —dado a conocer a través de un informe que un denunciante dio a Comer y al senador Chuck Grassley (R-Iowa).
Según los legisladores, el formulario desclasificado «describe una presunta trama delictiva en la que estarían implicados el entonces vicepresidente Joe Biden y un ciudadano extranjero, en relación con el intercambio de dinero por decisiones políticas».
Después de que Wray incumpliera plazo tras plazo para entregar el documento, Comer parecía dispuesto a iniciar un procedimiento por desacato al Congreso contra el jefe del FBI. Ante esta amenaza, Wray accedió y permitió que Comer y Raskin ver el documento en la sala de seguridad SCIF de la Cámara. Más tarde, el panel de Supervisión en pleno tuvo acceso al documento.
The Epoch Times preguntó a Comer si consideraría la posibilidad de volver a iniciar un procedimiento por desacato en relación con el documento de 2018, si no se presenta.
«Nosotros estamos esperando la respuesta sobre el formulario 1023 de 2018», dijo Comer sin comprometerse a la reanudación de los procedimientos de desacato, que había abandonado después de que se le diera acceso al FD-1023 original.
«Los dos que vimos hoy estaban muy tachados, y miren, ellos van a tener que dar algo mejor que eso», declaró el representante.
«Entré al SCIF para ver un documento no clasificado que está tachado en más de un 50%, así que realmente no tiene valor. ¿Qué parte está tachada? ¿Es sobre Joe Biden? ¿Es esa la parte que está censurada? No lo sé».
Raskin descarta el documento y alega motivos políticos
Raskin, el análogo demócrata de Comer en el panel, que el 20 de junio vio el documento editado con Comer, dijo que desestimaba el contenido del documento como «no relevante» y reiteró su posición de que la investigación era de origen política.
El representante indicó que en lugar de ser una investigación seria, los republicanos estaban usando las acusaciones para proteger al presidente Donald Trump, quien actualmente enfrenta cargos penales tanto en Manhattan como a nivel federal.
Raskin declaró que en el FD-1023 original, el agente —que según los republicanos es uno de los informantes confidenciales más fiables del FBI— «citó de oídas a un oligarca ucraniano, que le dijo [al agente] que había algún tipo de trama de corrupción en la que estaban implicados los Biden».
Gran parte de las acusaciones que rodean a los Biden se han centrado en el papel que Hunter Biden desempeñó en negocios con una empresa energética ucraniana llamada Burisma. Biden admitió públicamente que utilizó su influencia como vicepresidente para que se despidiera a un fiscal ucraniano que investigaba a la empresa, a riesgo de que Estados Unidos retuviera una garantía de préstamo de USD 1000 millones.
Por su parte, Raskin ha reiterado el argumento de que el fiscal general Bill Barr puso al fiscal Scott Brady al frente de la investigación. Según el representante, Brady determinó que los cargos no eran sustanciales y que el caso se abandonó.
Esto contradice la versión de Barr, al declarar a The Epoch Times que la investigación estaba en curso cuando él dejó el cargo.
No obstante, Raskin ha insistido en que este no es el caso, afirmando que «no hay nada ahí que toque ni remotamente las acusaciones de corrupción».
«Estas van incluso más lejos [que las anteriores FD-1023]. No tienen nada que ver con las acusaciones de corrupción», declaró el representante.
«Hay una mención a los Biden en la que la fuente humana confidencial dice que hubo una breve mención no relevante de Hunter Biden como miembro del Consejo de Administración de Burisma, que lo identifica como el hijo de Joe Biden».
Pero Raskin dijo que este comentario «[no] era relevante para lo que trataban estos documentos».
En su respuesta a este comentario, Comer declaró que «el foco de nuestra investigación es Joe Biden y tratar de determinar qué papel desempeñó en los millones de dólares que su familia recibió de ciudadanos extranjeros y que fueron blanqueados a través de empresas fantasma en varias cuentas de la familia Biden. Eso es lo que queremos saber. ¿Qué papel jugó? ¿Y está nuestro presidente comprometido por los millones de dólares que su familia recibió de los ciudadanos extranjeros?».
El contenido del documento sigue siendo desconocido para el público, excepto a través de la información pública de los miembros del panel, como la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) y el representante Andy Biggs (R-Ariz.).
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