Un padre demandó a un distrito escolar de Nueva Jersey por supuestamente llevar en secreto la transición de género de su hija.
Cuando descubrió, por accidente, que el Delaware Valley Regional High School había estado llamando a su hija con un nombre masculino y pronombres masculinos durante más de dos meses, «me arrancó el corazón del pecho», dijo el padre, de nombre John, en declaraciones a The Epoch Times.
«Me dieron ganas de estrellar el coche contra un árbol», agregó John, quien prefirió permanecer en el anonimato para proteger la identidad de su hija.
«Yo estaba destrozado. Si a un niño le duele la cabeza en el colegio, tienen que llamar a los padres para darles Tylenol, pero es que ellos ¿están eligiendo permitirles identificarse como algo?».
John demandó al Consejo de Educación de DVRHS, al superintendente Scott McKinney, a la consejera escolar Ashley Miranda, al fiscal general del estado Matthew Platkin, a la comisaria en funciones del Departamento de Educación de Nueva Jersey (NJDOE) Angelica Allen-McMillan, y varios empleados de la escuela no identificados y otros miembros de la junta.
El caso será juzgado por la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Nueva Jersey.
En él se reclaman daños y perjuicios compensatorios, punitivos y consecuentes, así como una orden permanente contra los demandados por intentar supuestamente llevar a cabo una transición de género de la niña, a la que se llama Jane.
The Epoch Times se puso en contacto con todas las personas citadas en la demanda.
La oficina del fiscal general declinó hacer comentarios. Thomas Loughlin, miembro del consejo, tampoco quiso hacer comentarios. La Sra. Miranda, la Sra. Allen-McMillan y el Sr. McKinney no respondieron.
Trauma y salud mental
Según la demanda, Jane asistía a clases en el Delaware Valley Regional High School.
Su madre murió cuando ella tenía 4 años, dijo John, y la muerte perjudicó la salud mental de Jane. Ella ha estado en tratamiento por depresión, ansiedad y confusión de género desde el 21 de abril de 2022, dijo en la demanda.
Jane también fue diagnosticada con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), síndrome de Asperger y desorden de la personalidad, dice la demanda.
Los médicos de John y Jane acordaron adoptar un «enfoque cauteloso» ante la confusión de género de Jane debido a sus problemas de salud mental, alega la demanda.
«Ella es definitivamente muy impresionable, y muy vulnerable», dijo el padre. «Desde pequeña, siempre buscaba atención, ya fuera atención negativa o positiva, lo cual es comprensible».
Como estudiante de primer año, Jane se unió a la organización Students Advocating for Equality («SAFE») de la escuela, que afirma que trabaja para «promover el debate abierto y la concienciación sobre las culturas modernas y los temas que rodean la interseccionalidad, al tiempo que pretende hacer contribuciones positivas a nuestra comunidad y escuela», alega la demanda.
Los grupos activistas como SAFE tienen como objetivo a los niños vulnerables, afirmó John.
«Ellos buscan a los niños débiles e impresionables», dijo John, indicando que actúan como una banda.
John también descubrió que Jane había estado interactuando en sitios web en los que la gente la había estado presionando para que se hiciera una identidad transgénero, dijo a continuación.
La consejera del club SAFE, la Sra. Miranda, empezó a hacer la transición social de Jane después de que ella dijera que le gustaría ser un chico, según la demanda. La Sra. Miranda no tiene licencia estatal para ejercer la medicina o la psicología, afirma a continuación.
El documento judicial alega que después de este encuentro, que la Sra. Miranda dijo a todo el personal de la escuela que Jane ahora debía ser referida por pronombres masculinos y un nombre masculino, y que su padre no tenía que ser informado de este cambio.
Las únicas excepciones a esta regla eran dos profesores que conocían personalmente a John, según alega la demanda.
«La falta de honradez es lo que más duele», dijo John.
Descubrimiento de una mentira
John no se enteró de la transición de su hija en la escuela hasta diciembre de 2022, meses después de que hubiera ocurrido. Pero algo le había parecido mal durante meses a medida que el estrés de la doble vida de Jane la iba desgastando, dijo el padre.
«Tal parecía que estaba más encerrada y escondida», dijo a contnuación. «Ella estaba más a menudo en su habitación».
John se enteró de la transición secreta de Jane después de que una madre y vecina dejara escapar accidentalmente el secreto.
«He oído que tenemos un nuevo vecino viviendo en tu casa», dijo John que le relató la madre de un compañero de colegio de Jane.
«¿Quién es?», le preguntó John.
«Oh, bueno, [nombre masculino de Jane]», respondió la madre.
«¿De qué demonios estás hablando?», dijo John.
La madre se rió y preguntó si John no lo sabía. Entonces le dijo que Jane se había cambiado el nombre y los pronombres en el colegio.
Tras conocer esta información, John sacó a Jane de la escuela para que recibiera clases en casa, alegó la demanda.
Las fuentes que asesoraban a Jane le ofrecían una idea «fantasiosa» de la transición de género, dijo. Pero después de mostrarle vídeos de la realidad de la transición, partes del cuerpo modificadas quirúrgicamente que se infectan una y otra vez, daños en el cuerpo por las hormonas, etc., Jane empezó a llorar, relató a continuación.
El 8 de diciembre de 2023, John se reunió con el personal de Delaware Valley Regional High School (DVRHS) y la Sra. Miranda para decirles que su hija tenía antecedentes de traumas y problemas mentales en el pasado, alega la demanda.
En la reunión, el personal de la escuela dijo que no estaban conscientes de estas dificultades cuando hicieron la transición de Jane.
Al final de la reunión, “el Distrito informó que continuaría llamando a Jane por un nombre masculino hasta que Jane indicara lo contrario”, alega la demanda.
El terapeuta y el médico de Jane le dijeron a John que aprobaban educarla temporalmente en casa en lugar de en la escuela, pero la escuela indicó que querían que Jane volviera sino tal vez tendrían que considerarla una infractora, dijo el padre.
¿Hijos del Estado?
Las pautas del NJDOE recomiendan que las escuelas apoyen las transiciones de género de los estudiantes, acepten la “identidad de género afirmada” de un estudiante y permitan que los estudiantes que se identifican como transgénero usen vestuarios de sexos opuestos y usen ropa de sexos opuestos en la escuela.
«No existe ningún deber afirmado por parte del personal del distrito escolar de notificar a los padres o tutores de un estudiante sobre la identidad o expresión de género del estudiante», dicen las pautas del gobierno de Nueva Jersey.
Según el abogado de John, Ron Berutti, las directrices de Nueva Jersey sobre la transición de género no son ley, pero el estado ha utilizado su ley contra la discriminación para darles fuerza de ley.
Esta elección es una “lectura demasiado amplia de la ley contra la discriminación”, dijo a The Epoch Times.
Incluso si la ley de Nueva Jersey respalda lo que Nueva Jersey les hizo a Jane y John, probablemente sea inconstitucional, dijo Berutti.
«Los padres tienen un derecho, según la 14ª enmienda, al cuidado, la custodia y la crianza de sus hijos», dijo Berutti, derecho que la Corte Suprema ha confirmado.
Es posible que el caso de John llegue a la Corte Suprema, dijo Berutti. Si lo hace y gana, podría convertirse en la ley del país que los padres tengan el derecho absoluto de saber si las escuelas están realizando en secreto una transición de género para sus hijos.
«La idea de que un distrito escolar pueda repentinamente tomar el control de un niño y comprometerse en algo tan fundamental como tratar de cambiar la identidad sexual del niño sin el conocimiento o consentimiento de los padres es realmente escandalosa», dijo Berutti.
Si John pierde su caso, los padres podrían movilizarse para aprobar una enmienda que proteja los derechos de los padres, dijo Berutti.
«Creo que habría millones y millones de personas en este país que estarían muy molestas por el cambio repentino en la relación entre padres e hijos que ha sido reconocido por la Corte Suprema de los Estados Unidos».
En la historia reciente, la Corte Suprema se ha negado a escuchar casos sobre el uso de baños por parte de personas transgénero y casos sobre la autorización de hombres que se identifican como transgénero en los dormitorios universitarios de mujeres.
John dijo que quiere que su hija salga de un sistema escolar que se siente como si la hubieran secuestrado.
«Están quitando gran parte de la vida de nuestros niños y convirtiéndolos en lo que quieren que sean».
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