El Distrito Escolar del Condado de St. Johns de Florida está pidiendo a los padres que firmen un nuevo formulario de consentimiento impreciso para los servicios de atención médica para sus hijos en la escuela. Sin embargo, el incremento en el número de revisiones, ambigüedades, inconsistencias y respuestas contradictorias hacen que muchos padres cuestionen los motivos y la legitimidad de la solicitud.
El principio
El correo electrónico original, enviado a todos los padres y tutores de los estudiantes en el Distrito Escolar del Condado de St. Johns (SJCSD) el 15 de diciembre, explicaba que el motivo del nuevo formulario era garantizar el cumplimiento de la «reciente Declaración de derechos de los ‘padres’, FS 1014.06«.
La introducción del formulario reiteró que la solicitud se debía «a la reciente ‘Declaración de derechos de los padres» y decía que el consentimiento permitiría que «la enfermería de la escuela proporcionara cuidados y tratamiento» a su hijo en caso de «lesión, enfermedad: y servicios sanitarios de urgencia». Se advertía a los padres que, si rechazaban el consentimiento para tales servicios, solo se les notificaría que su hijo «tiene esa necesidad» y que serían «responsables de organizar los cuidados fuera del entorno escolar».
La parte 6 del formulario de consentimiento decía: «Mi hijo tiene permiso para recibir servicios de salud mientras está en la escuela, para incluir atención y tratamiento por enfermedades y lesiones». Los padres tenían dos opciones: «Sí» o «No; mi hijo NO PUEDE recibir atención o tratamiento de la enfermería de la escuela».
Reacción adversa inmediata
Cuando los padres leyeron el nuevo formulario de solicitud de atención médica, generó una reacción inmediata adversa. Elizabeth Whittstadt, presidenta de la sección Moms for Liberty, del condado de St. Johns, envió una Alerta de Acción, advirtiendo a los padres que «el formulario va en contra de la Declaración de Derechos de los Padres» y su investigación «demuestra que el formulario de consentimiento es completamente innecesario para que su hijo reciba atención en la escuela».
“El formulario de consentimiento solo actúa como una medida coercitiva para excluirle de tomar decisiones sobre la atención médica de su hijo mientras está en la escuela”, señaló la alerta de Whitestadt. «Firmar este formulario permitirá a otros determinar las necesidades de atención sanitaria de su hijo sin su permiso. Por favor, NO renuncie a sus derechos parentales y envíe este correo electrónico a cualquiera que esté considerando hacerlo. No se preocupe si ya ha firmado, puede anular su formulario». Los padres también están «pidiendo que el Consentimiento para los Servicios de Salud de los Estudiantes sea anulado inmediatamente».
Según Whittstadt, los padres de familia del distrito saturaron al distrito escolar con preguntas e inquietudes.
En respuesta a la preocupación de una de las madres acerca de la amenaza de negar el tratamiento de emergencia a menos que dijera «Sí» en el formulario de consentimiento, Kyle Dresback en la Oficina de Servicios Estudiantiles confirmó que si la madre «quisiera» que su hijo «sea atendido por la enfermería de la escuela para brindarle atención y tratamiento» para «lesiones o enfermedades y, cuando sea necesario, servicios de salud de emergencia», deben «sentirse libres de completar la encuesta con SÍ».
Dresback no respondió a una solicitud por parte de The Epoch Times para aclarar su correo electrónico.
Revisiones
En cuestión de días, el formulario de presentación y consentimiento fue revisada en el sitio web de SJCSD. Desapareció la advertencia de que si los padres se niegan a dar su consentimiento para el tratamiento en caso de «lesión, enfermedad» y «servicios de salud de emergencia», solo se les notificará que su hijo «tiene tal necesidad» y ellos «serían responsables de organizar la atención fuera del entorno escolar». Ahora, simplemente dicen, «el Distrito está solicitando» consentimiento «para permitir los servicios que tradicionalmente proporciona» la enfermería de la escuela, tales como «satisfacer las necesidades de emergencia» y «tratamiento de emergencia». Se agregó a la introducción una nueva advertencia: «Este consentimiento NO AUTORIZA la realización de exámenes o procedimientos invasivos» como las pruebas por COVID-19, las vacunas «u otros servicios que tradicionalmente han requerido la dirección y el consentimiento específicos de los padres», como «la administración de medicamentos».
El parte #6 en el formulario de consentimiento ahora está precedido por: «Mi hijo tiene permiso para recibir servicios de salud en la escuela, para incluir atención y tratamiento para enfermedades y lesiones», y una reiteración de la advertencia «NO AUTORIZA». La opción «No» aún especifica que «la enfermería de la escuela» no debe brindar «atención o tratamiento», pero advierte que «solo se brindará atención de emergencia».
«Obviamente vieron que había algunos problemas que debían abordar», dijo Whittstadt sobre las apresuradas revisiones a raíz de las reacciones en contra. «Pero no lo abordaron con claridad y creo que siguen tratando de burlarse de los padres. Quieren revisarlo lo suficiente para que algunos padres sientan que se han explicado a sí mismos y continúen adelante y lo firmen. Pero realmente creemos que están tratando de hacernos firmar la renuncia a nuestros derechos parentales».
Ambigüedades, inconsistencias, respuestas contradictorias y la ley
El correo electrónico del 15 de diciembre dice que el nuevo formulario es «debido a la reciente Carta de Derechos de los Padres» (PBOR, por sus siglas en inglés) y «el consentimiento permitirá que la enfermería de la escuela brinde atención y tratamiento a su hijo por lesiones y enfermedades, y cuando sea necesario, servicios de salud de emergencia». Sin embargo, el PBOR—FS 1014.06— se convirtió en ley hace seis meses y se refiere a «un profesional de la salud» o «una persona empleada por dicho profesional de la salud». La definición de “profesional de la salud” es extremadamente amplia para incluir (entre otras cosas) enfermeras, acupunturistas, nutricionistas, psicólogos, logopedas, fisioterapeutas y médicos. El sitio web de SJCSD establece que al “trabajar con los padres, otros profesionales de la salud y otro personal escolar, la enfermería de la escuela brinda servicios tales como «necesidades de salud de emergencia» y «administración de medicamentos».
La opción «Sí» en el formulario de consentimiento sigue sin especificar quién proporcionará los «servicios de salud». Sin embargo, la opción «No» es específica al decir que el padre no quiere que su hijo sea «tratado por la enfermería».
“Si dices ‘Sí’, no estás diciendo que sí ‘a la enfermería de la escuela’. Estás diciendo ‘Sí’ a esta amplia selección», explicó Whittstadt, «y cuando dices ‘No’, estás diciendo no específicamente a ‘la enfermera de la escuela’. Es una situación en la que están jugando con manzanas y naranjas. Si dijeran ‘Sí’ y ‘No’ con respecto a ‘la enfermería escolar’, tendría más sentido».
La introducción en el formulario de consentimiento establece que «el distrito solicita» el consentimiento para «permitir los servicios proporcionados tradicionalmente por» la enfermería de la escuela, como «primeros auxilios» y «satisfacer las necesidades de salud de emergencia». Sin embargo, la Parte 6 revisada del formulario de consentimiento y la hoja de preguntas frecuentes del 21 de diciembre dicen que se proporcionará atención de emergencia incluso si el padre se niega a decir «Sí».
La directiva para este nuevo formulario parece provenir de Melissa Kledzik, la Directora de Servicios de Salud del Condado de St. Johns. En un correo electrónico del 15 de diciembre al Superintendente Asociado de Servicios de Apoyo Estudiantil de SJCSD, Kledzick compartió la directiva que ella redactó, la cual fue enviada a los padres.
Sin embargo, la aclaración de «los servicios» no se aclaró, sino hasta el 17 de diciembre, en un correo electrónico de Sally Hugo, Enlace de Salud Escolar de Florida, División de Servicios de Salud Comunitaria, Programa de Servicios de Salud Escolar en Tallahassee, enviado a Kledzik y compartido con Dresback. Entre los servicios enumerados se encuentran los «servicios de salud de emergencia».
Sin embargo, la Ley de Servicios de Salud Escolar FS 381.0056 de 2018 dicta que “cada departamento de salud del condado desarrollará, junto con la junta escolar del distrito y el comité asesor de salud escolar local, un plan de servicios de salud escolar” que “debe incluir, como mínimo, disposiciones para diecinueve servicios de atención médica específicos, incluida la «satisfacción de las necesidades de salud de emergencia». La Ley aclara que por «necesidades de salud de emergencia» se entiende «la evaluación, la gestión y la ayuda de la enfermedad o la lesión en el recinto en espera de que el estudiante regrese a la clase o se entregue a uno de sus padres, a un tutor, a un amigo designado, a un agente de la ley o a un proveedor de atención sanitaria designado». Negarse a proporcionar dicha atención si un niño «tiene tal necesidad» violaría esta ley.
La revisión del formulario de consentimiento, para incluir la advertencia de que si los padres «declinan el consentimiento», para «permitir que la enfermería de la escuela» brinde atención como «servicios de salud de emergencia», solo se les informará que su hijo «tiene tal necesidad» y los padres serían «responsables de hacer los arreglos para la atención fuera del entorno escolar», y la hoja de preguntas frecuentes parecen haber sido redactadas por Dresback.
En un intento por obtener una aclaración de las ambigüedades e inconsistencias, The Epoch Times se puso en contacto con cada uno de los cinco miembros de la junta escolar del SJCSD. Solo un miembro de la junta respondió.
“Nuestro personal está tratando de adherirse a la Declaración de Derechos de los Padres con el formulario”, dijo Beverly Slough, miembro de la junta (Distrito 1) a The Epoch Times. “En esencia, codifica los deseos de los padres con respecto a que nuestras enfermerías brinden primeros auxilios y atención de emergencia a sus hijos. De ninguna manera faculta a nuestro personal para administrar vacunas, otros productos farmacéuticos o cualquier tipo de tratamiento que no esté expresamente aprobado por los padres. Desafortunadamente, en un entorno altamente politizado, la confianza se ha erosionado entre algunos de nuestros padres, lo que ha dado lugar a malentendidos. De nuevo, nuestro distrito no tiene intención de socavar la voluntad de nuestros padres en el cuidado de sus hijos. Simplemente estamos tratando de cumplir con la ley al proporcionar el formulario».
Se le pidió que aclarara por qué SJCSD cree que el formulario es necesario debido al PBOR cuando el Estatuto de Florida 10006.062 preexistente y la Norma 5.15 de la Junta Escolar de SJCSD ya requieren el consentimiento de los padres y el SJCSD ya tiene pautas y un formulario de consentimiento para que los padres otorguen permiso a la enfermería de la escuela para administrar medicamentos, Slough dijo que «nuestro personal interpreta que la ley requiere el formulario y, por lo tanto, la solicitud para completarlo. Obviamente, si un niño se lesionara, no nos negaríamos a brindar los primeros auxilios. Nuevamente, nuestro distrito está tratando de cumplir con la ley».
Christina Langston, Jefa de Relaciones Comunitarias del Distrito Escolar del Condado de St. Johns, proporcionó una respuesta contradictoria.
“Nuestra junta escolar no ha discutido esto colectivamente ni ha tenido un taller sobre este tema, actualmente no hay uno programado”, dijo Langston a The Epoch Times por correo electrónico. «Por supuesto, eso podría cambiar». Langston también dijo que «el departamento de salud envió una directiva a cada distrito escolar y al departamento de salud local en el estado de Florida, por lo que esto no es específico de St. Johns o de algún distrito escolar».
Según el correo electrónico del 15 de diciembre de Keldzik a Dresbak, ella envió la directiva a «todas las enfermerías escolares». El correo electrónico no indica que fue enviado a «todos los distritos escolares y departamentos de salud locales del estado de Florida».
A pesar del FS 10006.062, de la Norma 5.15 de la Junta Escolar, de las pautas de medicamentos preestablecidas, de un formulario de consentimiento preexistente y del FS 381.056 (que garantiza las «necesidades de salud de emergencia en cada escuela»), no se ofrece ninguna explicación en el correo electrónico del distrito del 15 de diciembre, el siguiente 21 de diciembre, las preguntas frecuentes u ofrecidas por Slough o Langston, acerca de por qué se necesita un nuevo formulario de consentimiento adicional, por qué no fue necesario cuando comenzaron las clases en el condado de St. Johns el 16 de agosto o cuando el gobernador de Florida, Ron DeSantis firmó el PBOR en ley 30 de junio. Tampoco se explica si o por qué los formularios de consentimiento proporcionados anteriormente ahora son insuficientes. Dado que PBOR no establece una fecha límite para que los padres presenten los formularios de consentimiento para obtener los servicios de atención médica brindados tradicionalmente en la escuela, el SJCSD no explica por qué los padres deben enviar sus nuevos formularios de consentimiento antes del 18 de enero.
Los padres siguen preocupados
Stacie Morales, residente del condado de St. Johns y miembro de Moms for Liberty teniendo a dos hijos que asisten a Palm Valley Academy, está preocupada por lo que cree que es un intento encubierto para quitarles los derechos a los padres.
“Tengo muchas preocupaciones sobre el formulario de consentimiento que nos pide que renunciemos a nuestros derechos fundamentales que nos fueron otorgados bajo la Declaración de Derechos de los Padres para poder orientar la atención médica y la educación de nuestros hijos en las escuelas”, dijo Morales a The The Epoch Times. “El correo electrónico fue coercitivo. Dijo específicamente que si no renunciamos a nuestros derechos, nuestros hijos no recibirán ningún cuidado de la enfermería de la escuela y si renunciamos a nuestros derechos, recibirán ‘servicios de salud’, que permanece indefinido, y ‘tratamientos por enfermedades y lesiones’, que sigue sin definirse. No estoy seguro de lo que está pasando aquí».
Morales señaló cómo fue que el PBOR entró en vigor el 1 de julio. Aunque la junta escolar llevó a cabo un taller y una reunión regular de la junta el 14 de diciembre, el día antes de que el correo electrónico y el nuevo formulario de consentimiento salieran, no hubo ninguna mención de este formulario de consentimiento.
“Este tema es tan importante”, afirmó Morales. “Estamos escuchando que los niños se vacunan en la escuela sin el conocimiento o consentimiento de los padres y el nuevo plan de ‘prueba para permanecer’ de Biden en las escuelas y cuando planteamos nuestras preocupaciones sobre este formulario con el distrito escolar, es interesante que silenciosamente hicieron algunos cambios. Ahora han modificado el formulario, diciendo que van a aclarar el formulario. Queremos saber, ¿por qué ahora? ¿De quién viene esto? Nos gustaría ver la directiva exacta y por qué es necesaria. No hemos oído que esto ocurra en otras partes del estado. Si se trata de una ley estatal, debería aplicarse a todos los distritos escolares por igual. También queremos saber qué tipo de orientación está dando el director de servicios de salud del distrito a las enfermeras escolares. También falta esa información».
Prueba para permanecer fue anunciado el 17 de diciembre por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) junto con el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (pdf), que destacaba el uso de prácticas de prueba para permanecer en las escuelas “para minimizar el ausentismo y la pérdida de aprendizaje que puede ocurrir durante la cuarentena tradicional en el hogar».
“A la luz de estos datos actualizados, los CDC han agregado información sobre las prácticas prueba para permanecer en nuestro Resumen científico de transmisión de K-12 y en nuestras páginas web de K-12”, explicaron los CDC en su sitio web. “Prueba para permanecer es otra herramienta valiosa en una estrategia de prevención por capas que incluye la promoción de la vacunación de los estudiantes y el personal que cumplen los requisitos, la exigencia de que todos los mayores de 2 años lleven una mascarilla dentro de las escuelas e instalaciones, el mantenimiento de al menos 3 pies de distancia entre los estudiantes, las pruebas de detección, la ventilación, el lavado de manos y la permanencia en casa cuando se está enfermo. Además, los CDC recomiendan que todas las personas de 5 años o más se vacunen contra la COVID-19 para ayudar a protegerse».
“Como padres, creemos que las enfermerías de nuestra escuela son una excelente primera línea de reacción y las queremos allí para nuestros hijos si hay algún tipo de emergencia en la escuela, como si se raspan en el patio de recreo o si necesitan una bolsa de hielo», dijo Whittstadt a The Epoch Times. «Para eso es para lo que vemos que están las enfermeras escolares». Sin embargo, cuando se trata de la distribución de medicamentos, Whittstadt dijo que los padres «ya firmaron formularios de consentimiento para eso».
«El formulario de consentimiento que enviaron era muy impreciso», señaló Whittstadt, «y en este momento de tensión en el que solo vemos engaños y maniobras evasivas, no tenemos un alto nivel de confianza y no queremos que la enfermería de la escuela o el distrito escolar se convierta en el médico de atención primaria de nuestro hijo y la forma en que lo expresan, realmente los deja abiertos para hacer lo que quieran y cierra la puerta a los padres. Lo que estamos diciendo es; ¿Qué están tratando de hacer? Básicamente, están tratando de quitarles el control a los padres. ¿Qué otra cosa podría definir como ‘tratamiento’?».
Los derechos de los padres «deben ser respetados»
«El gobernador DeSantis ha liderado el camino en la lucha por los derechos de los padres», dijo Christina Pushaw, Secretaria de Prensa de DeSantis a The Epoch Times. “Los padres conocen mejor a sus propios hijos; por lo tanto, se deben respetar los derechos de los padres a tomar decisiones sobre la salud y la educación de sus hijos». Dicho esto, Pushaw continuó diciendo que los padres deben dar su consentimiento informado por escrito para que sus hijos sean «examinados por COVID-19 u otros procedimientos médicos en la escuela» y «existe una norma del DOH que especifica que los padres y tutores legales deben dar consentimiento para que sus hijos reciban las pruebas COVID-19 en la escuela», que ella «no está al tanto de que otros distritos escolares envíen correos electrónicos como este» y puede ver cómo la redacción del correo electrónico en comparación con el formulario es «poco clara y potencialmente contradictoria».
El 29 de octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. autorizó el uso de emergencia de la nueva vacuna Pfizer BioNTech contra COVID-19 para niños de entre 5 y 11 años. En noviembre, comenzaron a surgir noticias de que la administración Biden ha estado trabajando con la Academia Estadounidense de Pediatría para vincular a los médicos locales con las escuelas a fin de promover la vacuna Pfizer para niños recientemente aprobada e instar a las escuelas primarias a establecer clínicas de vacunación contra COVID-19 para comenzar a vacunar a los estudiantes de 5 a 11 años. El 15 de diciembre, el Distrito Escolar del Condado de St. John envió correos electrónicos a los padres solicitando que envíen los nuevos e imprecisos formularios de solicitud de consentimiento de los padres para los servicios de salud de los estudiantes antes del 18 de enero. El 17 de diciembre, el gobierno de Biden anunció el programa «prueba para permanecer» para las escuelas y «recomienda que todos los mayores de 5 años se vacunen contra la COVID-19».
Con información de Jack Phillips.
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