Los padres de Elijah McClain, un hombre negro de 23 años que murió el año pasado bajo custodia policial en Aurora, Colorado, demandaron a la ciudad y a su policía, acusando al departamento de un patrón de racismo y brutalidad de larga data.
Sheneen McClain y Lawayne Mosley, padres de Elijah, dijeron en la demanda federal de derechos civiles presentada el 11 de agosto, que buscan tanto la responsabilidad por la pérdida de una «alma hermosa» como enviar el mensaje de que el racismo y la brutalidad «no tienen cabida en las fuerzas del orden estadounidense».
McClain, un terapeuta de masajes, murió en agosto de 2019 luego que los oficiales del Departamento de Policía de Aurora lo sujetaron y le aplicaron una llave asfixiante, y los paramédicos le inyectaron 500 miligramos del sedante ketamina que lo dejó inconsciente, según la denuncia. Él sufrió un paro cardíaco, y cuando más tarde se le declaró muerte cerebral se le quitó el soporte vital. Murió en el hospital días después del incidente.
En el momento del incidente, McClain caminaba solo a casa con un pasamontañas y los auriculares puestos, cuando tres oficiales lo detuvieron en un informe que decía que estaba «siendo sospechoso». La queja decía que no presentaba ninguna amenaza física.
«Deténgase ahí mismo. Deténgase. Deténgase… Tengo derecho a detenerlo porque está siendo sospechoso», se oye decir a un oficial en las imágenes de la cámara del cuerpo de la policía.
«No puedo respirar. No puedo respirar, por favor, deténgase», fueron algunas de las últimas palabras del joven de 23 años, de acuerdo con la denuncia.
Sus padres alegan en su demanda que McClain fue detenido ilegalmente y que no había cometido ningún delito. La demanda cita incidentes previos de personas negras detenidas a la fuerza por la policía de Aurora.
La portavoz de Aurora, Julie Patterson, dijo que el fiscal de la ciudad está revisando la demanda pero declinó hacer más comentarios.
En un comunicado publicado por los padres de McClain, dijeron que su hijo era un hombre pacífico que tocaba su violín para los gatos en los refugios de animales para aliviar su soledad y no dañaría a una mosca.
La Oficina del Fiscal General de Colorado anunció en un comunicado el martes, que había iniciado una amplia investigación de los patrones y prácticas del Departamento de Policía de Aurora que podrían «privar a los individuos de sus derechos constitucionales bajo la ley estatal o federal». También está llevando a cabo una investigación separada sobre la muerte de McClain, dijo la oficina.
El personal del Departamento de Bomberos de Aurora también se nombró en la demanda como demandados. La demanda alega que los paramédicos que atendieron a McClain no lo cuidaron cuando le inyectaron el sedante, lo que afectó su respiración. Además dice que McClain no mostró signos de resistencia cuando los médicos le administraron el sedante. La dosis de 500 miligramos también era demasiado para alguien que pesa alrededor de 140 libras (65 kilogramos), dice la demanda.
El mes pasado, la jefa interina de la policía de Aurora, Vanessa Wilson, despidió a dos policías, Erica Marrero y Kyle Dittrich, quienes tomaron fotografías sonrientes en un sitio conmemorativo de McClain. Un tercer oficial, Jaren Jones, renunció antes que pudiera ser despedido, y un cuarto, Jason Rosenblatt, que vio la foto y respondió «jaja» en un mensaje de texto, también perdió su trabajo.
Los cuatro fueron encontrados en violación de la conducta impropia de un oficial.
Wilson dijo en una conferencia de prensa el 3 de julio que las fotografías tomadas por los oficiales el 20 de octubre de 2019, los mostraban sonriendo en el memorial de McClain. Una les mostraba recreando un estrangulamiento que los oficiales usaron con McClain.
«Estoy asqueado hasta la médula», dijo el jefe de policía.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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