Aunque los mandatos de uso de mascarillas de los estudiantes están expirando en California y en el condado de Los Ángeles esta semana, los estudiantes que asisten al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) deben seguir usando mascarillas, lo cual frustra a los padres y a los estudiantes.
Lisa Sanchez, cuya hija está en el LAUSD, calificó la situación de «batalla interminable».
«Estamos muy molestos porque la escuela no ha levantado el mandato antes», dijo Sanchez a The Epoch Times. «Los funcionarios del distrito dicen seguir la ciencia —pero la ciencia ha hablado— y aquí nuestros niños siguen usando mascarillas».
El distrito escolar más grande del estado no puede cambiar su requisito de uso de mascarillas en interiores sin negociar primero un contrato existente con el sindicato de maestros, United Teachers of Los Angeles (UTLA); el contrato incluye un requisito de «uso de mascarillas forzado» para todo el año escolar 2021-2022.
Sanchez dijo que se ha sentido frustrada por la forma en que el sindicato de maestros está utilizando las mascarillas como «fichas de negociación» para negociar sus propios beneficios.
«La salud de nuestros hijos está siendo utilizada como moneda de cambio para obtener beneficios políticos», dijo Sanchez. «Nosotros somos los padres y queremos que exista la posibilidad de elegir en todo momento. No se pierde nada con la elección: todos salimos ganando. Entonces todo el mundo está protegido si siente la necesidad de estarlo, y si otras personas sienten que creen en la inmunidad natural, se nos debe dar la opción de optar por no hacerlo».
Angelita Rovero, una exmaestra del LAUSD que tiene dos hijos en las escuelas del distrito, repitió estas opiniones con respecto al sindicato de maestros.
«El sindicato está básicamente dirigiendo el consejo escolar», dijo Rovero a The Epoch Times. «Y están poniendo a los niños en último lugar. Ni siquiera se trata de nuestros hijos: se trata de cualquier acuerdo que estén haciendo para sus beneficios».
El contrato de este año entre el LAUSD y UTLA incluía un aumento continuo del 5 por ciento, un estipendio único de 2000 dólares para este año escolar y un estipendio tecnológico único de 500 dólares para el año escolar pasado.
Sin embargo, algunos padres dicen que los continuos mandatos médicos pueden eventualmente hacer perder la matrícula del LAUSD.
Algunos padres —incluyendo tanto a Sanchez como a Rovero, respectivamente— dijeron que dejarían el distrito si el LAUSD continúa con su plan de hacer cumplir el mandato de la vacuna contra el COVID-19 para los estudiantes al comienzo del año escolar 2022-23. A partir de diciembre de 2021, se estima que 34,000 estudiantes no estaban vacunados.
Sanchez dijo que los padres que están considerando dejar el distrito están buscando obtener permisos para que sus hijos asistan a escuelas en distritos vecinos.
«Un punto importante aquí es que cuando saquemos a nuestros hijos todos estos maestros que han estado luchando para mantener estos mandatos y todas estas cosas, no van a tener trabajo», dijo Sanchez.
Oksana Sandler, que tiene dos hijos en el LAUSD, dijo a The Epoch Times que trasladaría a sus hijos a un distrito escolar vecino si el mandato de vacunación se aplicara en el LAUSD en otoño.
«Como madre, la salud y el bienestar de mis hijos es lo más importante», dijo Sandler. «Y no se sienten seguros o tranquilos en el LAUSD, y no voy a hacerles pasar por lo mismo que pasaron desde septiembre».
Sandler también señaló dos proyectos de ley presentados recientemente en la legislatura estatal: la Propuesta 866, que permitiría a los niños mayores de 12 años «tomar decisiones sobre sus cuerpos en torno a la salud reproductiva» sin notificar a los padres, y la Propuesta 871, que añadiría las vacunas contra el COVID-19 a la lista estatal de inoculaciones requeridas para asistir a las escuelas K-12.
Sandler dijo que si los proyectos de ley se aprueban, considerará la posibilidad de mudarse con su familia a otro estado.
Esto se produce cuando los funcionarios del LAUSD proyectaron que la matrícula comenzaría a caer alrededor de un 4 por ciento cada año durante la próxima década, llegando a estar por debajo de 400,000 en solo dos años.
Un portavoz del LAUSD, así como de UTLA, no respondió a una solicitud de comentarios al momento de la publicación de este reportaje.
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