COSTA MESA, California — Padres y estudiantes se reunieron el 26 de agosto frente al edificio del Departamento de Educación del Condado de Orange en Costa Mesa, California, para apoyar una demanda que pide al gobernador Gavin Newsom que reabra las escuelas públicas y privadas.
En demanda de una orden judicial que desestima los mandatos actuales que impiden que las escuelas vuelvan a abrir para la educación presencial para el ciclo escolar 2020-2021, el bufete de abogados Tyler & Bursch presentó el 21 de agosto dos peticiones contra Newsom y Sandra Shewry, la funcionaria de salud pública del estado.
Los tribunales ordenaron al estado que responda antes del 28 de agosto.
La Junta de Educación del Condado de Orange es demandante en una de las dos demandas. Los demandantes incluyen la Escuela Charter Palm Lane en Anaheim, Calvary Chapel de San José, y Calvary Murrieta Christian Schools, entre otros.
Los partidarios de la demanda argumentan que la orden ejecutiva del gobernador del 17 de julio, en la que se describe su plan para las escuelas, no reconoce la importante carga fiscal que eso impone a las escuelas privadas, así como el impacto negativo que tiene en la calidad de la educación y el bienestar mental general de los estudiantes.
«Este caso es de tal importancia y significado y es tan perjudicial para los niños de todo nuestro estado, que yo creo que la Corte Suprema de California debe reconocer eso y decir, ‘Gobernador Newsom, venga y póngase de pie frente a nosotros y defienda su cierre y será mejor que usted dé algunas condenadas buenas razones para ello'», dijo Robert Tyler, abogado de los demandantes, en la conferencia de prensa del 26 de agosto.
«No va a ser capaz de hacer eso. Hemos presentado muchos expertos que muestran la falacia de cerrar escuelas», añadió.
Los mandatos de Newsom violan la 14ª Enmienda, que garantiza la igualdad de protección de la ley, al privar a los estudiantes de los recursos necesarios para recibir una educación adecuada, dice la demanda.
Por otra parte, muchos profesores están en contra de volver a la enseñanza presencial hasta que la pandemia esté bajo control. La Asociación de Maestros de California apoyó la decisión de Newsom de avanzar con el modelo de aprendizaje a distancia en una carta emitida en julio, argumentando que las escuelas no pueden volver a abrir hasta que estén seguras.
«Lamentablemente, muchos distritos y comunidades locales no tienen los recursos o la capacidad necesaria para mantener ni siquiera las medidas de prevención más básicas de distanciamiento físico y limitación de contactos de seis pies, y mucho menos las demás medidas preventivas importantes como el equipo de protección personal (PPE), las pruebas y el rastreo, o los suministros de ventilación y limpieza adecuados», afirma la carta.
«Sabemos que este virus no es el asesino que se dijo que era. De hecho, de acuerdo con la ciencia y los datos, y de mi experiencia clínica en el tratamiento de pacientes con COVID, los niños están en la cohorte más baja de esta enfermedad», dijo un miembro de la Junta de Educación del Condado, el Dr. Ken Willams, dirigiéndose a la reunión del 26 de agosto.
Newsom declaró un presupuesto de 5300 millones de dólares en fondos para las escuelas públicas, según la demanda de la escuela privada, para complementar los recursos apropiados necesarios para los modelos de aprendizaje a distancia, pero no puso ninguna parte de los fondos a disposición de las escuelas privadas.
Debido a la distribución desigual de la financiación, las escuelas privadas «quedaron en desventaja para proporcionar una interacción, asignaciones y apoyo iguales que serían equivalentes al aprendizaje en persona».
Tyler llamó «inconstitucionales» las órdenes del gobernador, en un comunicado de prensa del 24 de agosto.
«Socavan el derecho fundamental a la educación de los estudiantes y amenazan con forzar el cierre de cientos de escuelas privadas en todo el estado que no reciben fondos estatales y no pueden existir sin la posibilidad de abrir sus puertas sin interferencia del gobierno», dice el comunicado.
Los padres también expresaron su preocupación por el impacto psicológico a largo plazo que la educación a distancia tiene en sus hijos. Deborah Nham asistió a la manifestación y dijo que está a favor de reabrir las escuelas inmediatamente.
«Muchos niños sufren ahora de depresión y también de comportamientos autodestructivos. Estamos escuchando muchos reportes de nuestros amigos y familiares de dificultades con adolescentes que están sufriendo en este momento», dijo Nham a The Epoch Times.
Otra madre, Melissa Crew, dijo que su hijo fue acosado cibernéticamente en una llamada de Zoom del 24 de agosto.
«El encierro a nivel estatal ha creado una crisis de salud mental que pone a los niños en mayor riesgo de abuso que nunca antes», dijo la psicóloga Shannae Anderson, que fue citada en la demanda.
«He tenido pacientes que han intentado suicidarse, han recaído en la adicción a las drogas y al alcohol, y necesitan ser hospitalizados por una grave angustia emocional. La impotencia y la poca capacidad de defensa que muchos experimentan ante el encierro puede reactivar viejas heridas traumáticas que hacen que los padres se distraigan y se sientan fácilmente abrumados».
El especialista en enfermedades infecciosas, el Dr. Michael Fitzgibbons, recomendó reabrir las escuelas, diciendo que hay formas de prevenir una propagación masiva de la enfermedad.
«Las consecuencias infecciosas de la apertura de las escuelas son manejables y pueden ser mitigadas, particularmente para los maestros que sienten que están en riesgo», dijo Williams.
«Sabemos que para muchos niños, hay mucho más riesgo de que estén fuera de la escuela que dentro de ella», dijo Mari Barke, miembro de la Junta de Educación del Condado.
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