El presidente electo de Panamá, José Mulino, podría significar un cambio un cambio radical para la crisis fronteriza de Estados Unidos si cierra el Tapón del Darién a la migración masiva, según el exembajador Carlos Trujillo.
Carlos Trujillo, buen conocedor de la política latinoamericana, fue exembajador en Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos bajo el mandato del expresidente Donald Trump. La organización incluye a los 35 estados independientes de las Américas.
El señor Trujillo dijo a The Epoch Times que se ha reunido con el señor Mulino y conoce a varios miembros de su círculo íntimo.
«Él es muy pro-americano», dijo el Sr. Trujillo.
En su opinión, el Sr. Mulino podría frenar la inmigración a Estados Unidos, pero probablemente tendría que hacerlo sin el apoyo de la administración Biden.
El Sr. Mulino tomará posesión de su cargo el 1 de julio para un mandato de cinco años.
Fue elegido presidente de Panamá el 5 de mayo con una plataforma que incluía el plan de cerrar la traicionera ruta selvática de migrantes a través del Tapón del Darién que conecta Colombia con Panamá, así como de repatriar a cientos de miles de migrantes en camino hacia Estados Unidos.
«Cuando empiece la repatriación aquí, los que intenten llegar se lo pensarán dos veces porque no tendrán un destino fácil, ya que serán trasladados a sus países de origen», dijo el Sr. Mulino durante una entrevista concedida el 6 de mayo a un programa de radio de Colombia.
El Sr. Mulino, un abogado de 64 años que se desempeñó como ministro de Seguridad de Panamá de 2009 a 2014, es conocido por lo que él describió en cuanto a «recuperar» una sección del Tapón del Darién que «estaba en manos de las narcoguerrillas» de Colombia.
La reducción de la inmigración ilegal a través de Panamá podría lograrse añadiendo medidas de seguridad y disuasión, como la deportación inmediata, dijo el Sr. Trujillo.
«Obviamente, para un país como Panamá supone un enorme costo humano y económico alojar y retener a estos inmigrantes, lo cual es muy difícil para ellos».
El gobierno de Mulino está estudiando la posibilidad de añadir nuevos puestos de control y devolver a los migrantes del Tapón del Darién, según el jefe de seguridad entrante de Panamá, Frank Abrego. La frontera entre Panamá y Colombia tiene 140 millas de longitud.
El Sr. Abrego planteó la idea de un cierre formal de la frontera, así como más puestos de control, en declaraciones a los periodistas inmediatamente después de una conferencia de prensa el 16 de mayo en la capital, donde el próximo presidente presentó a los miembros de su gabinete.
«Si mañana se decretara el cierre de la frontera, estableceríamos los puestos de control en los que podríamos detener (…) a estos inmigrantes ilegales», dijo el jefe de Seguridad.
«Creo que eso va a ocurrir», dijo el Sr. Abrego.
El exdirector de fronteras de Panamá, Oriel Ortega, declaró a The Epoch Times en febrero que las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las Naciones Unidas deberían educar y ayudar a los inmigrantes en sus propios países en lugar de facilitar la migración masiva a través de Panamá. Los intentos de obtener respuesta de varias ONG y de las Naciones Unidas en Panamá fueron infructuosos.
Tras su victoria electoral, el Sr. Mulino recibió las felicitaciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien también señaló que el control de la migración es uno de los objetivos compartidos por ambos países.
«Yo espero continuar nuestra asociación estratégica y avanzar en nuestros objetivos compartidos de gobernabilidad democrática y prosperidad económica inclusiva», dijo el Sr. Blinken en una declaración el 6 de mayo.
El Sr. Mulino se incorporó por sorpresa a la carrera presidencial tras sustituir al candidato y expresidente Ricardo Martinelli.
El Sr. Mulino había sido elegido como compañero de fórmula del Sr. Martinelli, pero ocupó su lugar después de que éste fuera condenado a una década de prisión por blanqueo de dinero y se le prohibiera presentarse.
El Sr. Martinelli apoyó a Mulino desde la embajada nicaragüense, donde vive desde que obtuvo asilo a principios de febrero.
Si bien la migración aumentó a través del Tapón del Darién, el Sr. Trujillo dijo que la administración Biden no ha proporcionado asistencia a Panamá para cerrar la ruta.
La mayoría de los migrantes que viajan a través del Tapón del Darién son venezolanos, pero hay nacionalidades de todo el mundo que están haciendo el viaje.
Esta semana, en Honduras, que se encuentra en la ruta de los migrantes hacia Estados Unidos, el Sr. Trujillo dijo que había observado instalaciones que habían sido creadas expresamente para que los migrantes venezolanos durmieran y comieran.
Los grupos delictivos transnacionales controlan la migración masiva, que en estos momentos es un gran negocio y supone una amenaza humanitaria y para la seguridad nacional.
«Ellos ganan más dinero traficando con niños y personas a través de la frontera sur que con los narcóticos», afirmó el exdiplomático.
En particular, hay un aumento del 40 por ciento en los niños que viajan a través del Tapón de Darién desde el año pasado, dijo el Sr. Trujillo.
Las cifras del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirman el incremento.
UNICEF, que está presente en los campamentos de migrantes en Panamá, reveló que 30,000 niños hicieron el viaje durante los primeros cuatro meses de 2024, marcando un «aumento significativo» en comparación con el año pasado.
«Entre ellos, cerca de 2000 no estaban acompañados o fueron separados de sus familias», señaló la UNICEF en una declaración de la agencia.
El Sr. Trujillo indicó que el problema se ve en Honduras, ya que «hay muchos niños con banderas venezolanas, pidiendo dinero, no acompañados».
También destacó que los inmigrantes significan un bien casi ilimitado para las organizaciones delictivas, con costos de producción nulos en comparación a las drogas.
Ellos, o pagan a estos grupos criminales decenas de miles de dólares, o los migrantes son vendidos como esclavos, añadió a continuación.
«Si las personas que defendieron esas políticas, especialmente las ONG, supieran la carnicería que ellos están causando a los migrantes, creo que ellos dejarían de hacerlo», afirmó el Sr. Trujillo.
En abril pasado, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se reunió con funcionarios de Panamá y Colombia para discutir la «migración irregular» que afecta a las tres naciones.
El enfoque no fue cerrar la ruta de migrantes hacia Estados Unidos, sino «abrir nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa» a la migración irregular.
Durante una visita a Guatemala el 7 de mayo, Blinken habló con relación a la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, firmada por Estados Unidos y los países latinoamericanos en 2022 para «crear las condiciones para una migración segura, ordenada, humana y regular y fortalecer los marcos de protección y cooperación internacional».
«Desde entonces, juntos, nos hemos asociado para transformar el enfoque de nuestro hemisferio a este desafío verdaderamente histórico», dijo el Sr. Blinken durante un discurso.
De esta manera, los migrantes que esperan finalmente cruzar ilegalmente a Estados Unidos siguen llegando.
Solo el año pasado, en Panamá, 500,000 migrantes atravesaron el peligroso terreno para llegar a los campos de migrantes.
«Toda la responsabilidad recae sobre los panameños», dijo el Sr. Trujillo, añadiendo que Colombia, que ha recibido miles de millones de dólares de Estados Unidos, no ha intervenido para detener a los migrantes en su lado de la frontera.
El Sr. Trujillo cree que el Congreso de Estados Unidos apoyaría el plan del Sr. Mulino para cerrar la ruta migratoria y detener el tráfico de personas.
«Ustedes no se lo desearían ni a su peor enemigo», dijo refiriéndose a la peligrosa ruta.
Con información de Reuters
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