Fiscales federales acusaron a tres hombres y una mujer vinculados con una pandilla por su presunta participación en el asesinato de un oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), en una poco usual intervención en un caso local de homicidio luego de que la respuesta del fiscal del condado fuera calificada de “insatisfactoria”.
Los cargos federales responden a la presunción de que los acusados están vinculados a una pandilla callejera y que mataron al oficial Fernando Arroyos al tratar de asaltarlo.
Jesse Contreras, de 34 años; Ernesto Cisneros, de 22; Luis Alfredo de la Rosa Ríos, de 27, y Haylee Marie Grisham, de 18, están acusados de asesinar a Arroyos durante la comisión de un crimen violento “para mejorar y mantener su posición” dentro de la banda Florencia 13, reportó hoy el periódico Los Angeles Times.
Fuentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos dijeron a Efe que está programado que los acusados se presenten esta tarde frente a un juez federal.
Los fiscales argumentan que los tres hombres son miembros de la banda y que Grisham, novia de De la Rosa Ríos, es una asociada de la agrupación.
De ser hallados culpables de los cargos federales, los sospechosos podrían enfrentar la pena de muerte ya que están acusados de asesinato durante la comisión de un robo, informó la Fiscalía federal.
“Estoy agradecido del involucramiento federal en este caso. Es apropiado. Agradezco que el fiscal de Estados Unidos intervenga y aplique todo el peso del Gobierno contra esta banda, contra estos individuos”, dijo anoche en una conferencia de prensa el jefe del LAPD, Michel Moore.
Típicamente, un caso local de homicidio sería manejado por la oficina del fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón. Pero fuentes consultadas por el diario dijeron que el jefe del Departamento del Alguacil de Los Ángeles (LASD), Alex Villanueva, decidió llevar el caso a la Fiscalía federal debido a la política de Gascón de no considerar agravantes en casos de pandillas.
Al ser intrerrogado durante la conferencia de prensa del jueves por la noche sobre si el LASD había consultado con la oficina de Gascón acerca de llevar el caso a las autoridades federales, Villanueva contestó que sí y calificó la respuesta del fiscal del condado de “insatisfactoria”.
“Creo que su plan era solo acusar (a los sospechosos) por asesinato sin agravantes de armas, sin agravantes de pandillas, nada. Y eso realmente no cubría la depravación de este crimen”, declaró.
Los cargos fueron presentados después de que Arroyos, quien tenía 27 años, y su novia fueran atacados el lunes en el vecindario de Florence-Firestone. La pareja estaba en busca de una casa para comprar cuando dos hombres bajaron de una camioneta y se les acercaron, de acuerdo con las autoridades.
Según las investigaciones, los cuatro acusados iban a bordo de la camioneta. Vídeos de vigilancia muestran a De la Rosa Ríos y a Cisneros apuntando armas a Arroyos y su novia y arrebatándoles pertenencias.
Se produjo un intercambio de disparos entre los atacantes y el oficial, que estaba fuera de servicio, tras lo cual Arroyos se desplomó. Agentes del LASD que acudieron al lugar lo trasladaron a un hospital, donde fue declarado muerto.
En las horas posteriores al tiroteo, detectives del LASD y del LAPD interrogaron a varios hombres y mujeres de los que creían que tenían información sobre el asesinato, y el miércoles Villanueva anunció que cuatro personas habían sido arrestadas como sospechosas del crimen.
Florence-Firestone está entre los vecindarios más fuertemente afectados por un aumento de los homicidios en Los Ángeles registrado desde que se inició la pandemia de covid-19.
Según datos del forense de condado, hubo 24 homicidios en el vecindario en los primeros 11 meses del año pasado, en comparación con los 9 del mismo periodo de 2020 y los 12 de 2019. La cifra de 2021 es la más elevada en una década, de acuerdo con los datos.
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