No hay datos suficientes para recomendar las vacunas de refuerzo de COVID-19 contra las subvariantes de ómicron, por sobre las vacunas contra el virus original, dijo el martes el panel de expertos en vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS autorizó como dosis de refuerzo a cuatro variedades de vacunas que contienen ARNm, incluyendo las bivalentes con subvariantes de ómicron BA.1 o BA.4-5 en combinación con el «virus original».
El Grupo Consultivo Estratégico de Expertos en Inmunización dijo a través de una declaración que revisó la «seguridad e inmunogenicidad» de las vacunas bivalentes cuando se administran como refuerzo en adultos en comparación con los resultados de un ensayo clínico de otro tipo de vacunas.
Las vacunas bivalentes que se mencionan están diseñadas para dirigirse a dos cepas diferentes del virus. Contienen tanto el ARNm de la cepa original del virus como de una subvariante de ómicron, que representa casi todas las muestras de virus recogidas en los últimos 30 días.
Las vacunas bivalentes dirigidas a la subvariante dominante solo ofrecieron un «incremento diminuto del beneficio», según Grupo Consultivo Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE), que a su vez determinó que la máxima prioridad en materia de salud pública sería lograr altas tasas de una dosis primaria de la vacuna que contenga la «cepa original» del virus.
«[L]os datos actualmente disponibles no son suficientes para respaldar la emisión de ninguna recomendación preferencial para las vacunas de refuerzo que contengan variantes bivalentes por sobre las vacunas que solo contengan el virus original», añadió SAGE.
Según el grupo de expertos de la OMS, se puede utilizar como refuerzo tanto una vacuna monovalente diseñada contra la cepa original o una bivalente que contenga la vacuna contra la cepa original y una variante.
El panel de la OMS dijo que estas vacunas administradas como refuerzos entre cuatro y seis meses después de la última dosis proporcionan «una mejora de la protección contra el SARS-CoV-2 que circula actualmente».
«La mayor parte del beneficio procede de la administración, en particular, de la primera dosis de refuerzo, independientemente de si se trata de una vacuna monovalente o bivalente», señaló el grupo consultivo.
«Modesto efecto» solo en laboratorios, no en el ámbito clínico
Las vacunas que contienen la variante neutralizan el virus en la misma medida que las vacunas originales, pero tienen una «neutralización ligeramente más alta para la variante ómicron», según el secretario ejecutivo del SAGE, Joachim Hombach.
«Es un efecto relativamente modesto que podemos ver en el laboratorio», dijo el secretario, añadiendo que ellos no pueden «relacionar estas mediciones del laboratorio con un aumento de la protección a nivel clínico» porque no hay datos sobre la eficacia.
«Dado que nuestras recomendaciones deben basarse realmente en la evidencia, no podemos emitir una declaración dando preferencia a estas vacunas», dijo Hombach en una declaración obtenida por los medios de comunicación.
Hombach insistió en que las vacunas de refuerzo, tanto si están «ajustadas para ómicron o no», son «lo que está marcando la diferencia» en la lucha contra COVID-19.
«Estas vacunas están absolutamente bien, pero lo que es mucho más importante [para la protección] es que realmente uno se administre la vacuna», dijo el secretario.
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