En una carta de noviembre al obispo brasileño José Negri, el Papa Francisco estableció reglas para el compromiso transgénero y LGBT en la iglesia católica.
El obispo Negri había planteado al pontífice varias preguntas sobre cómo debería responder la Iglesia a las personas transgénero y de identidad homosexual.
Bajo las nuevas aclaraciones del Papa sobre las reglas para la iglesia, algunos católicos «transexuales» pueden ser bautizados, convertirse en padrinos de niños y actuar como testigos en las bodas.
Aunque la carta del 3 de noviembre utiliza «transexual» en el original italiano, al traducirla al inglés se utiliza la palabra «transgender» (transgénero) en el título, según el reverendo Brown, sacerdote católico con experiencia en derecho eclesiástico.
Utilizando un seudónimo, el padre Brown accedió a hablar con The Epoch Times bajo la condición de mantener el anonimato porque así tendría más libertad para hacer comentarios, según dijo. The Epoch Times verificó su posición en la Iglesia.
Consecuencias para los conservadores
En los últimos años, las autoridades eclesiásticas despidieron a clérigos conservadores que se oponían abiertamente a la ideología liberal.
Recientemente, el Papa destituyó de sus funciones al obispo Joseph Strickland, de Tyler (Texas). El obispo conservador se había manifestado en contra de la acogida del Papa a las personas LGBT en la Iglesia.
El obispo también se negó a dejar de celebrar la misa católica en latín después de que el Papa ordenara restricciones al respecto. Y criticó el debate a puerta cerrada del Papa sobre las mujeres en el gobierno de la Iglesia.
El Papa también castigó recientemente al cardenal conservador Raymond Burke, revocando su derecho a un apartamento subsidiado en el Vaticano y su salario. Francisco dijo a altos funcionarios del Vaticano que tomó esta medida porque el cardenal Burke era una fuente de «desunión» en la Iglesia.
El Papa, de 86 años, tiene fama de admirar la política progresista. Firmó peticiones a favor del cambio climático y llamó «retrógrados» a los conservadores que se oponen a sus posiciones políticas».
En noviembre, el pontífice recibió como invitados a más de 150 hombres que se identifican como mujeres en un almuerzo en el auditorio del Vaticano como parte de la Jornada Mundial Católica de los Pobres. Muchos de los invitados que se identifican como transgénero ejercen la prostitución.
El Papa ya les tendió la mano en otras ocasiones.
Cuando la pandemia puso fin al comercio sexual, el Papa Francisco invitó a las prostitutas transexuales a asistir a sus audiencias generales semanales y les ofreció dinero, medicinas, champú y vacunas.
Las políticas esbozadas en la reciente carta del Papa al obispo toman medidas para apoyar aún más a la comunidad LGBT.
Pero no cambian las reglas de la Iglesia, dijo el padre Brown. En cambio, la carta del Papa aclara cómo los sacerdotes gobiernan sus áreas de responsabilidad dentro de las normas eclesiásticas existentes, dijo.
«Dentro de las normas y la ley de la Iglesia, hay ciertas directrices que deben seguirse para aquellos que desempeñan una función dentro de la Iglesia o que desempeñan un papel, o incluso para aquellos que reciben un sacramento», dijo el padre Brown. «Pero están escritas de tal manera que hay espacio para la interpretación, y no son excesivamente restrictivas».
La carta del Papa dice a los sacerdotes que —dentro de la ley, tal como está escrita ahora— hay espacio para el bautismo transgénero, los padrinos transgénero y los testigos de boda transgénero.
Pero las aclaraciones vienen con advertencias.
Los católicos transgénero pueden ser bautizados sólo en casos que no creen «escándalo público», y pueden convertirse en padrinos sólo bajo «ciertas condiciones».
Las personas atraídas por el mismo sexo pueden bautizar a sus hijos si existe una «esperanza fundada» de que los niños sean educados en el catolicismo. Y las parejas del mismo sexo pueden ser padrinos, escribió el Papa, pero estas situaciones deben ser «sabiamente consideradas».
La carta del Papa ofrece un apoyo incondicional a las personas con identidad transgénero y homosexual que quieran servir como testigos del sacramento del matrimonio en la Iglesia.
Pero en el caso de servir como padrinos, a las personas de identidad transgénero no se les debería permitir desempeñar ese papel «si existe el riesgo de escándalo, legitimación indebida o desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesial», escribió el Papa en la carta.
La «compasión» por encima de la política
La redacción de la carta del Papa procede de un lugar de «compasión», dijo el padre Brown.
«Él está tratando de trascenderla, para entonces realmente preocuparse por los individuos que están siendo discutidos políticamente», dijo sobre la posición del Papa sobre temas LGBT dentro de la Iglesia.
«No se trata sólo de grupos de personas amplios, sin nombre y sin rostro. Son personas con historias, con futuros, con almas, con cuerpos, con mentes y corazones, que Dios exige que cuidemos de alguna manera».
Esto explica la cuidadosa redacción de la carta, dijo el padre Brown.
Sobre el bautismo, el Papa escribió: «Un transexual —que además se somettió a un tratamiento hormonal y a una cirugía de reasignación de sexo— puede recibir el bautismo, en las mismas condiciones que los demás creyentes, si no se dan situaciones en las que exista el riesgo de generar escándalo público o desorientación en los fieles».
Escribió: «En el caso de niños o adolescentes con problemas de transexualidad, si están bien preparados y dispuestos, pueden recibir el bautismo».
Para los católicos, el bautismo significa la iniciación en la Iglesia y el perdón de los pecados del bautizado, según el catecismo católico.
Sin embargo, la carta del Papa matiza su aprobación del bautismo transgénero diciendo que, incluso ese sacramento —sin el alejamiento del pecado— no proporciona el perdón de Dios.
El verdadero arrepentimiento es la clave, dijo el padre Brown.
Decisiones locales sobre transgenerismo
La redacción de la carta pone el poder de decisión en manos de los sacerdotes locales para que decidan cómo manejar los asuntos dentro de sus propias congregaciones, dijo el Padre Brown.
Considerar un «escándalo público» es raro a la hora de decidir si es apropiado administrar un sacramento, como el bautismo, dijo. Y que algo sea un «escándalo» depende mucho de la cultura local.
«Lo que es escandaloso en un barrio o en una parroquia puede ser completamente normal en otra parroquia», dijo. «Existe el riesgo de que si esto se malinterpreta y se aplica mal, pueda llevar a una cierta relativización de la dispensación o administración de los sacramentos».
Es probable que la carta del Papa signifique que en lugares mayoritariamente liberales, como Nueva York o San Francisco, los sacerdotes bauticen ahora a personas con identidad transgénero, dijo el padre Brown.
Pero en lugares conservadores, como Kenia, es probable que los sacerdotes no permitan el bautismo de personas transgénero, porque, en esa cultura, podría causar «escándalo», como advirtió el Papa en su carta, dijo el padre Brown.
El Papa parece tener la intención de esta divergencia en la política, dijo el padre Brown, a pesar de que Francisco condenó la ideología de género radical en el pasado.
El Papa escribió en 2015 que los hombres y las mujeres deben abrazar la forma en que Dios los creó como hombre y mujer.
«Estamos llamados a proteger nuestra humanidad, y esto significa, en primer lugar, aceptarla y respetarla tal como fue creada».
Aún así, dijo el padre Brown, cuando se trata de personas LGBT, el Papa «los ama a todos y se preocupa por todos de cualquier manera que podamos. Y no deja que sean deshumanizados por la maquinaria política».
El padre Brown dijo que un amigo cercano del Papa le dijo que Francisco tiene «una profunda preocupación por la transexualidad y lo que él llamó «teoría de género».»
Aclarar la elegibilidad de los padrinos
Para los católicos, un padrino es un adulto seleccionado por los padres de un niño que va a ser bautizado para ayudar a guiar al niño en la fe religiosa. Estas personas deben ser católicas y llevar una «vida de fe», según la ley religiosa católica.
La carta del Papa reitera que cualquier persona que lleve «una vida conforme a la fe» puede ser padrino.
Pero, según el pontífice, «el caso es diferente» para dos personas del mismo sexo que viven juntas en una relación de tipo matrimonial.
La carta no especifica exactamente en qué serán diferentes las cosas para las parejas del mismo sexo. El Papa afirma en la carta que es «necesario considerar el valor real que la comunidad eclesial da a las tareas de padrinos y madrinas».
La ley católica dice que los actos homosexuales son moralmente malos, según el Consejo de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
The Epoch Times se puso en contacto con el Vaticano, pero no recibió ningún comentario al cierre de esta edición.
En todas estas aclaraciones de normas, el Papa parece guiado por la preocupación por las personas por encima del deseo de adoptar una línea dura en las batallas políticas, dijo el padre Brown.
«Somos una Iglesia llamada por Cristo —por Dios mismo— a cuidar de las personas, y tenemos que resolverlo», dijo. «Va a ser complicado».
Con información de The Associated Press.
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