El histórico proyecto de ley de estímulo económico de 2,2 billones de dólares aprobado por el Senado proporcionaría una reducción de impuestos a los empleadores que hacen los pagos de préstamos estudiantiles en nombre de sus empleados.
Bajo la Sección 2206 del proyecto de ley (pdf), los empleadores pueden pagar una parte de los saldos de los préstamos estudiantiles para sus empleados y nuevos contratados sobre una base libre de impuestos. Un empleador puede contribuir con hasta 5250 dólares cada año para los préstamos estudiantiles de un empleado, y esos pagos no se tratarán como salarios, y por lo tanto se excluirán de los impuestos sobre la renta y la nómina tanto para el empleado como para el empleador.
El límite de 5250 dólares se aplica tanto a la prestación de reembolso del préstamo estudiantil como a otras ayudas educativas, como matrículas y cuotas, proporcionadas por el empleador. La disposición se refiere a cualquier pago de préstamos estudiantiles que haga un empleador en nombre de un empleado después de la fecha de promulgación y antes del 1 de enero de 2021.
La ley tributaria federal actual permite a los empleadores proporcionar a sus empleados hasta 5250 dólares libres de impuestos en beneficios de asistencia educativa para programas de licenciatura o de posgrado cada año, ayudando solo a aquellos que actualmente son estudiantes universitarios. Pero no otorga una exención de impuestos a los empleadores que ayudan a los trabajadores a pagar los préstamos estudiantiles de los títulos que ya han obtenido.
Jason Delisle, residente del Instituto American Enterprise, un grupo de expertos conservadores, dijo que la disposición no necesariamente ayuda a los más necesitados.
«Le da a los empleadores un gran incentivo para establecer planes de pago de préstamos bajo los cuales pagarán efectivamente a los empleados que tienen préstamos estudiantiles más que a los empleados que no los tienen», escribió Delisle en Twitter. «Eso no tiene sentido. Las razones por las que la gente tiene deudas estudiantiles son variadas, la deuda no es un sustituto de las dificultades».
«Están disponibles universalmente independientemente de los ingresos familiares», añadió. «Y qué saben, las familias de altos ingresos son las que más piden prestado para sus títulos universitarios».
Delisle también advirtió que la política podría alentar a la gente a tomar préstamos que en realidad no necesitan. «Si el tener un préstamo estudiantil le da un sueldo más grande o se lo permite en dólares antes de impuestos, entonces es inteligente asegurarse de tomar un préstamo aunque no se necesite», escribió. «Este incentivo aumenta con cada nuevo beneficio (perdón, etc.) que los políticos le dan a la deuda estudiantil».
La disposición es similar a la Ley de Participación del Empleador en el Reembolso, introducida por la Sens. Mark Warner (D-Va.) y John Thune (R-S.D.) en 2019. El proyecto de ley contó con el apoyo de algunos empleadores de alto perfil como Starbucks, Raytheon y Hewlett Packard.
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