Pareja que perdió a su hijo de 8 años anima a los padres a pasar más tiempo con la familia

En 2015, un estudio de investigación realizado por Pew reveló que en casi el 50 por ciento de los hogares estadounidenses con dos padres, tanto la madre como el padre trabajan tiempo completo. Cuando ambos dan más del 100 por ciento de su trabajo, como fue el caso de la pareja de alto rango J.R. Storment, un empresario tecnológico, y Jessica Brandes, una médica, ¿qué sucede con el tiempo que deben pasar con los niños?

Para Storment y Brandes, cuando uno de sus hijos gemelos de 8 años, Wiley, murió repentinamente en medio de la noche, los padres se dieron cuenta de lo preciosa y corta que puede ser la vida y lo importante que es pasar tiempo con los seres queridos mientras lo tienen.

Ambos padres entraron en LinkedIn y compartieron sus ensayos que invitan a reflexionar y que ahora sirven de recordatorio para todos los padres.

Al describir a Wiley, Brandes escribió en su posteo, «Todo lo que queda» es que «era inteligente, artístico, ambicioso y divertido, un increíble bailarín, tenía excelente gusto en música y películas».

Habiendo sido Wiley muy maduro para su edad, el padre Storment escribió en su posteo, «Es más tarde de lo que piensas«, ya que «Wiley estaba obsesionado con iniciar un negocio. Un día era un puesto de batidos, al siguiente sería una galería, luego una compañía de auriculares para RV, luego un ‘codificador’, luego una compañía de construcción de naves espaciales».

Aunque joven, el feliz y saludable chico había decidido que se casaría cuando fuera adulto a la edad de 5 años. A los 6 años, Wiley incluso identificó una niña que conoció en el jardín de infancia. Cuando la familia de la jet-set se trasladó de Portland, Oregón, a Londres, Inglaterra, y luego a Hawai, Wiley mantuvo correspondencia con ella a través de cartas escritas a mano.

En el corto transcurso de su vida, el niño con los más hermosos ojos azules ya había viajado a 10 países y conducido un auto.

Sin embargo, la única nube oscura en el horizonte fue que Wiley sufrió un ataque epiléptico mientras la familia estaba de vacaciones, unos nueve meses antes de su muerte. En ese entonces a Wiley se le diagnosticó una «forma leve de epilepsia» llamada epilepsia rolandesa benigna.

Esta condición se presenta comúnmente en niños entre los 8 y 13 años de edad y se resuelve por si sola cuando llegan a la adolescencia.

La familia, sin embargo, siguió «consultando con dos neurólogos en Estados Unidos y en el Reino Unido (…) [que] nos dijeron que no sufriría ningún déficit cognitivo, que superaría su condición y que su pronóstico era increíblemente bueno», escribió la madre de los dos niños.

Como a los padres se les aconsejó que no le dieran a Wiley ningún medicamento debido a los efectos secundarios, la familia esperaba lo mejor y trató de continuar su rutina normal, al tiempo que se comprometieron como una prioridad a mantener la cantidad de sueño de Wiley para no permitir que desencadenara ningún ataque.

En agosto de 2019, la vida de la familia cambió en un instante cuando Brandes fue a verificar por qué Wiley no se había levantado y había empezado a jugar, mientras su hermano gemelo, Oliver, estaba sentado a su lado con su iPad.

Sin embargo, los siguientes momentos estuvieron llenos de pánico, tragedia y dolor, al descubrir que los pies de Wiley tenían un color inusual. «Mis ojos rastrearon sus piernas mientras tiraba la manta hacia atrás y rastreé el profundo color púrpura de lividez», escribió Brandes. El color extremo indicaba que llevaba muerto ocho horas, y un médico forense lo confirmó más tarde, confirmando que el niño había fallecido temprano la noche anterior.

La madre de los dos hijos hizo una importante llamada a su esposo informándole que «Wiley está muerto», antes de llamar al 911.

Cuando Storment recibió la llamada sobre la muerte de su hijo, estaba en una reunión de su compañía discutiendo el PTO (tiempo libre pagado). «Había admitido al grupo que en los últimos 8 años no había tomado más que una semana de descanso contigua», escribió.

Sin embargo, tras la muerte de Wiley, Storment añadió: » Nada parece tan importante ahora. Me fui esa mañana sin despedirme ni revisar a los muchachos».

Aunque los padres dijeron que no hubo un tipo de epilepsia que pudiera explicar por qué falleció Wiley, creen que murió por un fenómeno llamado muerte súbita e inexplicable en la epilepsia (SUDEP).

Storment y Brandes quedaron devastados por la pérdida, pero se han convertido en portavoces de la importancia del equilibrio entre el trabajo y la vida privada.

Brandes escribió que cuando termina la vida de un ser querido, «solo hay fotos y cosas sobrantes y el tiempo ya no está disponible para ti». Esto no tiene precio y no se debe desperdiciar». Ella insta a los padres trabajadores a «tomar sus días de vacaciones y sabáticos, y a estar con [sus hijos]».

Storment compartió los mismos sentimientos que su esposa. «Abracen a sus hijos. No trabajen hasta muy tarde. Muchas cosas en las que probablemente pasan su tiempo se arrepentirán una vez que ya no tengan tiempo», escribió. «Supongo que tienen reuniones 1:1 en la agenda con mucha gente con la que trabajan. ¿Las tienen programadas regularmente con sus hijos?»

Después de enfrentar esta tragedia, Storment se ha dado cuenta de no dar ni un solo momento por hecho y compartió un ejemplo de cómo ha priorizado pasar tiempo con su otro hijo, Oliver.

Concluyó su ensayo escribiendo «Espero que de esta tragedia considere cómo priorizar su propio tiempo».

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