La Asamblea Nacional de Venezuela de mayoría opositora aprobó un nuevo acuerdo a una ruta que no queda claramente establecida y que solo hace referencia a unas elecciones «libres y justas» en el país suramericano y apuesta por el diálogo auspiciado por Noruega.
Se trata de una ruta política que reitera la disposición del Gobierno de Juan Guaidó de continuar en un diálogo auspiciado por el reino de Noruega, a pesar de que ya había anunciado que el mecanismo de Barbados se había «agotado».
El documento ratifica la creación de un «Gobierno de transición» que conduzca al país a elecciones libres; sin embargo en ninguna parte del texto se hace referencia al cese de la usurpación encabezada por Nicolás Maduro.
El acuerdo no especifica de qué manera se llegaría a dicho Gobierno de transición y coloca todas las esperanzas de la Asamblea Nacional en unos presuntos comicios transparentes. Menciona además únicamente al reino de Noruega como el garante de un acuerdo político con Maduro; por lo cual queda en evidencia que el Gobierno interino está dispuesto a seguir dialogando a pesar de los nueve intentos fallidos y los incumplimientos del régimen.
En serio una «ruta política integral» manteniendo la usurpación de Maduro y su cohorte? Las elecciones, además de libres y transparentes, deben ser CREÍBLES.
No entiendo esta decisión súbita de asimilar el chavismo y liquidar la hoja de ruta para #Venezuela, @AsambleaVE @jguaido https://t.co/AH7cG1OQZ8— Beatriz Becerra (@beatrizbecerrab) 2 de octubre de 2019
El nuevo documento aprobado por la Asamblea Nacional pareciera sustituir el «Estatuto de la Transición para recuperar la Democracia en Venezuela», aprobado en febrero del 2019.
Dicho estatuto recogía también la «hoja de ruta» que el propio Guaidó había establecido y juramentó, que consiste en «cesar la usurpación», es decir, lograr la salida del régimen de Nicolás Maduro en primer lugar; formar posteriormente un Gobierno de Transición y luego convocar a elecciones libres.
La diferencia es que el nuevo documento en vez de mencionar una «hoja de ruta» habla de «una ruta política integral», en esta oportunidad se habla nuevamente de «buscar soluciones en el marco del proceso facilitado por el Gobierno del Reino de Noruega»; es decir, el diálogo.
Llama la atención que en cuatro de los ocho puntos acordados en el documento se habla de elecciones presidenciales aún cuando el régimen de Maduro ha dejado claro que los únicos comicios que se efectuarán en Venezuela serían las elecciones legislativas; y que además ha expresado a «vox populi» que no abandonará el poder de manera pacífica.
El séptimo punto establecido en el acuerdo también llama la atención pues hace referencia a una «solución política, constitucional y pacífica» para el país suramericano; lo que hace inferir que la Asamblea Nacional de Venezuela estaría descartando de alguna manera la posibilidad de aplicar los mecanismos como el TIAR o la Responsabilidad para Proteger (R2P) que permitirían a corto, mediano o largo plazo, la conformación de una coalición militar internacional.
Pareciera que la Asamblea Nacional no estaría en la misma sintonía que el embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA) designado por Juan Guaidó, Gustavo Tarre Briceño, quien recientemente inició una campaña para explicar que aunque en Venezuela la salida ideal sería a través de elecciones y el diálogo, esto no será posible, pues el régimen chavista no está interesado en abandonar el poder.
Tarre lo afirmó el pasado 13 de septiembre: «Hay gente que con toda razón dice que hay que ir al diálogo, hay que conversar, la solución pacífica es la más adecuada; y claro que lo es, pero cuántos años tenemos los venezolanos intentando dialogar con un Gobierno que lo que hace es burlarse».
«Todo el mundo sabe cómo salió Noriega, que si no hubiese existido una intervención quién sabe cuál fuera la situación de Panamá hoy, entonces mi petición a los países es que propongan opciones que no sea la repetición del bla bla bla y del diálogo, y estamos abiertos a cualquier solución que produzca la salida de Maduro».
«Venezuela es el centro de tránsito del narcotráfico quizás más importante del mundo, ¿cómo se enfrenta eso?, ¿con diálogo, con pétalos de rosa? (…) aquí hace falta una solución que requiere necesariamente el uso de la fuerza; entonces negar el uso de la fuerza es un error», concluyó.
José Vicente Haro, abogado constitucionalista y especialista en Ciencias Políticas criticó que el nuevo acuerdo aprobado por la Asamblea Nacional no mencione por ningún lado el «cese de la usurpación».
«La palabra: Usurpación. Fue eliminada del Dispositivo del Acuerdo, de los artículos del Acuerdo, que son a los efectos políticos el nuevo acuerdo, la nueva hoja de ruta”, señaló.
Asoman que el cese de la usurpación se haría solo a través de elecciones
Guaidó ha señalado que existe un solo objetivo: cese de la usurpación presidencial, instaurar un gobierno de transición y convocar a elecciones “libres” con observación internacional en Venezuela. Sin embargo, todo indica que el orden de esta premisa será modificado.
Durante su intervención en la Asamblea Nacional, el diputado Henry Ramos Allup descartó la posibilidad de una coalición militar contra el régimen de Nicolás Maduro, en sus declaraciones afirmó que el cese de la usurpación solo se puede dar a través de elecciones, a pesar de que contradice la premisa establecida por Guaidó a principios de año.
#2Oct #Venezuela En otras palabras: Ni “incentivos para el quiebre dentro de la Fuerza Armada” ni “TIAR”. Solo: elecciones “libres” (no elecciones “auténticas”). Olviden lo demás, eso era un: “como vaya viniendo, vamos viendo”. En fin… https://t.co/UrzeIJwRu6
— JOSE VICENTE HARO (@JOSEVICENTEHARO) 2 de octubre de 2019
«Aquí no va a venir ningún soldado de ningún país a echar un tiro en Venezuela (…) si no tengo ningún recurso para que cese la usurpación y se me dice que la vía para que cese la usurpación es hacer elecciones libres, pues trabajo agónicamente, febrilmente y hasta el extremo para lograr elecciones libres; para los que no queremos matanza ni guerra civil, ni invasiones extranjeras, ni golpes de Estado», dijo Ramos Allup en su intervención.
«Renunciar al cambio»
El Gobierno de Estados Unidos, que en los hechos se ha convertido en el principal aliado por la democracia en Venezuela, ha dejado clara su posición ante unas posibles elecciones con el régimen chavista en el poder. Tanto Elliott Abrams, emisario especial de este país para Venezuela, como Mike Pompeo, secretario de Estado, coinciden en que acudir a unos comicios bajo estas condiciones sería «renunciar al cambio en Venezuela».
En julio de 2019 los funcionarios estadounidenses se opusieron a que en Venezuela se lleven a cabo elecciones sin que exista previamente el cese de la usurpación por parte de Maduro, según se pudo conocer por una entrevista dada al ABC de España y por declaraciones de Pompeo recogidas por los medios.
«Claramente tiene que haber unas nuevas elecciones libres y justas. Y no es posible que haya elecciones libres y justas con Maduro en la presidencia. He oído a socios nuestros, algunos en Europa, decir que pueden enviar observadores electorales y que se puede reformar el poder electoral. Da igual. En el periodo de transición Maduro seguirá a cargo del ejército, de la policía, de la inteligencia y de los colectivos [grupos de civiles armados], y mantendrá el control de todos los resortes de violencia e intimidación», afirmó Abrams para ABC.
Para nosotros la respuesta es que con Maduro no se pueden celebrar unas elecciones. ¿Cómo puede formarse un gobierno de transición con él en el poder? Para nosotros aceptar elecciones y permitir que Maduro se mantenga hasta ellas equivale a renunciar al cambio.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, señaló el pasado 25 de septiembre que Maduro debe dejar el poder e inmediatamente después haber llamado a elecciones en Venezuela.
«Maduro debe abandonar el poder y convocar inmediatamente a elecciones, es la única salida que tiene este pueblo hermano, es precisamente, vuelvo a recalcar, elecciones con amplia observación internacional”, sentenció.
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, emitió una dura crítica a la oposición venezolana que negocia «elecciones libres» sin que aún existan en el país suramericano las condiciones ni garantías para que estas se lleven a cabo.
Bolsonaro, quien se ha convertido en una voz crítica desde Brasil y que además es un aliado de la lucha por la democracia en Venezuela, se refirió directamente a la oposición venezolana dejando clara su posición en contra de unas elecciones mientras Nicolás Maduro se mantenga usurpando la Presidencia.
«Con Nicolás Maduro en Venezuela, las elecciones libres son imposibles. Esto ya ha sido probado, y fue en vano. La oposición que negocia una elección con Maduro no engaña a nadie más, tal vez solo se engaña a sí misma», señaló.
Requisitos para unas elecciones verdaderamente libres
Maduro ha logrado la victoria en comicios por diferentes acciones que perjudican a la oposición venezolana: impide el registro de nuevos electores; modifica el registro de votantes; reubica a última hora los centros de votación; elimina el uso de la tinta indeleble y el captahuellas; viola la ley al impedir la sustitución de candidatos en el tarjetón y permite el ventajismo por parte del oficialismo. A esto se suma la desmotivación de los electores y la manipulación de cifras.
Roberto Abdul, presidente del comité directivo de la asociación civil Súmate, ONG con experiencia tecnológica y logística en cobertura de eventos electorales, le dijo al PanAm Post que para que las elecciones sean transparentes es necesario el cambio de las autoridades electorales que durante años han trabajado a favor del régimen chavista.
Además, es crucial depurar el Registro Electoral Permanente (REP) y habilitar a las organizaciones políticas que fueron anuladas por el CNE. Se tendrían que eliminar a miles de venezolanos que aparecen con doble identidad y que han podido ejercer su voto más de una vez.
Cuando se habla de unas elecciones libres y transparentes también debería tomarse en cuenta la desarticulación de los grupos armados que respaldan al chavismo, como los colectivos; las guerrillas colombianas que operan desde Venezuela («disidencias» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia —FARC— y el Ejército de Liberación Nacional —ELN—); las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES); entre otros.
En resumen, para llevar a cabo unas elecciones libres en Venezuela es necesario pedir más que la salida de Maduro y la renovación del CNE. También es necesario que el chavismo abandone todas las esferas del poder; implementar una fuerza de choque contra los grupos armados que custodian a la dictadura y que exista una veeduría internacional imparcial que pueda garantizar transparencia de todo el proceso electoral.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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