Una partera de Nueva York se declaró culpable el lunes de conspirar para defraudar a Estados Unidos emitiendo tarjetas de registro de vacunación fraudulentas a personas no vacunadas, según el Departamento de Justicia (DOJ).
Kathleen Breault, de 66 años y residente en Cambridge, Nueva York, admitió haber proporcionado tarjetas de registro de vacunación contra COVID-19 a personas no vacunadas mientras trabajaba en Sage-Femme Midwifery, un centro autorizado de administración de vacunas contra COVID-19 en Albany.
Entre estas personas no vacunadas había menores que no cumplían los requisitos para recibir vacunas en ese momento y ciudadanos canadienses que no se encontraban en Estados Unidos cuando supuestamente fueron vacunados.
La Sra. Breault también admitió haber destruido más de 2600 vacunas contra COVID-19, por lo que acordó pagar más de 37,000 dólares por concepto de restitución, declaró el DOJ en un comunicado de prensa.
Además, los fiscales afirmaron que la Sra. Breault y sus cómplices introdujeron más de 2600 entradas falsas en una base de datos del estado de Nueva York utilizada para rastrear la distribución de vacunas contra COVID-19 en todo el estado.
La Sra. Breault fue acusada formalmente en abril de 2023 junto con sus colegas Sherilyn Pellitteri, una enfermera practicante con licencia en la clínica, y Kelly McDermott, propietaria de Sage-Femme Midwifery, por cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos.
Los cargos se presentaron en una corte federal de Brooklyn como parte de una acción de aplicación de la ley contra COVID-19 a escala nacional.
«Aunque Sage-Femme era una pequeña consulta de parteras, el fraude de las acusadas la transformó en uno de los centros de vacunación de Johnson & Johnson más concurridos del estado de Nueva York, superando a los grandes centros de vacunación estatales», declaró el DOJ.
Partera dice que obedeció a su conciencia
La Sra. Breault solicitó previamente la desestimación de la acusación, afirmando que había «actuado siguiendo [su] conciencia» para ayudar a obtener tarjetas de vacunación a quienes no querían vacunarse.
«Los que acudieron a mí no querían ser vacunados, debido a creencias religiosas sinceras que les impedían vacunarse y, aún más a menudo, debido a enfermedades cuyas vacunas podrían aumentar el grado de peligro. Algunos simplemente no confiaban en los patrocinadores de este programa», escribió en una declaración jurada de octubre de 2023.
«Sin embargo, el gobierno no ofrecía ninguna alternativa y temían graves consecuencias si seguían su conciencia, como la pérdida de sus empleos, ingresos y hogares».
En su declaración jurada, la Sra. Breault afirmó que fue procesada «injustamente» por el DOJ.
«Creo firmemente que no soy más que el chivo expiatorio de un rechazo público profundo y duradero a los mandatos de vacunación, que la asamblea legislativa de mi estado natal, Nueva York, había prohibido en términos inequívocos», declaró.
La sentencia de la Sra. Breault está prevista para el 18 de septiembre, según informó el DOJ en otro comunicado de prensa. Se enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión.
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