Los líderes del Partido Republicano de Florida votaron a favor de eliminar un requisito de juramento de lealtad para participar en las primarias del estado, marcando una victoria para el expresidente Donald Trump en su intento de vencer al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y a otros aspirantes en la contienda por la nominación de 2024.
El exmandatario dijo que no firmaría tal compromiso, que fue añadido a los estatutos del partido hace apenas unos meses. Ahora no lo descalificará mientras se prepara para competir en el estado que cuenta con muchos delegados.
Un portavoz del gobernador Ron DeSantis dijo a The Epoch Times que la oposición al juramento era sorprendente.
«Creemos que cualquiera que quiera postularse a la presidencia como republicano debe estar dispuesto a comprometer su apoyo a nuestro eventual nominado. Es sorprendente que cualquier persona interesada en ver la derrota de Joe Biden en 2024 no esté de acuerdo», dijo Bryan Griffin, secretario de prensa de la campaña de Ron DeSantis.
«Una vez que Ron DeSantis asegure la nominación del partido, esperamos que todos en el campo se unan a él en esa lucha», dijo el Sr. Griffin.
Un funcionario que estaba dentro de la reunión de la junta ejecutiva del partido el 15 de septiembre confirmó a The Epoch Times que el texto del juramento de lealtad fue eliminado.
La votación se desarrolló a puerta cerrada en una pequeña sala de reuniones del Rosen Centre Hotel un viernes por la noche. La reunión de la junta ejecutiva formaba parte de la reunión trimestral de otoño del partido.
Justo después de que comenzara la reunión, unos 50-60 miembros del partido estatal a los que no se les permitía votar fueron expulsados de la sala.
Ellos y otras 50-60 personas, en su mayoría partidarios de Trump, se amontonaron en un pasillo cercano mientras los miembros del comité ejecutivo del partido estatal deliberaban.
El ambiente era tenso. Los partidarios de Trump, preocupados por que el compromiso de lealtad perjudicara a su candidato, destacaban entre los monótonos trajes de negocios. Una mujer llevaba una camiseta que decía: «¡Donald Trump no hizo nada malo!».
«Si no fuera por Trump, él [DeSantis] no sería gobernador ahora mismo», dijo otra partidaria de Trump, Debi Stolte, de Altamonte Springs, Florida, en una entrevista con The Epoch Times.
«La razón por la que estoy aquí es porque necesito a Trump en la boleta electoral», continuó.
La Sra. Stolte dijo que cree que el Sr. DeSantis ha sido «un gobernador fantástico». Ella le dijo a The Epoch Times que se ofreció como voluntaria para él durante sus primeras elecciones para gobernador y su exitosa campaña de reelección.
«Le di dinero. Todos trabajamos para que fuera nuestro gobernador. Debería haber esperado [para postularse]», añadió.
En una reunión celebrada en mayo, el Comité Ejecutivo del Partido Republicano de Florida aprobó una norma que exigía el juramento de lealtad a los aspirantes a figurar en la papeleta de las primarias del estado.
El texto indicaba a los aspirantes que no debían «postularse como candidatos independientes, no afiliados al partido o por escrito» ni «buscar o aceptar la nominación para presidente de ningún otro partido».
También exigía a los aspirantes que «apoyaran al candidato presidencial republicano de 2024, independientemente de quién fuera» si no conseguían la nominación.
El Partido Republicano de Florida no es el único partido estatal que se ha visto sometido al escrutinio de los partidarios de Trump por cambios percibidos como perjudiciales para el expresidente.
A finales de julio, el Comité Ejecutivo del Partido Republicano de California aprobó un cambio de reglas para las primarias del Partido Republicano de ese estado del 5 de marzo que vería a los delegados distribuidos proporcionalmente sobre la base de los totales de votos a menos que un candidato asegure más de la mitad de los votos en el estado.
A principios de ese mes, la propuesta fue criticada por Laura Loomer y otros partidarios de Trump, que argumentaron que beneficiaría al Sr. DeSantis.
Pero los líderes republicanos en el estado señalaron que el cambio fue provocado por un nuevo requisito del Comité Nacional Republicano (RNC).
«Con este cambio de reglas ahora cumplimos con las reglas del RNC, los candidatos presidenciales republicanos no sólo serán alentados a pasar tiempo real haciendo campaña en nuestro estado y exponiendo sus argumentos a los votantes, sino que los votantes republicanos serán igualmente alentados a acudir a apoyar a su candidato elegido para ayudarles a ganar delegados», dijo la presidenta del GOP de California, Jessica Millan Patterson, en un comunicado después de que el cambio fuera aprobado por el comité ejecutivo.
Además, el RNC ha exigido a los posibles participantes en sus debates que firmen un compromiso de lealtad para poder participar.
El expresidente Trump no asistió al primer debate de las primarias, que tuvo lugar en Milwaukee el 23 de agosto. Tampoco se espera que aparezca en el próximo debate, que tendrá lugar en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California, el 27 de septiembre.
Aunque el expresidente Trump ha estado en el centro de la conversación sobre los juramentos de lealtad, él y sus partidarios no son los únicos que critican esas medidas.
El exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson describió el compromiso para los debates como «inútil» durante una entrevista en la CNN en marzo.
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