Los pasaportes de vacunas y las exigencias de uso de mascarilla no están en las partes principales del plan de invierno por el COVID-19 del gobierno británico, sino que se mantienen como parte de un plan de contingencia en caso de que el NHS corra el riesgo de sufrir una «presión insostenible», según el anuncio del gobierno.
El secretario de Sanidad, Sajid Javid, anunció el martes el plan gubernamental de otoño e invierno (pdf) para que Inglaterra gestione la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y otras enfermedades estacionales como la gripe.
El anuncio se hizo en el Parlamento antes de la sesión informativa televisada del primer ministro Boris Johnson, prevista para más tarde.
El plan incluye el refuerzo de la vacunación contra el virus del PCCh y la gripe, otros tratamientos contra el COVID-19, la realización de pruebas y el rastreo, la inversión en el Servicio Nacional de Salud, el asesoramiento sobre medidas voluntarias, el control de las fronteras y la ayuda a la vacunación en todo el mundo.
Pero se reintroducirán más órdenes gubernamentales si «el plan A no es suficiente para mantener el virus en niveles manejables».
Con el plan A, el gobierno ofrecerá una dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech a todos los jóvenes de 12 a 15 años. También ofrecerá una dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19 a los residentes y trabajadores de asilos, a los mayores de 50 años y a los mayores de 16 años con problemas de salud subyacentes. El gobierno también está tratando de maximizar la aceptación de la vacuna entre aquellos que son elegibles pero que aún no han aceptado el ofrecimiento.
En el futuro podrían ofrecerse más dosis de vacunas contra el virus del PCCh —posiblemente la vacunación anual— si el gobierno así lo aconseja.
El secretario de Sanidad también prometió «la mayor campaña de vacunación contra la gripe que jamás haya visto este país» en los próximos meses.
También se utilizarán varios antivirales y terapéuticos en los tratamientos del COVID-19.
Además de las intervenciones farmacéuticas, quienes tengan síntomas de COVID-19 o den positivo en las pruebas del virus PCCh deberán seguir autoaislándose durante diez días.
El secretario de salud dijo que las pruebas de PCR gratuitas seguirán estando disponibles para aquellos que tienen síntomas de COVID-19 y los contactos de aquellos que dan positivo, y las pruebas sintomáticas también continuarán «con un enfoque en aquellos que no están completamente vacunados, tal vez los que están en la educación, o en otros entornos de mayor riesgo».
Según el gobierno, la Ley sobre el Coronavirus sigue apoyando al NHS para conservar al personal de emergencias, y habilita los subsidios diarios por enfermedad a cargo del servicio para apoyar el autoaislamiento.
Cuando se le preguntó si las autoridades locales tienen fondos suficientes para pagar los subsidios de aislamiento, Javid dijo al Parlamento que gran parte de una «enorme cantidad de fondos» se destina a los trabajadores esenciales.
Todas las restricciones legales en Inglaterra, incluyendo los límites a las interacciones sociales, las mascarillas obligatorias, el distanciamiento físico y el cierre forzado de negocios, han sido eliminadas el 19 de julio. También se ha archivado un plan para imponer pasaportes de vacunas en los clubes nocturnos y otros lugares concurridos a partir de finales de septiembre.
El gobierno dijo que seguirá aconsejando a la gente sobre cómo reducir la transmisión del virus del PCCh y otros virus estacionales, como una buena ventilación y el uso de mascarillas en lugares cerrados y concurridos donde es probable encontrarse con personas desconocidas.
Sin embargo, no descartó volver a imponer el uso de mascarillas e introducir pasaportes de vacunación en determinados entornos.
Plan B
Cuando los ministros decidan que hay un aumento significativo de las hospitalizaciones que podría abrumar al NHS, se pondrá en marcha un plan B.
En el caso del plan B, se reintroducirán las órdenes de uso de mascarilla para algunos lugares, los cuales se decidirán en ese momento, dijo el gobierno.
También se exigirá un pasaporte «solo de vacunas» en todos los clubes nocturnos, en los lugares cerrados que llegan a albergar a 500 o más asistentes, en los lugares al aire libre con 4000 o más asistentes, y en cualquier lugar con 10,000 o más asistentes. No se aceptará una prueba negativa o una prueba de inmunidad natural.
Actualmente, el gobierno ha estado fomentando el uso voluntario de la certificación del estado de COVID y del NHS COVID Pass, que acepta pruebas de vacunación completa, pruebas negativas o infecciones previas.
El culto comunitario, las ceremonias de boda, los funerales y otros eventos conmemorativos, las protestas y los eventos deportivos con gran participación estarán exentos de la obligación de los pasaportes de vacunación.
Poderes de emergencia
En el marco de la tercera revisión semestral de la Ley sobre el Coronavirus, prevista para septiembre, el gobierno se compromete a devolver algunos de los poderes de emergencia que la Ley había concedido al gobierno en Inglaterra.
Entre los poderes que «ya no son necesarios» se encuentran los de cerrar sectores de la economía, aplicar restricciones a eventos y reuniones, interrumpir la educación y el cuidado de los niños, ampliar los plazos de las órdenes judiciales urgentes o detener a personas contagiosas.
Sin embargo, el gobierno pretende mantener los poderes para imponer requisitos legales de autoaislamiento a los casos positivos y a los contactos cercanos no vacunados, para que las autoridades locales puedan responder a amenazas graves e inminentes para la salud pública, y para imponer requisitos de pruebas y cuarentena a los que lleguen a Inglaterra hasta la próxima revisión prevista para marzo del año que viene.
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