El pastor de una iglesia en Louisiana fue acusado este martes en el marco de las últimas medidas severas aplicadas por las autoridades en medio de la pandemia del COVID-19.
La gente a nivel nacional está enfrentando arrestos y citaciones por violar las órdenes de quedarse en casa, excepto por salidas esenciales.
Mark Anthony Spell, pastor de la Iglesia Life Tabernacle del pueblo Central, se negó a dejar de realizar grandes reuniones a pesar de reiteradas conversaciones con los agentes policiales, dijo el Jefe del Departamento de Policía de Central, Roger Corcoran, en un comunicado.
«El Sr. Spell expresó claramente sus intenciones de continuar violando la ley», dijo. «En vez de mostrar la fortaleza y la resiliencia de nuestra comunidad durante estos tiempos difíciles, el Sr. Spell eligió avergonzarnos a nosotros para su propia autopromoción».
Las acciones de Spell «pusieron en peligro la salud de su congregación y de nuestra comunidad», afirmó el Jefe de Policía, agregando que no considera que el asunto esté relacionado con la libertad religiosa o política.
Spell fue acusado de seis cargos de delitos menores por desobedecer los poderes del Gobernador John Bel Edwards, un demócrata que expidió una orden de aislamiento el 22 de marzo y anunció una extensión el lunes hasta fines de abril.
«Dado que el número de casos continúa creciendo, ordeno a todos los habitantes de Louisiana que se queden en casa, a menos que sea absolutamente necesario salir», dijo Edwards en un comunicado.
Su orden (pdf) identifica el traslado de gente hacia y desde su lugares de culto como una actividad esencial. También ordena la cancelación de todas las reuniones de 10 o más personas donde los individuos estén cerca unos de otros.
Spell, el pastor, dijo a principios de este mes que la ley no podría impedir a la gente asistir a los servicios de culto.
«Creemos que el virus tiene motivaciones políticas»; dijo Spell a WAFB. «Nosotros valoramos profundamente nuestros derechos religiosos y vamos a reunirnos sin importar lo que digan».
Los oficiales de policía informaron al pastor que las tropas de la Guardia Nacional interrumpirán reuniones futuras que excedan las 50 personas, dijo Spell, una afirmación contradicha por el Coronel de la Guardia Nacional de Louisiana, Ed Bush.
Spell dijo que más de 1100 personas asistieron a la iglesia el domingo pasado, luego que 27 autobuses transportaran a las personas desde cinco parroquias.
El Representante Clay Higgins (R-La.) dijo en una carta a Edwards este mes que él cree que cualquier límite al tamaño de las reuniones de las iglesias no está permitido bajo la Constitución de EE.UU.
Si bien todos los líderes religiosos y feligreses deberían seguir las recomendaciones federales, «la decisión de reunirse debería ser de los individuos o de las instituciones y no un mandato por una entidad gubernamental», escribió. «El estado no tiene autoridad para hacer cumplir esta proclamación ni ninguna prohibición al culto».
Al preguntarle sobre las grandes concentraciones llevadas a cabo en las iglesias luego de su orden, Edwards dijo a los reporteros la semana pasada que «la gente debe acatar».
«Y si hay algún pastor que continúe realizando reuniones y servicios en la iglesia, entonces les pido a todos los parroquianos, a los congregantes, que no vayan», agregó.
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