Después de casi dos meses de disputas entre demócratas moderados y progresistas, la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo el jueves que está en camino de aprobarse el proyecto de ley de reconciliación de los demócratas de USD 3.5 billones.
En su conferencia de prensa semanal, Pelosi dijo sobre el proyecto de ley: «Sólo anticipo ponerlo a votación y ganarlo». Está previsto que el proyecto de ley será sometido a votación el jueves en la Cámara.
Los recientes anuncios se han producido tras contundentes manifestaciones de optimismo entre Pelosi y otros líderes demócratas. El presidente del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), resumió esta actitud, a mediados de septiembre, cuando dijo: «El fracaso no es una opción».
En declaraciones a los periodistas en Washington, el representante Steny Hoyer (D-Md.), manifestó un sentimiento muy diferente.
Cuando se le preguntó si confiaba en que se aprobaría el proyecto de ley de reconciliación, Hoyer dijo: «No».
Continúan las divisiones en el partido antes de la votación
La agenda de casi USD 5 billones del presidente Joe Biden, que incluye un proyecto de ley de infraestructuras bipartidista de USD 1,2 billones y el proyecto de ley de reconciliación de USD 3,5 billones, se ha visto amenazada por las políticas encontradas de los moderados y progresistas del partido desde que se plantearon los proyectos de ley.
Una coalición demócrata de nueve miembros del Caucus para la Solución de Problemas (PSC) fue noticia en agosto después de que publicaron una carta (pdf) a Pelosi, advirtiéndole que no agrupara los dos proyectos de ley y alentando una rápida aprobación del proyecto de ley de infraestructura por parte de la Cámara.
En la carta, dijeron que el proyecto de ley de infraestructuras es «una victoria bipartidista para nuestra nación» y juraron que «no considerarían votar por una resolución presupuestaria hasta que la Ley bipartidista de Inversión en Infraestructura y Empleos sea aprobada por la Cámara y sea promulgada como ley».
Después de varios esfuerzos fallidos para obligar a la coalición de miembros del PSC a ceder, Pelosi llegó a un acuerdo de última hora con los nueve. En virtud de este acuerdo, los nueve demócratas acordaron votar con el propósito de adelantar el proyecto de ley de presupuesto de USD 3.5 billones al comité para su redacción, a cambio de definir como fecha límite el 27 de septiembre para votar sobre el proyecto de ley de infraestructura bipartidista.
Pelosi retrasó esa votación hasta el jueves, una medida que no pareció molestar a los moderados.
Sin embargo, los progresistas han fortalecido su posición de no aprobar el proyecto de ley de infraestructura hasta que se haya aprobado el proyecto de ley de presupuesto, por temor a que los moderados los traicionen y voten en contra del proyecto de ley presupuestario.
A pesar de la confianza de Pelosi, estas divisiones continúan.
Muchos senadores aún dudan sobre la suma total del proyecto de ley de reconciliación
En el Senado también hay desafíos importantes para la aprobación del proyecto de ley.
De manera más prominente, incluso después de más de un mes de negociaciones con Biden y con el liderazgo demócrata, el senador moderado Joe Manchin (D-W.Va.) sigue oponiéndose al paquete de USD 3.5 billones. El 23 de septiembre, Manchin dijo que él y Biden estaban «tratando de encontrar un camino a seguir» para el proyecto de ley y señaló que el presidente les había pedido a los moderados que le dieran una idea del valor más alto que apoyarían para el proyecto.
Sin embargo, Manchin reiteró el miércoles su oposición al proyecto de ley. En un comunicado en Twitter rechazo el proyecto de ley diciendo que era «una locura fiscal» y advirtió que no daría su voto sin que se llevaran a cabo más ajustes.
«No puedo apoyar -y no apoyaré- un gasto de billones o un enfoque de todo o nada que ignora la brutal realidad fiscal a la que se enfrenta nuestra nación», dijo Manchin.
Después de este revés, Pelosi todavía dijo que confiaba en que Manchin estaría abierto a negociaciones.
Los senadores Kyrsten Sinema (D-Ariz.) y Mark Warner (D-Va.) han expresado sus dudas o su total oposición al proyecto de ley.
Un portavoz de Sinema, que ha dicho poco sobre el proyecto de ley desde su presentación, dijo: «Kyrsten no apoyará un proyecto de ley de reconciliación de 3,5 billones de dólares».
Warner, quien ha estado liderando a los moderados en las negociaciones con el presidente, también dijo que los moderados tenían «expectativas» que, según indicó, no se habían cumplido.
Por otro lado, el progresista más prominente del Senado, el senador Bernie Sanders (I-Vt.), ha presionado para que no se fije la suma de USD 3.5 billones al proyecto. El senador ha impulsado sumas más elevadas.
Sanders, el autor del presupuesto expansivo, inicialmente quería una suma de USD 6 billones.
Sanders ha indicado durante mucho tiempo que él y otros progresistas sienten que ya han cedido lo suficiente. Después de una reunión sobre el proyecto de ley, el senador se quejó de que “la línea superior ha bajado desde los USD 6 billones», dijo Sanders.
El martes, solo dos días antes de la votación programada sobre el proyecto de ley de reconciliación, Sanders se pronunció públicamente en contra de que el proyecto de ley tuviera una suma inferior a los 3.5 billones de dólares.
En Twitter, Sanders escribió: “Ningún proyecto de ley de infraestructura debería aprobarse sin un proyecto de ley de reconciliación de USD 3.5 billones. Ese es el acuerdo que se hizo y ese es el acuerdo que debe mantenerse. La infraestructura física es importante, pero las necesidades de las familias trabajadoras y la lucha contra el cambio climático son más importantes”.
Isabel van Brugen contribuyó a este artículo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.