La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), anunció su decisión de extender el sistema de votación diferida de la Cámara hasta el 18 de agosto debido a la continua emergencia de salud pública causada por la pandemia del coronavirus.
Pelosi dijo el lunes que su decisión se basó en el consejo del Sargento en Armas de la Cámara, Paul D. Irving, en consulta con la Oficina del Médico Tratante, quien le notificó que el virus sigue siendo una emergencia de salud pública.
«Por la presente extiendo el ‘período cubierto’ designado el 20 de mayo de 2020, de acuerdo con la sección 1(a) de la Resolución 965 de la Cámara de Representantes, hasta el 18 de agosto de 2020», escribió Pelosi.
El cambio en las reglas para incluir el voto diferido se implementó por primera vez el 20 de mayo, inicialmente por 45 días, con la disposición de que el tiempo para el voto diferido podría extenderse si la presidenta de la Cámara considera que la pandemia plantea más preocupaciones de salud pública.
Sin la reciente prórroga, el período de 45 días terminaría a principios de julio. Según las pautas (pdf) preparadas por el personal de la mayoría del Congreso sobre «Mejores prácticas para la votación a distancia en el pleno», la votación diferida «puede ampliarse o renovarse si la emergencia de salud pública persiste o se produce un resurgimiento».
La regla temporal permite a los legisladores que no se sienten cómodos viajando a Washington debido a la pandemia, a que aún voten sobre la legislación de la Cámara de Representantes y asistan a las reuniones del comité de forma remota.
Los republicanos se han opusieron al cambio desde el inicio; ellos han presentado proyectos de ley para retener los cheques de pago de los miembros que no votan en persona. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R- Calif.) dirigió a los republicanos en la presentación de una demanda que argumenta que el voto diferido es inconstitucional.
«A medida que los estadounidenses regresan al trabajo, los demócratas extienden su pase libre para saltarse del trabajo por completo mientras que unos pocos miembros votan varias veces por distritos que ni siquiera representan», dijo el representante Steve Scalise (R-La.).
Los legisladores republicanos han dicho que los funcionarios públicos son trabajadores esenciales y necesitan estar en el lugar de trabajo, al igual que los médicos y los bomberos.
McCarthy dijo: «Nuestro trabajo en nombre del pueblo estadounidense es la definición de trabajo esencial, ahora más que nunca».
«El voto en sombra de los demócratas es evidentemente inconstitucional. Hasta ahora, 70 demócratas no se han presentado a trabajar, pero siguen cobrando un cheque de los contribuyentes. Acabo de enviar esta carta a la presidenta Pelosi pidiendo que se termine, de forma adecuada, en el Día de la Independencia», añadió McCarthy.
McCarthy criticó la decisión de Pelosi en una carta diciendo que los deberes de la Cámara se han visto afectados negativamente durante este período de 45 días de trabajo remoto.
«Los problemas tecnológicos han empañado repetidamente la actividad del comité y los presidentes se han visto obligados a hacer un receso en las audiencias debido a dificultades técnicas. A medida que trabajamos en el creciente atraso de casos en el Congreso, es imprescindible que los procedimientos críticos de los comités no se retrasen o se dificulten más debido a lo que un demócrata calificó como ‘problemas de ancho de banda'».
El representante Alex Mooney (R-Md.) dijo: «Los demócratas de la Cámara ya han aprovechado su esquema de votación diferida. Esto es un abuso del dinero de los contribuyentes. Los trabajadores estadounidenses no deberían pagar el precio de esta toma de poder inconstitucional».
Los 100 miembros del Senado de los EE.UU. también se mantuvieron alejados del complejo del Capitolio por más de seis semanas. El Senado liderado por los republicanos regresó el 4 de mayo.
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